¿El Papa dijo qué?

Ramon Arias | 23 de septiembre de 2013

Las recientes declaraciones hechas por el Papa Francisco han enviado una tremenda conmoción. He oído a los comentaristas conservadores católicos expresar su sorpresa e indignación. También los protestantes y evangélicos están comentando con incredulidad e indignación. Otros están celebrando que el Papa no está en contra del aborto, los matrimonios homosexuales y la anticoncepción, sino que le dan la bienvenida como un hombre que refleja nuestros tiempos.

¿Qué fue lo que dijo el Papa? El siguiente es de acuerdo a los titulares del diario New York Times: «El Papa dice que la Iglesia está ‘obsesionada’ con los gays, el aborto y el control de la natalidad», y en el primer párrafo del artículo dice: «Seis meses después de su pontificado, el Papa Francisco envió ondas de estremecimiento a través de la iglesia Católica Romana el jueves con la publicación de sus comentarios que la iglesia había crecido en su ‘obsesión’ con el aborto, el matrimonio gay y la anticoncepción, y que había optado por no hablar de esos temas a pesar de las recriminaciones de los críticos». 

Me tomé el tiempo de investigar más datos para no hacer comentarios sin antes verificarlos. En agosto el Papa Francisco aceptó una serie de entrevistas con periodistas católicos. La revista America Magazine publicó la entrevista en su totalidad en la traducción Inglés. Después de leer la entrevista fue evidente que el New York Times, tomó lo que el Papa dijo fuera de contexto. Nadie debería sorprenderse. Después de todo es el New York Times izquierdista, y realmente no es amigo de ningún tipo de cristianismo a menos que sean compañeros con ideas afines.

En el subtítulo, «The Church as Field Hospital” [la iglesia como hospital de campaña] antes de que profundizara sobre el matrimonio homosexual y el aborto, dijo:

“‘Veo con claridad’, prosiguió el Papa, ‘que lo que la iglesia necesita hoy en día es más capacidad de sanar heridas y para confortar los corazones de los fieles, necesita la cercanía y la proximidad. Yo veo a la iglesia como un hospital de campaña después de la batalla. Es inútil preguntarle a una persona gravemente herida, ¡si tiene el colesterol alto y cómo están sus niveles de azúcar en la sangre! Hay que curar sus heridas. Después podemos hablar de todo lo demás. Sanar las heridas, sanar las heridas…. Y hay que empezar desde cero’”.

En otras palabras, ofrécele una salida al pecador, háblale de la obra redentora de Dios, a través de Cristo en la cruz. No puedo argumentar en contra de eso, la gente está espiritual, mental e intelectualmente enferma. Esta es la razón por la cual el mundo está dominado por el mal, porque la gente sin Cristo no puede transformar su vida por medio de la renovación de su mente. Por lo tanto, sólo hacen lo que es natural para ellos, el mal. Si una persona no está reconciliada con Dios por medio de Cristo, él o ella está muerto, muerto, muerto. Una vez que un individuo reconoce la necesidad de la calidad de vida que ofrece Dios y acepta al Salvador, el proceso de enseñar a esa persona para que sea más como Cristo comienza, y la nueva creación se desarrollará con todas las cualidades dadas por Dios para poder impactar su mundo y hacer los cambios sociales y culturales.

Presten mucha atención a lo que dijo el Papa acerca del aborto y el matrimonio homosexual, «No podemos insistir únicamente en cuestiones relacionadas con el aborto, el matrimonio gay y el uso de métodos anticonceptivos. Esto no es posible. No he hablado mucho de estas cosas, y se me reprendió por ello. Pero cuando hablamos de estos temas, tenemos que hablar de ellos en un contexto. La enseñanza de la Iglesia, en todo caso, está clara».

Aquellos que están familiarizados con la verdad revelada de Dios, es decir la Biblia, sabemos con certeza cuál es la posición de Dios en cuanto al aborto [matar a los bebés en el vientre de la madre], el estilo de vida homosexual y todas las formas de perversión moral. Sé que a muchos protestantes y evangélicos les gusta proclamar que, «Dios odia el pecado pero ama al pecador», por supuesto, sin duda esto se presta fácilmente a la malinterpretación, porque no podemos separar a la persona de las acciones. La urgencia aquí es nacer de nuevo. Una vida nueva en Dios significa una nueva forma de pensar y actuar.

El juicio de Dios sobre una nación es en relación al estilo de vida inmoral de la gente. La Biblia y la historia son claras. Cuando no hay personas justas que hagan la diferencia en una sociedad, entonces llega el momento en que la sociedad cosecha las consecuencias de toda la inmoralidad que ha sembrado. Recuerda la generación de Noé y de Sodoma y Gomorra (Génesis 6,18 y 19). Una y otra vez Israel pagó un alto precio por darle la espalda a la ley moral de Dios. En los tiempos modernos, a principios del siglo XX, las naciones europeas cristianas fueron anonadadas por la Primera Guerra Mundial. Después el marxismo triunfó en la tierra dominada por los cristianos Ortodoxos Orientales. Por supuesto quién puede olvidar la Alemania nazi dominada por los protestantes, evangélicos y católicos que, en su mayoría, apoyaron a Adolfo Hitler. Ninguna persona o nación puede escapar las sanciones judiciales negativas cuando están decididos a hacer el mal.

Los Católicos Romanos tienen al Papa como su líder principal. Ellos deben resolver los problemas milenarios que han arrastrado por más de mil años. Nadie puede negar que la Iglesia Católica Romana es una institución religiosa, política y económica poderosa. Su influencia es grande en muchas naciones pero sus doctrinas no han sido capaces de generar una sociedad justa. Lo contrario es cierto. La Iglesia Católica tiene una gran necesidad de otra reforma bíblica, más grande que la de 1517. La Iglesia Ortodoxa Oriental, las iglesias protestantes y evangélicas están en la misma condición. Es imprescindible que los más de 2 mil millones de cristianos en el mundo entiendan a Dios a través de Su Palabra Revelada y no a través del hombre.

El mundo está enfermo y en grave necesidad de ser sanado. La religión no es la solución, nunca lo ha sido. El Dios de la Biblia y su Cristo es la única fuente de sanidad y bienestar. Tenemos que prestar atención no sólo a lo que dice un líder mundial, sino a cada persona, independientemente de su condición social. Tenemos que procesar todo a través del pleno consejo de la Palabra de Dios.

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