¡Convéncete de una vez, el hombre no es soberano!

Ramon Arias | 26 de noviembre de 2012

Durante miles de años, el hombre ha estado jugando a ser dios, quiere ser supremo, divino y que su palabra sea absoluta, pero, ¿qué revela la historia? La historia revela que esta mentalidad siempre ha terminado en fracaso. Mientras que el hombre promete beneficios para algunos, hay que hacerlo sobre la destrucción de otros. La tragedia se traduce en el sacrificio de millones y millones de personas y la miseria trasciende a través de generación en generación. El factor más sorprendente es que las personas cometen los mismos errores estúpidos una y otra vez, al permitir que gente mal intencionada los guie en la dirección equivocada. Es decir, hasta que se reconozca plenamente que el hombre no es divino, ni su palabra absoluta, ni su manera el único camino porque sus mentiras se descubren cada vez.

¿Quién tiene el control total del mundo?

La respuesta depende de a quién se le está preguntando. El hombre quiere creer que es su ideología o religión la que dicta cómo el hombre debe vivir. Un vistazo rápido a la historia revela los efectos nocivos de tal visión del mundo. Podemos esperar que los no cristianos estén totalmente confundidos, pero ¿cuál es la excusa para que todos los cristianos profesantes permitan que sus mentes estén torcidas y equivocadas?

¿Qué de bueno tiene que los cristianos creen en Dios y que Él es el Creador de todo lo visible e invisible si son parte del problema social cuando abrazan ideas extravagantes y las aceptan como su verdad? No llegan a ser mejor que los individuos más paganos o impíos en la sociedad.

Si la nación y el mundo no están transformándose en nada mejor no culpemos al diablo, ni a los musulmanes, los ateos, los marxistas, los socialistas, los humanistas, los hindúes, los budistas, o cualquier otra idea o acción humana o comportamiento enfermizo. Vamos a poner la culpa donde pertenece, en los hombros del cristianismo. En su mayor parte, el cristianismo es el culpable más grande puesto que ha abandonado la verdad de Dios por la mentira del hombre.

Las personas que rechazan el señorío de Jesús y la salvación ya están condenados.

El pasaje bíblico de Juan 3:16 es muy conocida, y la mayoría de los cristianos lo pueden citar de memoria, pero, ¿qué pasa con el contexto que sigue? Juan 3:17-21:

“Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios. Esta condenación se basa en el siguiente hecho: la luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas. Todos los que hacen el mal odian la luz y se niegan a acercarse a ella porque temen que sus pecados queden al descubierto, pero los que hacen lo correcto se acercan a la luz, para que otros puedan ver que están haciendo lo que Dios quiere”.

Cualquier persona equivocada, independientemente de su condición en la vida que cree y enseña que la ley moral de Dios no se aplica a todos los seres humanos es una voz para la destrucción y la miseria. Es imposible que Dios haya establecido dos normas diferentes por los cuales el hombre debe vivir. Así como las leyes de la física se aplican a todas las cosas y la violación a las mismas trae consecuencias, también lo son las leyes morales de Dios. Si te llamas cristiano o por cualquier otro nombre para decir que estás en buena posición ante el Dios de la Biblia, entonces debes recordar la advertencia de Jesús en Mateo 5:13-16:

“Ustedes son la sal de la tierra. Pero ¿para qué sirve la sal si ha perdido su sabor? ¿Pueden lograr que vuelva a ser salada? La descartarán y la pisotearán como algo que no tiene ningún valor. Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa. De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial”.

Cuando tú y yo hacemos la obra de Dios esto es lo que Dios utiliza para detener la corrupción. Tú y yo debemos demostrar el buen sentido del significado y propósito de la vida. Si nos negamos a ser la solución de Dios a una sociedad en decadencia recibiremos las consecuencias, nuestras vidas no serán útiles para Dios y tenemos que pagar el precio por rechazar nuestro lugar en la vida, «Ya no sirve para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada bajo los pies de la hombres».

Jesús les habló otra vez, diciendo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida« (Juan 8:12), y, “Mientras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo” (Juan 9:5).

Cristo fue enviado por Dios para salvar a los que han de creer y aceptar su oferta de salvación a fin de recibir la nueva naturaleza. Jesús se mantuvo fiel a la voluntad de Dios y venció al maligno y todas sus fuerzas. Él fue fiel en la obediencia a toda la ley moral de Dios. Él es el ejemplo perfecto para que todos puedan seguir. Dios el Padre espera que todos sus hijos muestren su luz para que otros la sigan y se liberen de las cadenas del pecado y de la muerte.

Cuando Jesús dijo: «Ustedes son la luz del mundo», esto es exactamente lo que quiso decir. La luz es la expresión del conocimiento y la sabiduría de Dios. Estos son los dos ingredientes más importantes y poderosos que los humanos necesitan para resolver todos sus males y ser capaz de destruir el mal para obtener la paz y la prosperidad que fluya como un río. Una vez que la luz está encendida, no hay suficiente oscuridad que puede vencerla, la única manera que la luz puede ser vencida por la oscuridad es que sea apagada. Por esta razón, es un grave error que los seguidores de Dios dejen de ser la luz cuando deciden rechazar la verdad revelada de Dios.

Sin embargo, cuando estamos decididos a hacer que los caminos de Dios sean conocidos entonces aceptamos con alegría vivir Su verdad, «Brille así su luz delante de los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos».

La gente desesperadamente necesita saber cuál es el significado de estar bajo la soberanía de Dios. Ya saben lo que es estar bajo el dominio de los hombres malos; se debe ver claramente la alternativa en la vida y las ideas de la gente de Dios.

La gente conoce el peso de las leyes del hombre, los juicios y las falsas promesas de la salvación, ahora necesitan saber lo que significa vivir bajo la ley de Dios, su juicio y la salvación.

Sin embargo, sólo se puede entender si ven el ejemplo en una manera práctica en la vida del pueblo de Dios.

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