Chris Enloe | 16 de septiembre de 2017
(theblaze.com) – Después que un estudiante de 15 años abriera fuego en una escuela secundaria cerca de Spokane, Washington, a principios de esta semana, el sheriff del condado de Spokane hizo una defensa de la Segunda Enmienda que hubiera hecho sentir orgullosos a los Padres Fundadores.
¿Qué dijo?
En el transcurso de una larga conferencia de prensa el jueves, el sheriff del condado de Spokane, Ozzie Knezovich explicó en términos inequívocos que creía que un quebrantamiento de la sociedad había contribuido a que el estudiante ejecutara su carnicería, la cual arrebató la vida de una persona e hirió a otras tres. No había sido el arma, explicó el sheriff, en su defensa de la Segunda Enmienda.
«Puedo decirles, amigos, que he portado un arma toda mi vida. He cazado. He practicado el tiro. Mis amigos y yo… allá en mi pueblo es la temporada de caza. Cuando yo estaba en el preuniversitario, cada uno de aquellos aparatos en el parqueo de la escuela tenía un arma en la repisa. ¿Por qué? Porque nos íbamos de cacería en el trayecto de vuelta a casa. Ninguna de aquellas armas jamás entró en ninguna escuela. Ninguna de ellas le disparó a nadie. ¿Cuál es la diferencia? ¿Cambiaron las armas? ¿O fueron ustedes, como sociedad, los que cambiaron? Me apuesto a que fueron ustedes, la sociedad, porque empezaron a glorificar las culturas de violencia. Glorificaron la cultura de las pandillas, glorificaron los juegos que les daban puntos por matar y violar personas. Las armas no cambiaron; nosotros cambiamos».
¿Cuáles son esos desórdenes de la sociedad?
Knezovich explicó, de acuerdo con el Huffington Post:
- Los medios de prensa: «Este joven caballero se vio inmerso en una contracultura de violencia, una cultura que está enamorada de laos tiroteos en las escuelas. Y ustedes, los medios de prensa, son los culpables de eso, porque continúan llevando a esas gentes a los titulares. Siguen usando sus nombres. Los han convertido en héroes para determinadas personas. Si fuera por mí, ninguno de los nombres de esa personas sería recordado jamás»..
- Los juegos de video y la violencia glorificada: «Ustedes empezaron por glorificar las culturas de violencia. Glorificaron la cultura de las pandillas. Glorificaron juegos que en realidad les dan puntos por violar y asesinar a las personas».
- La mala crianza: «¿Dónde es que en realidad nos fuimos por el camino equivocado al criar a nuestros hijos? Quizás les enseñamos a glorificar las cosas malas. Toda esa violencia que ellos consumen constantemente ha llegado a casa para pagar un precio muy caro. Es hora de que todos y cada uno de nosotros le diga no al odio que ve, a la violencia que ve».
- Los políticos: «[Los legisladores que están] a la derecha y la izquierda, todos ustedes están enamorados del odio radicalizado. Parece que odian a todos y a todo. Es hora de que ustedes terminen con eso también».
- La falta de servicios locales de salud mental: «Ellos [el gobierno federal] le han dejado el problema al nivel local, y el nivel local no está equipado para enfrentarse a eso. Este es un asunto nacional y estatal, así que mejor se despiertan y empiezan a enfrentarlo».
Perspectiva
En los años recientes, en los Estados Unidos, cada vez que hay un tiroteo en una escuela, los medios se apresuran a echar la mayor parte de la culpa a las armas, a un objeto inanimado. Así que es refrescante ver a un sheriff que no tiene temor de llamar la atención de manera apasionada hacia los problemas que ciertamente contribuyen a que un estudiante decida llevar un arma a la escuela y matar a sus compañeros de clase. La verdad es que no se podrá hallar la solución si los que tienen potestad para hacerlo no quieren aceptar, y ni siquiera tratar de entender las causas ocultas de un gran problema. Las armas son el blanco fácil, pero es en los desórdenes de la sociedad y la familia donde se halla el quid del problema.