Un grupo de cineastas han filmado un documental que tiene como objetivo exponer la terrible realidad del aborto, centrándose en el aspecto financiero de la industria del aborto de varios millones de dólares.
La película, titulada «Blood Money» [“Dinero manchado de sangre”], incluye numerosas entrevistas con líderes del movimiento pro-vida, en donde relatan los hechos sobre la industria del aborto y los efectos que tienen los abortos en las mujeres.
La película cubre una variedad de temas, entre ellos «Roe V. Wade, Planned Parenthood [Planificación de la Familia], el hecho científico de que la vida comienza en la concepción, y cómo el aborto afecta a las mujeres que han tenido uno», dijo el director de la película, David K. Kyle.
Explicó que el negocio del aborto no era el enfoque inicial de los cineastas.
«El título original de la película iba a ser ‘El Holocausto estadounidense’». Habíamos establecido el presentar la verdad sobre el aborto, desde la destrucción del ser humano, al efecto que tiene en las mujeres que toman la decisión de abortar», dijo.
Durante las entrevistas, los «aspectos monetarios» de la industria del aborto continuamente salían a la superficie.
«Así que mientras aún cubrimos parte de nuestra idea original nos enfocamos en el dinero que se gana en la masacre de los no nacidos», explicó.
Kyle dijo que la idea de la película llegó por primera vez hace cuatro años, cuando él y su compañero, John Zipp, el productor de la película, estaban trabajando para Steve y Michael Peroutka, activistas pro-vida en Maryland, y se dio cuenta de que el tema del aborto no se aborda de manera significativa por los medios de comunicación.
Kyle dice que esperan que la película va a informar a la gente sobre el aspecto comercial del aborto y el efecto que el aborto tiene sobre las mujeres.
«La gente está haciendo millones y millones de dólares en el asesinato de bebés inocentes», dijo.
«El aborto tiene consecuencias. Se vende como una solución rápida cuando estás en problemas. Una puede ir y tener un aborto y el problema desaparece. Bueno, sabemos por innumerables mujeres que el problema no desaparece. Las mujeres tienen consecuencias a largo plazo que van a tener que lidiar por años y años».
La película también tiene como objetivo animar a la gente pro-vida a trabajar por el fin del aborto.
«Esto se trata de sacar la verdad para salvar a los bebés. Queremos motivar a la gente para que haga algo, incluso las personas en la comunidad pro-vida. Tenemos miles de personas ahí afuera que están a favor de la vida, pero que realmente no lo hacen tomar parte activa en ella. Queremos motivarlos a hacer algo».
Del contenido de toda la película, las entrevistas con las mujeres que han tenido abortos son las más conmovedoras para Kyle.
«Las mujeres que hablaron de sus experiencias con el aborto fue lo más difícil de filmar al hacer las entrevistas. Me he sentado con este metraje en innumerables ocasiones a través de él y todavía me afecta».
Kyle dice que su entrevista con Carol Everette fue especialmente poderosa para él. Everette, que administraba clínicas de aborto en Dallas, se ha convertido en una conferencista a favor de la vida y defensora de los derechos del niño por nacer.
La película está siendo dirigida por David Kyle. Su productor ejecutivo es John Zipp.
Kyle y Zipp pensaron que un documental sería la mejor manera de llegar a un público amplio y para forzar una conversación sobre el aborto.
Explicó que la mayor parte de la película es el testimonio de las personas involucradas en la industria del aborto como Everett o el ex- abortista Dr. Bernard Nathanson, o aquellos que han sido perjudicados por la decisión del aborto.
Los líderes pro-vida como Norma McCorvey, el Padre Frank Pavone, Dra. Alveda King, y el Padre Thomas Euteneuer fueron entrevistados para el documental y por lo menos aparecen una vez en la película.
Narrado por la Dra. Alveda King, “Blood Money” hace una observación crítica sobre los orígenes oscuros del aborto, y regresa con una imagen muy preocupante: cómo un movimiento basado en el racismo y el control de la población usurpó el ímpetu del movimiento por los derechos de las mujeres para crear algo verdaderamente despreciable – una industria multimillonaria que crece literalmente en la destrucción de los bebés por nacer y el trauma de las mujeres jóvenes embarazadas.
No se trata de rumores. No se trata de prejuicios políticos. Fuimos directamente a los documentos históricos y lo sacamos de sus propios labios. Fuimos directamente a las mujeres involucradas en los casos donde se legalizó el aborto. Fuimos directamente con los dueños de las clínicas del aborto. Hablamos directamente con las mujeres que habían tenido abortos múltiples, y dejamos que pintaran la imagen de cómo realmente funciona la industria. He aquí un vistazo:
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