El que controla la educación controla la nación

por Ramon Arias 

¿Deben estar preocupados los padres de familia de que sus hijos estén siendo adoctrinados con una agenda que glorifica al Estado? Por lo menos espero que los padres de hijos que están en las escuelas públicas los estén. 

No nada inusual de que los presidentes viajen por todo el país y hagan discursos acerca de la educación.  Por lo general no causan alarma.  Sin embargo, en septiembre de 2009 cuando Obama se preparaba para hacer lo mismo, Arne Duncan, el Secretario de Educación envió cartas a los directores de las escuelas alrededor de la nación diciendo: “Ésta es la primera vez que un presidente americano ha hablado directamente a los niños de edad escolar acerca de persistir y de lograr éxito en la escuela”. Quizás te preguntarás qué tiene eso de malo. Es un privilegio, ¿no? Pero, espera, se pone más revelador este asunto. Los estudiantes deben “escuchar el discurso y luego preguntarse acerca de lo siguiente”:

  • ¿Qué me está tratando de decir el Presidente?
  • ¿Qué me está pidiendo el Presidente que yo haga?
  • ¿Con qué ideas y con qué acciones innovadoras me está desafiando para que yo medite sobre ellas?

Una vez que escuchan un discurso “maravilloso”, se les instruye a los maestros a preguntarle a los estudiantes:

  • ¿Qué piensas que el Presidente quiere que hagamos?
  • ¿El discurso te anima a hacer algo? 
  • ¿Está dentro de nuestras posibilidades hacer lo que el Presidente nos pide? 

¿En dónde quedó lo dicho por John F. Kennedy, “no preguntes lo que el país puede hacer por ti; sino lo que tú puedes hacer por el país”? ¿Ahora se está pidiendo a los niños qué pueden hacer ellos por el Presidente? Si se oye esto como adoración hacia un hombre es porque lo es. Si Obama sintiera más inclinación a la perspectiva de los Padres Fundadores sería motivo de halago, el problema es que no es ése el caso. Él prometió rehacer a América de acuerdo a la ideología marxista, el problema es que la gente que votó por él no estaban escuchando. Obama puede creer lo que quiera, pero también debe tener en mente que un gran porcentaje de ciudadanos no está de acuerdo con su punto de vista de la vida ni del mundo. No está escuchando la protesta que sigue aumentando diciendo “no queremos una nación socialista”. Es claro que no le importa, pero no debe ignorarlos.  

Entre más se revela, es bastante evidente que esta administración está rodeada de gente con mentalidad comunista que abraza ese ideal para la sociedad. En vista de que ganaron las elecciones y tienen mayoría en el Congreso, se sienten con el derecho de imponer su agenda soñada sobre el resto de la nación, mientras la oposición guarda silencio y dócilmente acepta su idea de cambio. No tan rápido, señores,  aun la gente que votó por Obama está despertando y reconociendo el gran error que cometieron al votar por él; están buscando desesperadamente hacer algo para reparar el daño.  

En realidad, la administración de Obama sólo está cosechando el fruto de su adoctrinamiento, que han estado llevando a cabo desde que el gobierno se involucró en la educación, hace más de 170 años. En el siglo XX los humanistas y los marxistas gradualmente tomaron control de la educación. A través de la historia, la educación ha sido utilizada por hombres de buena voluntad, así como de mala voluntad, para adoctrinar e influenciar a los niños por medio de ella.   

Adolfo Hitler comprendió la importancia de la educación de los niños alemanes. En su discurso del 6 de noviembre de 1933, dijo lo siguiente: “Cuando un oponente dice ‘nunca aceptaré ponerme de tu lado’, yo le digo tranquilamente: ‘tus hijos ya me pertenecen, ¿tú quién eres? Tú pasaras. Tus descendientes ahora están en mi campo nuevo. Dentro de poco tiempo no conocerán nada más que esta nueva comunidad”.   Cuatro años después, el 1 de mayo de 1937 declaró: “Este Tercer Reich no entregará sus jóvenes a nadie, sino que les dará su propia instrucción y educación”. Te desafío a que hagas una investigación (en Google) y compares los efectos de la educación de Hitler a lo que está sucediendo en EE.UU. ahora; te vas a sorprender del paralelismo. 

¿El nombre de Joseph Stalin te suena familiar? Él fue el asesino/dictador de la ex Unión Soviética que dijo: “la educación es una arma”. Ideologías malévolas crean culturas malévolas y la humanidad paga un precio muy elevado. Esto nos lo revela la historia; nunca permitas que nadie te diga que la historia es irrelevante. 

A los niños se les educa con una perspectiva del mundo bíblica o no bíblica, con esa información, tú calcúlale cuál será el futuro que le espera a esta nación. De una cosa puedes estar seguro: la neutralidad no existe.

EE.UU. continua deteriorándose moralmente; la brújula moral se ha perdido, la gente no está pudiendo distinguir qué es bueno y qué es malo. Nos queda muy claro que el ser humano no tienen las respuestas; sólo el Dios de la Biblia revela lo bueno y lo malo. Hubo un tiempo en este país que a los niños se les enseñaba que la Biblia es la fuente principal de toda autoridad. Esos días hace mucho tiempo que pasaron.

Hoy en día, los niños son adoctrinados con la perspectiva equivocada, desde su primer día en el aula de estudios. No te engañes, todos los maestros tienen su código moral y su perspectiva del mundo; la mayoría de ellos siguen la perspectiva del humanismo/marxismo. A los maestros que quieren enseñar de la Biblia se les hostiga y muchos son eliminados de su puesto. El gobierno sabe que el que controla la educación controla a la nación. Ya es tiempo de que los cristianos hagan todo el esfuerzo para poner al Dios de la Biblia de regreso en la educación y en el gobierno.