(Ventura, CA) – George Barna ha publicado un nuevo libro sobre un tema familiar, basado en un estudio excepcional de investigación que indica que hay seis dimensiones críticas involucradas en la educación de los niños para convertirse en campeones espirituales.
En un estudio publicado recientemente sobre la educación de los niños, titulada Paternidad Revolucionaria, la renombrada investigación tiene lo último en una larga línea de libros que han sido escritos sobre el tema. ¡Barna se dio cuenta de que hay tantos libros sobre el tema que necesitaría publicar diez nuevos libros sobre paternidad cada día del año por cada uno de los próximos 21 años para igualar el número total de volúmenes ya disponibles!
Resistiéndose a añadir al exceso, el premiado autor produjo, no obstante, su último libro porque su investigación entre padres e hijos dio resultados tan significativos que parecería inapropiado no publicar el trabajo.
Investigación Peculiar
La mayor parte de la investigación sobre paternidad ha dependido de teorías psicológicas o expectativas culturales como base para sus recomendaciones. En contraste, el reciente trabajo de Barna se basa en un estudio de muchos años entre niños que han crecido mostrando características específicas.
“Nuestra estrategia era empezar por identificar atributos deseables que los padres quisieran ver en sus hijos, después trabajar hacia atrás, partiendo de la existencia de esos atributos en adultos jóvenes para descubrir qué los produjo. Esperábamos que estudiar a personas en la década de los veinte años que demostraban esas cualidades nos revelaría algunas prácticas comunes que los padres de esos niños habrían implementado”, explicó Brenan. “Encuestamos a miles de adultos jóvenes para identificar varios cientos cuya vida reflejara los resultados deseados, después los entrevistamos a ellos y a sus padres para determinar las perspectivas y prácticas de paternidad más relevantes. El resultado no sólo fue claro, sino sumamente desafiante”.
Otra característica extraordinaria de la investigación de Barna fue la suposición de que las personas fueron creadas principalmente para propósitos espirituales. Consecuentemente, se encontraron algunos estándares poco comunes en los adultos jóvenes que formaron la base del estudio:
1. Conocer, amar y servir a Dios fue identificada como su principal prioridad en la vida.
2. Describieron su fe en Dios como de la más alta importancia
3. Cada uno de estos jóvenes posee una “perspectiva bíblica», basada en sus respuestas a una serie de preguntas sobre su visión de la vida. En esencia, ellos declaran que la verdad moral absoluta existe, que dicha moral se define en la Biblia, que Dios es el Omnisciente y Omnipotente Creador y gobernante del Universo, que la fe en Jesucristo es el único medio para la salvación, que Satanás es un ser real, que Jesucristo vivió una vida sin pecado en la Tierra y que todos los principios que enseña la Biblia son verdaderos y exactos.
4. Ellos creen que su propósito principal en la vida es amar a Dios con todo su corazón, su mente y sus fuerzas.
5. Actualmente se encuentran activos en una vibrante comunidad de fe, como lo demuestra su consistente compromiso en alabanza, oración, estudio bíblico y responsabilidad espiritual.
Uno de los resultados más serios de esta investigación fue que menos de uno de cada diez adultos jóvenes en E.U. cumplieron estos requisitos.
Después de identificar una muestra de personas entre las edades de 21 y 29 que satisfizo estos estándares, el equipo de investigación de Barna realizó extensas entrevistas con ellos respecto a cómo fueron educados. Después de terminar esas conversaciones, los investigadores procedieron a entrevistar a los padres de esos jóvenes, buscando elementos adicionales en las tácticas utilizadas por esos padres.
«Una cosa es que un profesional escriba acerca de enfoques teóricos o que alguien describa sus ideas o experiencias personales sobre cómo educar a un niño», explicó el autor californiano. «Es totalmente otra cosa, sin embargo, identificar un resultado deseado y trabajar hacia atrás para descubrir su génesis, para explicar las causas probables de tal resultado. Escogí el último enfoque porque las teorías deben ser el producto de resultados. Desgraciadamente, mucha de la literatura acerca de la paternidad se basa en las teorías o las experiencias que están divorciadas de pruebas científicas significativas que demuestren que producen el resultado deseado».
Tres tipos de paternidad
En Paternidad Revolucionaria, Barna señala que existen tres enfoques dominantes de paternidad que actualmente operan en Estados Unidos.
Paternidad por omisión es lo que Barna llamó «el sendero de la menor resistencia». En este enfoque, los padres hacen lo que llegue naturalmente al padre, como influenciado por normas y tradiciones culturales. El objetivo es mantener a todos – padre, niño, y otros – tan felices como sea posible, sin que el proceso de paternidad domine otros aspectos importantes o prioritarios de la vida del padre.
Paternidad de prueba y error es una alternativa común. Este enfoque se basa en la noción de que cada padre es novato en la educación de los hijos, no existen pautas absolutas a seguir y que lo mejor que cada padre puede hacer es experimentar, observar los resultados, y mejorar basado en sus éxitos y fracasos. En este enfoque progresivo, las metas en la educación de los hijos son mejorar continuamente y realizar mejor trabajo que la mayoría de los demás padres.
Bara descubrió que la paternidad revolucionaria era el enfoque menos común. Tal educación exige que el padre tome en serio la Palabra de Dios en su vida y en su familia y aplique esas palabras fielmente y con constancia.
Quizá la diferencia más sorprendente en estos enfoques tiene que ver con los resultados deseados. «Educar a los niños por omisión y educar a los niños por ensayo y error son enfoques que permiten a los padres educar a sus niños sin el esfuerzo de definir su vida», explicó Barna. «La paternidad revolucionaria, que está basada en la propia fe en Dios, hace de la educación de los hijos una prioridad de vida. Los que se comprometen con la paternidad revolucionaria definen el éxito facilitando intencionalmente la transformación de la vida de sus hijos con base en la fe, en lugar de simplemente aceptar el crecimiento y la sobrevivencia del niño como un resultado satisfactorio».