Juicio contra las personas y las Naciones

Ramon Arias | 6 de mayo de 2013

Muy a menudo, escucho y leo acerca de las preocupaciones de la gente por el futuro de Estados Unidos que va más allá de la economía. La gente está  consciente de los muchos enemigos de la nación, sin embargo, los que les afectan más son los internos. En primer lugar en la lista está el gobierno federal.

¿Por qué la gente cada vez más está preocupada de que podemos estar dirigiéndonos hacia una posible revolución? ¿Por qué la mente de muchos estadounidenses siquiera ha concebido esta idea? En el pasado, la gente estaba al tanto que el gobierno federal había estado creciendo. Ciertamente, con este gobierno es más evidente de las muchas libertades que han perdido los estadounidenses y la determinación para un mayor control sobre cada aspecto de la vida de las personas. Muchos están empezando a creer que la novela de George Orwell (su verdadero nombre, Eric Arthur Blair) 1984, va a cumplirse.

La semana pasada, estaba leyendo un artículo que me llamó la atención. El encabezado decía, “¿A caso irán a disparar con armas los soldados americanos a los  ciudadanos de EE.UU.?» [Will American Soldiers Fire on U.S. Citizens?]

El artículo de ninguna manera pretende ser alarmista. Más bien, tiene buenas preguntas e inquietudes, sobre todo cuando el gobierno federal está tan decidido a ir en contra de la Segunda Enmienda. Para alimentar esas preocupaciones, las personas están siendo testigos de la lucha que se esta fraguando en los estados con respecto a las leyes que legislan en contra del gobierno federal con el fin de detener la confiscación de armas. Ejemplo de ello es la batalla que se esta desenvolviendo entre el Departamento de Justicia y el estado de Kansas. Eric Holder, ha declarado que dicha ley viola la Constitución, sin embargo el gobernador Sam Brownback dice que las enmiendas 9 y 10 de la Constitución, incluyendo la Carta de Derechos de su propio estado, protege la nueva ley en Kansas. La Carta de Derechos de Kansas declara lo siguiente: «una persona tiene derecho a tener y portar armas para la defensa propia, la familia, el hogar y el estado, para la caza legal y el uso recreativo, y para cualquier otro propósito legal».

A lo largo de la historia, los gobiernos opresivos han hecho la guerra en contra de sus ciudadanos, algo que no es nada nuevo bajo el sol puesto que la historia se repite continuamente. Los ciclos de guerras y revoluciones permanecen con nosotros hasta el día de hoy. Estados Unidos tiene su historia personal de las guerras cuando tomaron las armas para luchar contra su propia gente: primero, sus primos, los británicos y en menos de un siglo entre los estados con pérdidas humanas  sorprendentes sumando en los cientos de miles.

La naturaleza humana es muy predecible, en la forma en que se dirige. No creas la afirmación de que los seres humanos por naturaleza son buenos, la historia demuestra que están equivocados. A pesar de aquellos que ridiculizan o no creen el relato bíblico, es el único documento que los seres humanos tienen que describe con precisión la razón que los individuos y las naciones han sido destruidas por miles de años. También es el único documento que explica en detalle cómo la humanidad puede realmente transformar sus malos caminos y lograr la verdadera paz, la estabilidad social y el progreso.

Adán y Eva fueron creados con la capacidad de entender su propósito para este mundo hasta que voluntariamente decidieron rebelarse contra Dios, su Creador. Decidieron interpretar la vida a su manera sólo para descubrir la terrible decisión que fue y que trajo tanta miseria no sólo para ellos sino también para sus descendientes.

La primera muerte humana registrada en la historia del mundo fue un fratricidio. Caín y Abel, los hijos de Adán y Eva, tenían perspectivas opuestas del mundo. La interpretación de Caín acerca de Dios era diferente a la de Abel y esto lo enojó. En Génesis 4:6-7 leemos: «El Señor le preguntó a Caín: ‘¿Por qué estás enojado? ¿Por qué parece triste tu rostro? Tú sabes que si haces lo correcto, te aceptaré. Pero si no lo haces, el pecado está listo para atacarte. Ese pecado querrá controlarte, pero tú debes controlarlo’» (la versión de fácil lectura).

El autogobierno es muy importante y sólo se puede entender y actuar en consecuencia al abrazar la verdad revelada de Dios. Es imposible hacer lo que es correcto cuando las vidas humanas son controladas por el pecado. El pecado es una fuerza bien organizada que mora dentro de nosotros. Necesitamos algo mucho más grande que nuestro propio intelecto superficial y erróneo para vencerlo, de lo contrario, nos va a controlar en lugar de al revés. El resultado de actuar sobre nuestras tendencias que tienden a desbocarse, no es bueno: “Caín dijo a su hermano Abel: ‘Vamos al campo’ Así que fueron al campo. Entonces Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató” (v. 8). ¿A caso se salió Caín con la suya sin recibir las consecuencias a ese acto tan horrible? Por supuesto que no, cada acción tiene una reacción igual o mayor.

Es fácil negar la existencia de Dios o interpretar el universo, el mundo y la vida desde la perspectiva del hombre hasta el punto de culpar a Dios por permitir tanta miseria, destrucción y maldad y nunca aceptar nuestra responsabilidad personal. «Más tarde, el Señor dijo a Caín: ‘¿Dónde está tu hermano Abel?’ Caín respondió: ‘No lo sé. ¿Es mi trabajo cuidar de mi hermano?’ Entonces el Señor dijo: ‘¿Qué has hecho? Has matado a tu hermano y se abrió la tierra para tomar la sangre de tus manos. Ahora su sangre me está gritando desde la tierra. Así que serás maldecido de esta tierra’» (vv. 9-11). Sólo nos engañamos a nosotros mismos pensando que nuestras acciones pecaminosas y malvadas son sin consecuencias.

En esta vida y en la venidera, damos cuenta de toda palabra y acción, ya sea buena o mala. A medida que estudiamos seriamente la Biblia, aprendemos no sólo que Dios juzga a las personas, como en el caso de Caín, pero también juzga a naciones:

«Pero el día del Señor está cerca para todas las naciones. Como tú has hecho, te será hecho a ti, tus obras volverán sobre tu propia cabeza» (Abdías 1:15).

«Él juzgará a las naciones. El suelo estará cubierto de cadáveres. Se castigará a los responsables de las naciones poderosas de todo el mundo» (Salmos 110:6, versión fácil de leer).

En la década de 1730 y 1740, las colonias norteamericanas experimentaron un considerable movimiento conocido como el Gran Despertar [Great Awakening]. Esto se produjo como resultado de la aplicación de la perspectiva bíblica efectiva que los llevó al arrepentimiento y de vuelta a la ley moral de Dios para estar bien con Dios y los hombres. En esa generación se dieron cuenta de la importancia de la aplicación de todo el consejo de Dios en todas las áreas de la vida y con la ley moral bíblica como la base para todas las instituciones. También los preparó para ser valientes para exigir predicaciones y enseñanzas de los púlpitos sobre la justicia y la rectitud. Una vez más, ellos entendieron la responsabilidad del autogobierno y no regirse por ninguna otra autoridad religiosa. Los padres fundadores crecieron con este entendimiento que los preparó, y la mayoría de los colonos, para la Guerra de la Independencia, ya que entendieron que el poder político no era un monopolio del rey de Inglaterra. Si lees la Declaración de Independencia vas a obtener un mejor entendimiento de esto.

Durante la guerra contra Gran Bretaña, se apoyaron en la oración, el ayuno y la gran confianza en la soberanía de Dios. A lo largo de la guerra, la intervención divina de Dios los llevó hasta la victoria. Incluso durante la Guerra de 1812, una vez más vieron la mano de Dios liberándolos.

Muchos errores se cometieron después de eso, los males sociales no se corrigieron, y las doctrinas erróneas se introdujeron en las iglesias. Dios juzgó a la nación y de 1861 a 1865, los estadounidenses se mataron entre sí por cientos de miles. Desde entonces el país ha estado a la deriva lejos de la perspectiva bíblica. Una vez más, Estados Unidos se enfrenta a una gran decisión. ¿Irá a volver al Dios de la Biblia en arrepentimiento por todo el mal que ha cometido para tener un futuro mejor o caerá bajo el juicio de Dios?

Dios controla el futuro entre las naciones y de acuerdo a su verdad revelada, generaciones en el futuro van a entender la importancia de adquirir el conocimiento de Dios. «El Señor mediará entre las naciones y resolverá los conflictos internacionales. Ellos forjarán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en herramientas para podar. No peleará más nación contra nación, ni seguirán entrenándose para la guerra”. (Isaías 2:4 versión fácil de leer)

Mientras tanto, nuestra generación tiene que decidir a quién vamos a seguir y qué precio estamos dispuestos a pagar? ¿A quién vamos a temer al hombre o a Dios? ¿Quién tiene nuestro mejor interés el hombre o Dios?

Facebook
Twitter
LinkedIn
Reddit