La campaña de concientización de «Silent No More» [«No Más Silencio»]
23 de enero de 2006
Gracias. Es un honor y un privilegio estar aquí. Esta es mi primera Marcha por la Vida y oro porque sea la última para todos nosotros.
He escuchado muchos testimonios de mujeres que se han referido al hombre de su vida que había jugado un papel en sus abortos.
Yo estoy aquí hoy porque yo fui el hombre. Hace años, después de mi servicio en el Ejército y durante mi primer año universitario, dejé embarazada a una muchacha. Uno de los dos estaba enamorado, y no era yo. Me creí la mentira de que con hacer un cheque por unos pocos dólares mi «problema» podía desaparecer con facilidad.
Usé todas las excusas comunes para no darle el frente a mi responsabilidad; todavía estaba en la universidad, era demasiado joven, no tenía dinero y, por supuesto, yo sabía que no teníamos un futuro juntos. Además, era sólo una «masa de tejido». Esa fue la mentira más grande y lo más cercano que tuve para distanciarme del hecho real que estaba a punto de ocurrir.
Ser el hombre me daba la ventaja adicional de distanciarme aún más. Como pueden ver, yo no era el que iba a tener que pasar por el proceso. Sólo tenía que llevarla a la clínica y recogerla después.
Después nunca hablamos de eso, ni lo hice yo tampoco durante años. Ni una sola palabra nunca.
No fue hasta más de veinte años más tarde, cuando volví a mi fe y me casé, que comprendí de verdad lo que había hecho. Cuando los médicos le dijeron a mi esposa que no podríamos tener hijos, las emociones y la culpa se derramaron sobre mí. ¿Estaba siendo castigado por no haber protegido a mi primer hijo? Los hombres estamos llamados a ser los protectores, especialmente de los jóvenes y los indefensos, pero yo evadí esa responsabilidad. Asesiné a ese niño, a mi hijo. Ninguna semántica, ninguna excusa, ninguna mentira puede defender ni describir aquello de otra manera.
Lamento mi paternidad perdida.
Pero no estaba siendo castigado y he sido perdonado. Me he perdonado yo mismo, y mi esposa me ha perdonado de buena gana. Dios me ha perdonado.
Y los médicos estaban equivocados. Hemos sido bendecidos con dos hermosos hijos y tengo un tercero al que sé que volveré a ver.
Yo siempre seré ese hombre, pero también soy un hombre que ya no cree en las mentiras y que nunca más se quedará callado.
Gracias y que Dios les bendiga.
Jonathan Flora es un productor laureado por la edición mundial de la discos de video de las películas de Miramax y Disney, siendo las más recientes «El aviador» y «En busca del País de Nunca Jamás». Además dirige anuncios comerciales y videos musicales. Recientemente creó y dirigió «Un trueno distante», una película impactante de 35 minutos que combina el drama judicial y la guerra sobrenatural para ayudar a revelar la realidad de lo que hace el aborto a un bebé y a la madre del mismo. Jonathan está casado con Deborah Flora (la estrella de «Un trueno distante») y tienen dos hijos: Olivia y Benjamín.