Steve Deace | 13 de julio de 2014
Los colapsos, la anarquía y las crisis están llegando actualmente tan «rápidos y furiosos» que no se puede realizar un seguimiento de todo esto, por lo que muchos de ustedes probablemente se perdieron un fenómeno reciente que en realidad puede ser la amenaza más grande de todas a nuestra república constitucional.
Esta semana, las mismas personas que abuchearon a Dios en la Convención Nacional Demócrata de 2012 declararon abiertamente guerra al Creador. En lugar de arrepentirse de su intento de tiranía, la respuesta de la Izquierda Marxista/estatista a la opinión de la Corte Suprema de la semana pasada en favor de Hobby Lobby (entiéndase Primera Enmienda), fue eliminar toda simulación de que todavía creen en la Constitución de los Estados Unidos.
Luego de haber mentido previamente… ehh… alegando que ellos nunca harían nada para evitar que practicaras tu fe en la iglesia, «donde tiene que ser», la Izquierda Marxista/estatista ha declarado abiertamente la guerra a Dios y a aquellos que todavía creen en lo que la Palabra de Dios dice sobre cuestiones morales.
La ACLU [Unión Estadounidense por las Libertades Civiles] y otros grupos antiestadounidenses anunciaron que están retirando su apoyo a una legislación atroz conocida como ENDA. Dado que con un escaso 5-4 la mayoría de la Corte Suprema de Estados Unidos sigue creyendo en la Primera Enmienda, es obvio para ellos que la ENDA no es suficientemente atroz con su versión actual. ENDA, que significa Ley para la No Discriminación en el Empleo [en inglés: «Employment Non-Discrimination Act»], constituye el nada santo grial de los cabilderos de la depravación moral. Los promotores de la inmoralidad han estado promocionando varias versiones de este proyecto de ley durante años, pero el resultado final siempre es el mismo: vas a tener que andar con cuidado.
La intención de esta legislación es que el Gobierno Federal haga de una vez por todas que el comportamiento sexual privado de determinadas personas sea una categoría protegida públicamente en los 57 estados de Obama, y así silenciar definitivamente cualquier disensión moral o religiosa de su depravación. Por supuesto, la versión fue aprobada el año pasado por el Senado de los Estados Unidos, controlado por los Demócratas, incluyendo las llamadas «exenciones religiosas». Sin embargo, nadie que sea más inteligente que Joe Biden cree que las mismas personas que piensan que los Federales pueden ordenar a las «Hermanitas de los Pobres» que paguen por el asesinato de bebés, podrá pensar que estas personas se tomen en serio la protección de la libertad religiosa.
Ahora que la Corte Suprema (con la que han contado anteriormente en numerosas ocasiones para imponer sus edictos estatistas al pueblo estadounidense por decreto) en realidad se opone a ellos para variar, estos grupos antiestadounidenses de la Izquierda Marxista/estatista no van a rendir servicio a la libertad, ni siquiera de los labios hacia afuera. Por tanto, ya no apoyarán ninguna legislación que no le diga a las instituciones religiosas que tienen que obedecer al hombre y no a Dios.
Nerón estaría orgulloso.
Esto significa que si usted es una escuela cristiana y tiene un maestro o administrador que lleva una vida inmoral, la cual desacredita su misión, no podrá despedirlo. Como este ejemplo, cortesía de Denny Burk, del Seminario Teológico Bautista del Sur:
El año pasado, Azusa Pacific University (una escuela cristiana) le pidió a una profesora de teología que se marchara, luego que comenzó a asumir una identidad transexual. La «identidad de género» está protegida por la ENDA. Si la ENDA fuera la ley de la tierra sin exenciones religiosas, entonces hubiera sido ilegal para esta escuela cristiana despedir a dicha profesora. Bajo la ENDA, Azusa hubiera estado violando la ley federal al seguir las enseñanzas cristianas sobre el género.
Burk concluye acertadamente:
Estos grupos de izquierda están llevando a cabo una estrategia de suma cero contra los grupos e individuos religiosos. Ellos han declarado una guerra cultural a muerte y no ofrecerán cuartel a los disidentes religiosos sinceros. Están dispuestos a usar el poder coercitivo del Estado para pisotear las conciencias religiosas de sus conciudadanos. Esto resulta radical y escalofriante.
Si usted es un demócrata que se toma en serio su fe y cree que gente como Burk y yo estamos tomando demasiado en serio elementos marginales de su partido, tenga en cuenta el hecho de que la mayoría demócrata en el Senado de los Estados Unidos cuenta con una legislación de «vía expedita» que buscaría dar marcha atrás a la opinión sobre Hobby Lobby. El proyecto de ley exigiría a la empresa que pagara abortivos y asesinatos de bebés, como el Obamacare exigió originalmente.
Los demócratas electos en el Senado de los Estados Unidos no constituyen la periferia de su partido. Ellos son el partido. Esto es en lo que el Partido Demócrata se ha convertido.
El argumento de décadas de al centro de la derecha/al centro de la izquierda, que hemos sostenido desde el New Deal sobre cuánto gobierno debe ser utilizado para equilibrar la balanza, se ha terminado. Cuando el demócrata Zell Miller se levantó y habló en la Convención Nacional Republicana de 2004, marcó el final simbólico del viejo Partido Demócrata. Del Partido que una vez afirmó que representaba los valores de la clase obrera y de la clase media, así como de las minorías étnicas y raciales; que creía que necesitaba un gobierno que funcionara como control y equilibrio contra el corporativismo.
La generación de demócratas que nos dio hace veinte años la Ley de Restauración de la Libertad Religiosa, que la Corte Suprema utilizó como base para su fallo a favor de Hobby Lobby, ha desaparecido casi totalmente. Ha sido sustituido por lo que David Horowitz llama «la Nueva Izquierda». Esta «Nueva Izquierda» no está compuesta por meros liberales. Son puros izquierdistas. No quieren tanto desarrollar el gobierno, como cambiarlo. Son reconstruccionistas sociales cuyo objetivo es conferir poderes al gobierno para reemplazar nuestros ideales judeo-cristianos de libertad y de moral, por lo que vendría a ser el marxismo cultural.
Y no van a parar hasta que el excepcionalismo americano, que ellos no comprenden y que odian, sea erradicado de una vez por todas. Es por eso que su objetivo final es silenciar a la Iglesia, como todos los tiranos de la historia han tratado de hacer, porque la Iglesia siempre ha sido el principal obstáculo para el estatismo en una cultura.
Porque la Iglesia dice que sólo Dios es Dios, y el gobierno no lo es.
Sin mencionar que con Dios fuera del camino, también quedarán fuera los derechos por Él otorgados, lo que nos convierte de hecho en unos protegidos del gobierno y no en personas libres. Como Chesterton dijo una vez: «Cada vez que el gobierno elimina a Dios, después el gobierno se convierte en dios».
No se puede compartir una cultura con personas que no la compartirían con uno. No hay negociación con estas personas. Usted sólo puede convertirlas o derrotarlas.