La libertad es la oportunidad de hacer lo correcto

Nena Arias | 8 de junio de 2020

«Pensemos en la libertad, no como el derecho a hacer lo que queramos,
pero como la oportunidad de hacer lo correcto».
~Peter Marshall~

La forma en que las personas interpretan la «libertad» tiene mucho que ver con cómo viven y cómo tratan a los demás. Juzgando por esa declaración, podemos concluir que estamos viviendo en un momento de grandes contradicciones.

El consenso general de la libertad en la sociedad es que podemos hacer lo que queramos y ser quienes queremos ser, y nadie debe dictarnos lo que debería ser. Esto no es lo que es la verdadera libertad.

La definición de libertad de la sociedad ha pervertido nuestros valores y prioridades. Ha equiparado la conciencia con los sentimientos y ha pervertido nuestros deseos sexuales. Se les ha dicho a los niños y niñas, ya en la secundaria, que está bien usar anticonceptivos y ser promiscuos. Se nos ha dicho que matar a un bebé en el útero de la madre es legal y lo llaman aborto. Se nos ha dicho que el matrimonio entre personas del mismo sexo es aceptable y legal. Les han dicho a los estudiantes de preparatoria que no tienen ninguna responsabilidad real en el hogar, ya que solo son menores de edad. Han educado a los estudiantes universitarios que se espera que se emborrachen los fines de semana y que lo vivan de fiesta. De hecho, se les dice que pueden celebrar una fiesta de cuatro años a expensas de sus padres. La sociedad acepta como «normal» una noche de intimidad con perfectos desconocidos o alguien que acaban de conocer. El divorcio es ahora la norma en más del 50% de los matrimonios y la gente dice: «oh, bueno», la vida sucede y las circunstancias son difíciles. Muchas parejas ni siquiera se molestan en casarse, simplemente deciden vivir juntas para gratificarse hasta que eso ya no suceda y luego se pasan a otra persona. Su excusa favorita es «no juzgues». ¿Quien eres tú para juzgar? ¡Es mi vida!

La deformada definición de libertad en la sociedad moderna cree que han borrado todos los absolutos establecidos por Dios. Solo porque piensan que se les debe la libertad de hacer lo que quieran; ni siquiera Dios tiene el derecho de juzgarlos.

Espera un rudo despertar para aquellos que eligen ignorar la definición de Dios de la verdadera libertad. “Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:32).

“Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6).

“Así que, si el Hijo los hace libres, serán verdaderamente libres” (Juan 8:36).

“Estén, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no se pongan otra vez bajo el yugo de la esclavitud” (Gálatas 5:1).

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