La oscuridad cultural exige una explosión de luz

Ramón Arias | 4 de agosto de 2015

¿Cuál consideras que es el mayor problema de los Estados Unidos? Algunos encontrarán difícil singularizar la dificultad principal que enfrenta nuestra nación. Es innegable que la lista de problemas que afectan a este país es larga. Para la mayoría de las personas en el mundo la respuesta lógica es la de los opuestos. Lo opuesto de lo amargo es lo dulce, del frío es lo caliente, del mal es el bien, de lo verdadero es lo falso, de la guerra es la paz, de la enfermedad es la buena salud, de la oscuridad es la luz y así sucesivamente. Suena simple y lógico, sin embargo, las naciones se encuentran siguiendo los mismos pasos ancestrales del caos. ¿Por qué es eso, y por qué es tan difícil poner orden?

Consideremos la moralidad. Cuando se trata de definir cuál es la mejor forma de moral para la sociedad nos metemos en la difícil situación de preguntarnos cuál es la moralidad adecuada y cómo o quién determina la moralidad. Los videos recientes que están exponiendo a los médicos y ejecutivos de la organización Planned Parenthood (Planificación de la Familia), que es la industria más grande de la masacre de los niños no nacidos, donde se discute la venta de partes de bebé que ha horrorizado al público. Esto ha conmocionado incluso a algunos pro-abortistas. Realmente es repugnante, pero ¿qué podemos esperar de una sociedad que se ha descarrilado moralmente y ha abrazado una cultura de barbarie? Una versión de la moral ha determinado que los bebés en el vientre de la madre no tienen ningún valor y pueden ser asesinados por los métodos más horribles con la aprobación de la madre o de ambos padres. En Estados Unidos solamente cerca de sesenta millones de bebés han sido sacrificados. La moralidad de la mayoría de las personas está indignada por el asesinato de un león y han amenazado de muerte al cazador que lo mató, a pesar de que supuestamente pagó y adquirió todos los permisos necesarios en la nación africana donde estaba cazando legalmente. La mayoría de los estadounidenses tienen una profunda crisis en la comprensión de lo que es la moral correcta.

La moral de los Estados Unidos ya no es la establecida por los antepasados ​​y esto la está hundiendo rápidamente hacia un abismo mayor de la oscuridad cultural. Hace un poco más de cien años, a principios del siglo 20 el país confrontaba una decadencia moral; a estas alturas estarían impactados al saber que su falta de voluntad para poner fin a la inmoralidad dio paso a un legado que ha producido una nación irreconocible en el siglo 21 para las generaciones venideras.

El presidente Theodore Roosevelt, en un evento el 14 de abril de1906 se dirigió a la audiencia en un evento para la colocación de la primera piedra para el edificio de oficinas de la Cámara de Representantes (el Cannon House Office Building), y habló de la maldad de los tiempos que estaba dominando la cultura de los Estados Unidos. 

A pesar de que Theodore Roosevelt profesaba ser cristiano y miembro de la Iglesia Reformada Holandesa, él también estuvo involucrado con la denominación de su esposa en la Iglesia Episcopal, pero carecía de la cosmovisión bíblica que le dio forma a las generaciones pasadas. Sin embargo, él estaba plenamente consciente de que la nación iba en la dirección equivocada.

En ese discurso, donde aborda el problema de frente, a pesar de que se dirigía a la responsabilidad del periodista a ser veraz y cumplir con la moral de Dios para la vida,  también se aplica a todos los cristianos que profesan la fe. Revisemos partes de su mensaje con mis breves comentarios con la esperanza y una oración que esto abrirá nuestros ojos a la realidad actual de los Estados Unidos.

En su discurso de apertura, reconoce que los problemas materiales que la presidencia de George Washington experimentó eran diferentes a los de T. Roosevelt. Cuando se trata de la conducta humana eran las mismas, en otras palabras, no hay mucho progreso logrado debido a las tendencias de la gente de acoger el mal.

Theodore Roosevelt declaró: 

«Más de un siglo atrás Washington puso la piedra angular del Capitolio … Los problemas materiales que enfrentamos hoy no son como eran en los tiempos de Washington, pero los hechos subyacentes de la naturaleza humana son los mismos ahora como lo eran entonces. Bajo alteración externa guerreamos con las mismas tendencias hacia el mal que fueron evidentes en la época de Washington, y son ayudadas por las mismas tendencias para el bien. Se trata de algunas de estas que me gustaría decir unas palabras hoy».

Roosevelt hizo referencia a las alegorías encontradas en la famosa obra del Progreso del Peregrino de John Bunyan para señalar cómo la mayoría de la gente prefiere la inmundicia de la vida en vez de las bendiciones éticas de Dios en todas las áreas. Él dijo:

«En El Progreso del Peregrino de Bunyan quizá recuerden la descripción del Hombre con el Rastrillo para el barro, el hombre que no podía ver de ninguna otra manera sino hacia abajo, con el rastrillo para el barro en la mano; a quien se le ofreció una corona celestial de intercambio por su rastrillo sucio, pero que ni siquiera alzaba los ojos ni consideraba la corona que se le ofreció, pero continuó rastrillando para sí la suciedad del suelo».

Roosevelt atacó directamente la obsesión de la gente de elegir el pecado destructivo de la vida carnal en lugar de la riqueza de una vida transformada que comienza con la aceptación de Jesucristo como Salvador y Señor. Él advierte contra ignorar lo que es vil y degradante. Él reprende a los que optan por permanecer en silencio o piensan que pueden ser neutrales; cuando en realidad están respaldando el mal. Roosevelt continúa:

«En El Progreso del Peregrino el Hombre con el Rastrillo para el barro se expone como el ejemplo de aquel cuya visión se fija en lo carnal en lugar de en las cosas espirituales. Sin embargo, también tipifica el hombre que en esta vida se niega sistemáticamente a ver algo que es noble, y fija sus ojos con intensidad  solemne sólo en lo que es vil y degradante. Ahora, es muy necesario que no evadamos ver lo que es vil y degradante. Hay suciedad en el suelo, y debe ser raspado con el rastrillo para el barro; y hay momentos y lugares en los que este servicio es el más necesario de todos los servicios que se pueden realizar. Pero el hombre que nunca hace nada, que nunca piensa o habla o escribe, salvo por sus hazañas con el rastrillo, se convierte rápidamente, no en una ayuda para la sociedad, no una incitación a lo bueno, sino una de las fuerzas más potentes para mal«.

Él no sólo reconoció los males abrumadores y graves que estaban enfrentando, pero también habló sobre cómo hacer la guerra contra ellos con urgencia y resolución firme. A nadie se le debería dar un pase; más bien los que entendían los tiempos deberían dirigir la luz mediante la exposición del mal de cada hombre en todos los ámbitos de la sociedad y sus instituciones. Se les reconoció positivamente a los benefactores que utilizaban los medios de comunicación social y de la palabra hablada y escrita para atacar sin piedad, siempre y cuando lo hicieran sobre la base de la verdad absoluta y los hechos. Cuando los individuos son atacados con exageración, la honestidad y el carácter de los individuos se ven perjudicados en gran manera. Aun así, hay quienes se regocijan cuando los malhechores vituperan a gente decente. Roosevelt añadió:

«Hay, en el cuerpo político, el económico y social, muchos y graves males, y hay necesidad urgente de que se haga la guerra más dura contra ellos. Debe haber exposición incesante y ataque sobre cada hombre malo ya sea el político o el hombre de negocios, toda obra perversa, ya sea en la política, en los negocios o en la vida social. Felicito como un benefactor a cada escritor o representante, todo hombre que, en la plataforma, o en libro, revista o periódico, hace esos ataques con la severidad implacable, siempre y cuando que él a su vez, recuerde que el ataque es de uso sólo si es absolutamente veraz. El mentiroso no es ni un ápice mejor que el ladrón, y si su mendacidad toma la forma de la calumnia, puede ser peor que la mayoría de los ladrones. Se pone un recargo sobre la bajeza faltando a la verdad para atacar a un hombre honesto, o incluso con exageración histérica para atacar a un hombre malo con falsedad. Una epidemia de asalto indiscriminado sobre el carácter no da nada bueno, sino causa un gran daño. El alma de cada sinvergüenza se alegra cada vez que un hombre honesto es asaltado, o incluso cuando un insolente es asaltado falsamente … «. 

Sin lugar a dudas, la justicia engrandece a la nación pero la injusticia es afrenta de las naciones. Roosevelt hizo llamado a los hombres de justicia a la calma pero también al valor y con audacia obtener el conocimiento de la verdad revelada de Dios para atacar a todos los males de su tiempo. Ningún reportero debe traicionar la intención original de la fundación de los Estados Unidos, el cual es Jesucristo la Piedra Angular de Dios y la verdad revelada de Dios; lo mismo se aplica a todos los cristianos y estadounidenses decentes. El hombre, que está en guerra contra el Dios de la Biblia, siempre busca la manera de atraer y embaucar a otros que se oponen a ellos. Ellos sólo pueden tener éxito si el pueblo de Dios es neófito que carece de comprensión del consejo completo de Dios tal como se aplica a la vida y a la cultura. Él continúa diciendo:

«… El sensacionalismo histérico es el arma más pobre con el cual luchar por la justicia duradera. Los hombres que con la sobriedad estricta y la verdad asaltan los muchos males de nuestro tiempo, ya sea en la prensa pública o en las revistas o en los libros, son los líderes y aliados de todos los que participan en el trabajo por el mejoramiento social y político. Pero si dan buena razón para desconfiar de lo que dicen, si se enfría el ardor de aquellos que exigen la verdad como una virtud primaria, con ello traicionan la buena causa, y caen en las manos de los mismos hombres contra los que están nominalmente en guerra … «.

Él estaba en lo correcto; la predicación o la enseñanza no se limita a los que proclaman la palabra de Dios, sino también a los que abogan por cualquier curso de acción. Los predicadores o maestros de los disturbios y el descontento son aquellos que tienen una visión del mundo distorsionada y lejos de resolver los males sociales las hacen aún peor, ya que convencen a otros para que los sigan; Jesús los llamó ciegos guiando a los ciegos al hoyo de la destrucción. Él añadió:

«Por otro lado, los predicadores salvajes de los disturbios y el descontento, los agitadores salvajes contra todo el orden existente, los hombres que actúan con malicia, ya sea por diseño siniestro o del simple rompecabezas de aturdimiento, los hombres que predican la destrucción sin proponer sustituto alguno para lo que tienen toda la intención de destruir, o que proponen un sustituto que sería mucho peor que los males existentes, todos estos hombres son los rivales más peligrosos de una reforma real. Si se salen con la suya van a llevar a la gente a un pozo más profundo que cualquiera que podrían caer bajo el sistema actual. Si no pueden salirse con la suya de todas maneras van a hacer un daño incalculable al provocar el tipo de reacción que, en su rebelión contra el mal sin sentido de su enseñanza, exaltaría de manera más segura que nunca los mismos males que sus seguidores mal informados creen que están atacando … «.

Teddy estaba cien por ciento exacto al afirmar que los estadounidenses deben esforzarse por obtener todo el conocimiento, la comprensión y la sabiduría de la verdad revelada de Dios, que es guiada por el Espíritu Santo espiritual y éticamente, si es que el vivir limpiamente y ser bien pensante se va a lograr para las generaciones venideras. Tener esto como el objetivo principal hará que todos los demás beneficios morales en esta vida sean el resultado. Esto es lo que Jesús quiso decir, cuando dijo que debemos buscar primero el reino [carácter] de Dios y Su justicia. No hay otra opción para los Estados Unidos o cualquier otra nación y la historia va a demostrar que esto es cierto. Somos seres humanos eternos con un cuerpo físico mortal que debe ser desechado en algún momento. Al salir de esta vida terrenal sólo hay dos destinos: el cielo o el infierno. Nosotros elegimos donde queremos pasar la eternidad por la forma en que acogemos la vida aquí en la tierra, ya sea en la obediencia o desobediencia a los mandamientos de Dios. Roosevelt concluyó:

«Materialmente debemos esforzarnos por conseguir una oportunidad económica más amplia para todos los hombres, de modo que cada uno tenga una mejor oportunidad de demostrar de qué está hecho. Espiritual y éticamente debemos esforzarnos por lograr una vida limpia y de pensamiento correcto. Somos conscientes de que las cosas del cuerpo son importantes; pero apreciamos también que las cosas del alma son muchísimo más importantes. La piedra principal de la vida nacional es, y siempre debe ser, el alto carácter individual del ciudadano común». 

T. Roosevelt no sólo estaba alentando a los periodistas, sino también a los cristianos a arrojar luz en medio de la oscuridad cultural en la cual el país estaba sumergido hace cien años. Si deseas leer el mensaje completo(disponible en inglés solamente), dirígete aquí.

No estoy ciego a las realidades de la pasión y el compromiso de Teddy Roosevelt para encontrar poderes inexistentes en la Constitución para poder ampliar el gobierno federal sobre el comercio y la guerra y otros defectos comunes del puesto ejecutivo. Él tenía una pasión fuerte para hacer grande a Estados Unidos, pero no siguió la intención original de no enredarse en los asuntos de otras naciones, excepto para el comercio moral. También ignoró la mejor cultura que hubiera ayudado a los países a superar la cultura de la corrupción al enseñar y discipular a las naciones en los estatutos del Reino de Dios. Al ignorar esta realidad, abrió las puertas para futuras administraciones que siguieron después de él, no sólo a los abusos del poder político pero en distanciarse de la rendición de cuentas a la ética y a la ley de Dios tal como se aplica a un gobierno civil y todas las demás áreas de la vida.

¿Entonces por qué es importante citar el discurso dado por Roosevelt en 1906? Es importante para nosotros el evaluar lo que ocurrió moral y culturalmente en el siglo 20 en esta nación y también cómo históricamente se sabe ahora que ha sido el más sangriento de todos los siglos. Ese siglo estuvo lleno de guerras, dos guerras mundiales, revoluciones y una carrera para acumular armas nucleares devastadoras, que en el caso de una tercera guerra mundial prometen ser algo de tal magnitud que la raza humana nunca ha experimentado.

En su mayor parte, los cristianos estadounidenses a principios del siglo 20 estaban más preocupados por las ganancias materiales y la búsqueda de placeres inmorales que década tras década crearon una cultura similar a la del Infierno de Dante. Hasta ahora, en el siglo 21, la inmensa oscuridad cultural no ha retrocedido.

Hace dos mil años, la nación de Israel rechazó a Jesús Cristo, la Piedra Angular de la fundación (Salmos 118:22; Isaías 28:16; Mateo 21:42; Hechos 4:11) y en el año 70 d. de C., el Templo de Jerusalén e Israel fueron destruidos. 

¿Cómo será el futuro de Estados Unidos cien años a partir de ahora? La respuesta depende de los cristianos en este país; si acogen todo el consejo de Dios como está revelado en Su Palabra y se basan en Jesucristo, la Piedra Angular, una piedra probada, una piedra angular preciosa, de cimiento estable; si se basan sobre esta roca sólida nunca se retirarán en pánico, sino que estallarán con la luz de Dios y demolerán las tinieblas en todas las áreas de la vida.

“Jesús habló una vez más al pueblo y dijo: «Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida»…. ” Juan 8:12 (NTV)

“Pongan su confianza en la luz mientras aún haya tiempo; entonces se convertirán en hijos de la luz.” Juan 8:36 (NTV) 

“Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa. De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.” Mateo 5:14-16 (NTV)

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