Nena Arias | 23 de enero de 2023
“Porque las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. Destruimos los argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios; llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo”
(2 Corintios 10:4-5)
Cada ser humano está involucrado en una guerra. No es una guerra de armas físicas mortales. Es la batalla de la mente lo que la hace espiritual. Los cristianos son el blanco especial de esta guerra por parte de nuestro enemigo que está dedicado a ella para ganarla a toda costa. No hay nada ligero o superficial en este campo de batalla. Esto significa que, para el verdadero hijo de Dios, todo pensamiento debe someterse a la obediencia de Cristo, tal como lo hizo Jesús.
El poder del pensamiento es lo que lleva a toda acción. Comienza con una intención del corazón, que se la presenta a la mente, la mente concibe y elabora ese pensamiento, y con el tiempo se convierte en acción. “Porque cual es su pensamiento en su mente, tal es él” (Proverbios 23:7).
Esto es genial si es un buen pensamiento e intención porque eso lo guiará a un buen lugar. Pero si el pensamiento es malo, solo conducirá a la destrucción del individuo y se extenderá a su entorno y eventualmente a la sociedad, lo que nos afecta a todos.
Los que odian a Dios siempre están buscando formas de luchar contra Dios porque ellos quieren ser dioses. Los siglos XX y XXI han sido especialmente contra Dios, y estamos viviendo el impacto de lo que eso ha logrado. En Estados Unidos, desde que fuimos fundados sobre principios bíblicos y la mayoría de sus ciudadanos cree en el Dios de la Biblia, aquellos que están en contra de Dios en el pasado han tenido que ser muy sutiles en su lucha para introducir sus ideas en nuestra cultura. Pero como hemos visto, ese ya no es el caso. Su lucha contra Dios y todos los que creemos en él es flagrante y completamente abierta. Los que odian a Dios ya no se esconden para implementar su agenda malévola. Nos la presentan a la cara y no se disculpan en lo más mínimo. Por el contrario, la osadía es muy atrevida.
Siempre ha sido una cosa importante para aquellos con hambre de poder para quién va a controlar nuestras mentes.
Proverbios 16:32 dice que el que domina su mente es mayor que el que toma una ciudad. La mayoría de las personas de todas las edades pasan mucho tiempo solas, por lo que su mente es su única compañía. ¿Sobre qué piensas? ¿Qué te dices a ti mismo? ¿Dejas que tu mente divague y piense lo que quiera o eres tu quien la dirige de la manera que quieres? Todo lo que vemos y escuchamos nos impacta positiva o negativamente. El sistema de valores y la verdad que hemos almacenado en nuestras mentes es nuestro filtro. Isaías 26:3 dice: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado”. ¿Te esfuerzas por mantener tu mente en los pensamientos de Dios acerca de todo o aceptas la influencia de pensamientos que Dios nunca puede aprobar?
Debemos saber cómo funciona nuestra mente de forma natural. En Romanos 8:7 dice: “Pues la intención de la carne es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios ni tampoco puede.” Debido a nuestra naturaleza pecaminosa, esta es la forma en que nuestras mentes funcionan si se les deja solas sin una guía deliberada de nuestra parte. Nuestra mente pecaminosa está cegada por el diablo y hace que nuestra mente sea enemiga de Dios. Colosenses 1:21 dice: “…ustedes también, aunque en otro tiempo estaban apartados y eran enemigos por tener la mente ocupada en las malas obras, …” Así es como vivimos hasta que invitamos a Cristo a entrar y abrir nuestros ojos y apoderarse de cada parte de nuestro ser por su Espíritu Santo.
No debemos ser de doble ánimo. Santiago 1:8 dice: “El hombre de doble ánimo es inestable en todos sus caminos”. Debemos decidir quién va a controlar nuestras mentes.
Hoy en día, hay una embestida para confundir nuestras mentes acerca de todo para que podamos ser controlados por aquellos que agresivamente quieren controlarnos para servir a sus propósitos codiciosos, egoístas y malvados. Estamos en una guerra total por la batalla para controlar nuestras mentes. Los conceptos e ideas falsas se han repetido una y otra vez hasta que las personas que son perezosas y negligentes para cuidar y dirigir sus mentes piensan que lo que están escuchando es la verdad o la forma en que son las cosas, incluso si esas ideas dicen lo contrario de lo que es la verdad.
Hay una gran cantidad de pensamientos, conceptos y valores que se han vuelto locos y que la gente ahora cree que son ciertos y que así son las cosas. Algunas de esas cosas malas que estamos escuchando es que la riqueza debe redistribuirse. Dicen que aquellos que han ganado su riqueza no tienen derecho a ella y tienen que dársela a aquellos que son menos afortunados o simplemente han sido perezosos para ganar su propia riqueza. Se nos dice que los hombres pueden ser mujeres y las mujeres pueden ser hombres. Incluso los llamados cristianos se han convencido de que ahora se debe aceptar, promover y celebrar el “matrimonio” entre personas del mismo sexo. Hace muchas décadas se le vendió a nuestra sociedad la mentira de que la vida en el útero no es vida en absoluto y se puede desechar; como resultado más de 66 millones de niños no nacidos han sido masacrados en el útero de su madre en los últimos cincuenta años. El útero es el lugar donde un niño debe sentirse más seguro.
Ahora se nos dice lo que podemos decir o no decir. Todo y todos están siendo censurados por la policía del pensamiento, y la gente está pagando severas consecuencias por defender sus creencias, especialmente si provienen de la Biblia. Se trata de controlar.
La parte buena es que solo tu tienes el control de tu mente y tus pensamientos y nadie puede quitártelo a menos que tu mismo renuncies a ese derecho y privilegio.
Mantén tu mente fija en el Señor, confía en él y solo en él para tu verdad. El que gobierna su mente es más grande que el más poderoso.