La ventaja del dolor y el sufrimiento

Nena Arias | 23 de agosto de 2021

“Tengan por sumo gozo cuando se encuentren en diversas pruebas sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia”.
(Santiago 1:2-3)

¿Hay alguna ventaja en el dolor y el sufrimiento? ¿El sufrimiento puede ser realmente algo bueno? El resultado del sufrimiento depende de a través de quién vemos el dolor y el sufrimiento. Lo creas o no, el sufrimiento puede hacernos más resistentes y capaces de soportar las dificultades cuando lo vemos desde la perspectiva de Dios. Piensa en ello como el «músculo de la vida». Todos sabemos que un músculo necesita un entrenamiento o un uso continuo para desarrollarse y estar en buena forma. El sufrimiento es nuestro entrenamiento para hacernos más fuertes y no ser derrotados fácilmente en los desafíos de la vida.

Nadie está exento de sufrir en la vida. Entonces, si el sufrimiento es inevitable, ¿por qué no aprender cuál es el verdadero propósito y cómo enfrentarlo? El sufrimiento es uno de los mejores maestros de vida que existen. No es que lo disfrutemos, y ciertamente no querríamos repetir las experiencias dolorosas, pero de seguro aprender de ellas. Las lecciones bien aprendidas a través del sufrimiento permanecerán con nosotros por el resto de nuestras vidas e incluso podemos transmitir la sabiduría y la riqueza que aprendimos. Santiago 1:2-4 dice: “Tengan por sumo gozo cuando se encuentren en diversas pruebas sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia. Pero que la paciencia tenga su obra completa para que sean completos y cabales, no quedando atrás en nada.” Claramente, las pruebas y las dificultades de la vida no solo nos mejoran, sino que nos transforman en mejores personas.

Algunos de los beneficios perdurables del sufrimiento se declaran en Romanos 5:3-5 dice: “Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce perseverancia, y la perseverancia produce carácter probado, y el carácter probado produce esperanza. Y la esperanza no acarrea vergüenza porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado”.

Como puedes ver, no es bíblico enseñar que un verdadero cristiano no debe sufrir. Cuando el sufrimiento se ve a través del lente de Dios, llegamos a producir buen carácter, perseverancia y esperanza, y la verdadera esperanza nunca defraudará. Nunca seremos defraudados por la esperanza cuando se basa en lo que Dios promete porque él no sabe cómo fallar.

El sufrimiento sin duda va a llegar a todos, pero es mejor tener problemas y saber cómo obtener la gracia suficiente para soportarlos. Dios nos dice que su gracia es suficiente pase lo que pase.

Recuerda siempre que no estás solo, aunque te sientas como si lo estuvieras. No solo el Señor está contigo, sino que debes saber que muchos otros creyentes están luchando por la fe hasta la muerte. Miles y millones están orando para que superes tus pruebas y tribulaciones. El sufrimiento y los problemas nos permiten aferrarnos a los mayores dones de Dios, como su compañerismo, consuelo y amor, que se vuelven más dulces y significativos con el tiempo.

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