Dr. Don Boys | 27 de diciembre de 2016
(barbwire.com) – El gran artista italiano del siglo XVI Rafael (conocido como «el Príncipe de los Pintores») estaba pintando los frescos del Vaticano cuando unos clérigos católicos romanos se detuvieron a observar su obra que estaba en progreso. Uno de ellos dijo: «El rostro del apóstol Pablo está demasiado colorado». El artista replicó: «Es que está sonrojado al ver en manos de quién ha caído la iglesia». Él estaba reflexionando en la condición de la Iglesia Católica Romana de sus días. Yo me siento de la misma manera respecto a la condición de las iglesias no católicas, a veces conocidas como «Protestantes» (que ya no protestan mucho) y algunas conocidas como «bautistas».
Jeremías escribió de la gente que no se podía sonrojar en Jer. 6:15. «¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado, ni aun saben tener vergüenza; por tanto, caerán entre los que caigan; cuando los castigue caerán, dice el Señor». Eso es lo que somos hoy en nuestras iglesias. Los líderes y laicos de las iglesias no pueden avergonzarse porque no ven nada malo en sus aspiraciones, acciones y logros. Ya nada parece estar mal.
Los dirigentes de la Iglesia Episcopal de los EE.UU., la Iglesia Presbiteriana de los EE.UU., y de la Iglesia Unida de Cristo han abandonado la Escritura desde hace tiempo y han perdido la capacidad de sonrojarse. Se han apartado de la sana doctrina bíblica desde hace muchos años y ahora están celebrando la «igualdad del matrimonio». A la mala doctrina siempre le sigue una vida de maldad. Esas iglesias favorecen la transexualidad, pero la sexualidad normal es considerada arcaica. Otros grupos eclesiásticos están llegando con rapidez a la misma conclusión.
Gordon Clanton, escribiendo en Presbyterian Journal opinaba: «No todo el sexo fuera del matrimonio es malo… En el siglo de la Píldora afirmamos que el sexo es (moralmente) neutral. El joven que ha determinado esperar hasta el matrimonio ha puesto al sexo en un pedestal demasiado alto». Clanton puede que no se sonroje, pero yo estoy seguro que los grandes presbiterianos como Billy Sunday, Clarence E. Macartney, J. Gresham Machen, y Carl McIntire se estarían sonrojando en el Cielo, si eso fuera posible.
Una iglesia en el sur de Richmond, Virginia, no se preocupa por las «cosas materiales», así que adoran desnudos, incluso cuando el tiempo es frío. Parece que muchos predicadores han perdido la capacidad de sonrojarse y también han perdido la mente. Nada es sagrado para ellos.
En la Iglesia Luterana de Ella/Ebenezer en San Francisco, que está afiliada con la Iglesia Evangélica Luterana de los Estados Unidos, la liturgia del «divino femenino» es celebrada cada domingo. El servicio pagano es dirigido por la pastora Stacy Boorn, sus sacerdotisas y personal. Aunque añaden un poco de trucos religiosos para justificar su mala vida, cualquier cosa es buena para atraer a los paganos. La pastora ha declarado: «Nuestras oraciones y liturgia se remontan al depósito de las tradiciones, para traer nombres [como] Madre, Shaddai, Sofía, Matriz, Cristo-Sofía, Partera, Shekinah, Kundalini, LA Que Es». ¡Y nadie se sonroja!
Muchas de las megaiglesias interdenominacionales, e incluso iglesias bautistas como la Iglesia Bautista de Saddleback de Rick Warren, en California, han perdido su capacidad de sonrojarse por todas sus concesiones, compromisos y corrupciones.
Rick se dirigió a la Sociedad Islámica de América del Norte (ISNA) que va del brazo con Hamas y la Hermandad Musulmana. ¡Él incluso pidió perdón por todos nosotros! Rick tiene una deficiencia de sabiduría, pues parece que apoya a todo el mundo. Tengo una foto suya abrazando a Cat Stevens (conocido como Yusuf Islam) quien apoyó el llamamiento a matar a Rushdie porque había «insultado» a los musulmanes. Cat también escribió: «¡Estoy orando a Alá para que nos dé la victoria frente a los kuffars!». Kuffar es un término musulmán para los que no son musulmanes, usualmente precedido de «sucio». Rick se jactó de que Cat había ido a visitarlo a su casa. Creo que Rick puede tener una sensación de inseguridad y necesita ser amado por todo el mundo.
En mayo de 2015, Rick sostuvo las manos del activista homosexual Elton John en una audiencia del Congreso, e incluso bromeó que si se hubieran dado un beso, ese hubiera sido «el beso que se escuchó “por todo el mundo”». Rick no comprende que la perversión no es una broma. Rick es un hombre brillante, de talento, sin sabiduría ni discernimiento, dos características que, en mi opinión, son esenciales para los predicadores.
La obispa lesbiana de Estocolmo «le propuso a una iglesia de su diócesis eliminar todas las señales de cruces y colocar marcas que mostraran la dirección de La Meca, para beneficio de los adoradores musulmanes». Era la primera obispa abiertamente lesbiana del mundo. Me pregunto qué pensaría Martín Lutero de eso. Parece que hace falta otra Reforma, pero hay escasez de «Luteros».
Me sonrojé cuando la histórica Iglesia bautista Monte de Sión en Miami tuvo a Louis Farrakhan predicando ante una multitud desbordante el 30 de julio de 2015. Louis dijo: «Estoy buscando a 10,000 en medio de un millón. Diez mil hombres intrépidos que digan que la muerte es preferible a seguir viviendo bajo una tiranía…. Así que si el gobierno federal no intercede por nuestros asuntos, entonces debemos levantarnos y matar a los que nos matan, perseguirlos y matarlos ¡y hacerles sentir el dolor de la muerte que estamos sintiendo!». Si yo hubiera hecho declaraciones similares, a esta hora estaría en una prisión federal. ¡El cretino incluso recibió una ovación de pie de esa multitud bautista! ¿Es que ya todo el mundo ha perdido la capacidad de discernir entre el bien y el mal?
Quedé anonadado por la diatriba depravada, vil y violenta de Farrakhan, pero hubiera quedado casi tan anonadado si hubiera dicho eficazmente algo sobre la familia, las drogas, etc., ya que ¡Louis es un musulmán alborotador de chusmas! Yo estaba seguro de que la iglesia histórica era miembro de la Convención Bautista Nacional Progresista, un grupo de predicadores negros de izquierda que habían roto con la Convención Nacional Bautista en 1961. Sin embargo, ¡Monte de Sión de Miami es una Iglesia Bautista Independiente! Me entrevisté con el pastor y le dije que yo estaba consternado porque un bautista hubiera permitido a un musulmán usar su púlpito. El pastor fue muy amable y hablamos durante casi una hora. Me dijo que creía en la Biblia y predicaba el Evangelio. Le recordé la amonestación del apóstol Juan de no recibir a nadie que no profesara la doctrina de Cristo. Este incidente solamente prueba que no todas las Iglesias bautistas Independientes tienen posiciones separatistas.
Han sucedido eventos de «cerveza e himnos» en iglesias de St. Paul, Minnesota y Cincinnati. «Cerveza, Biblia y Fraternidad» se reúne en Oxford, Connecticut a estudiar el libro de Rick Warren que es un éxito de librería. Semejantes eventos tienen lugar en todos los Estados Unidos. Hasta el Instituto Bíblico Moody, que prepara a miles de jóvenes para el ministerio, ha suspendido la prohibición de que los hombres lleven el pelo largo y las mujeres usen aros en las narices, aparte de descartar su prohibición del alcohol y el tabaco para los maestros y el personal. (Cuando yo era estudiante ¡no podíamos acercarnos a menos de doce pulgadas de una muchacha!) La Universidad Biola tomo medidas similares en septiembre pasado.
Tom Smillie, cervecero cristiano, dice que su afición a la buena cerveza le ha permitido establecer relaciones con incrédulos. ¡Me imagino que el fumar marihuana y mirar porno le permitan ampliar aún más sus relaciones!
Los graduados de la Universidad Taylor, del Colegio Calvin y otras instituciones «cristianas» están de lleno en eso de elaborar y beber cerveza.
Me sonrojo cuando los fundamentalistas gritan su amor y adherencia a la Biblia (incluso la versión King James) pero se niegan a disciplinar a los miembros recalcitrantes, les dan los mejores asientos a los de alta posición y poderosos, procuran el favor de los funcionarios políticos, predican sermones que casi dicen algo e indican que las multitudes, el dinero y los puñetazos [en el púlpito] son indicios del éxito.
Los cristianos primitivos estaban acostumbrados a la pobreza, las persecuciones y las prisiones. Hoy buscamos la prosperidad, el placer y la popularidad. Me sonrojo al saber en qué manos han caído las iglesias modernas.