Las oraciones nacionales rechazadas

Ramón Arias | 21 de marzo de 2016

Jesús dijo: «… Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. (Lucas 5:31) Él no tenía en mente la necesidad física de una persona, sino que se refería a la enfermedad moral y espiritual de Israel.

La salud cultural de una nación es el resultado de las creencias y las acciones de esa sociedad. Si la cultura es corrupta es porque la corrupción moral de las personas está dominando. Cualquier persona que piensa que la salud cultural de los Estados Unidos está en la condición óptima se está engañando a sí mismo. ¡Estados Unidos está en serios problemas, y lo sabemos!

Estados Unidos no llegó a su actual condición cultural de inmoralidad de la noche a la mañana; se ha estado fraguando por más de un período mínimo de 200 años. La grandeza de una sociedad no se debe confundir con su riqueza, el poder militar, los descubrimientos de la ciencia, el progreso tecnológico, el número de colegios y universidades, y otros elementos que hacen que una sociedad se destaque por encima de las demás. Tengamos en cuenta que la historia tiene un montón de escombros, donde una vez se levantaron grandes civilizaciones. 

Desde 1620, los cristianos en estas tierras han sabido que la oración funciona. Han orado pidiendo a Dios por Su intervención divina en muchas áreas de necesidad. Antes de ser una nación, los colonos sabían mucho acerca de la importancia de estar en buena posición ante Dios para obtener Su favor. En nuestros tiempos oímos mucho acerca de llamadas a la oración nacional para buscar el favor de Dios y sin embargo no vemos la intervención divina que esperamos ver para la sanidad nacional. Lo contrario es cierto, nuestra cultura es cada vez peor, ¿qué estamos haciendo mal?

El rechazo de Dios a nuestras oraciones es evidente en sí mismo. Verdaderamente necesitamos saber las razones del rechazo para que podamos corregir nuestros caminos.

La palabra griega para la palabra «pecado» es hamartia, un término de tiro con arco que significa «errar el blanco». La Biblia nos da una definición mejor para nuestra comprensión al declarar que el pecado es desobediencia y rebelión contra Dios: Acuérdate; no olvides cómo provocaste a ira al Señor tu Dios en el desierto; desde el día en que saliste de la tierra de Egipto hasta que ustedes llegaron a este lugar, han sido rebeldes contra el Señor” (Deuteronomio 9:7). Al quebrantar o transgredir la ley de Dios, la sociedad hace la decisión de no ajustarse a las normas de Dios como lo correcto para vivir. Leemos en 1 Juan 3:4, “Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley, pues el pecado es infracción de la ley.”  Dios Todopoderoso es el dador de la ley y la ofensa personal o nacional en contra de Su ley moral trae sanciones, Pablo lo expresa así: “Porque la ley produce ira …» (Romanos 4:15), Dios siempre sostiene Su ley.

El pecado es despreciable y contamina las ideas del hombre y eso causa que nunca pueda llevar a la estabilidad personal o social; esta es la razón por la que una persona o una sociedad merece castigo por desafiar a Dios, ya sea de manera consciente o no, esto traerá Su justa ira. El carácter moral del individuo de la sociedad es el fruto del corazón y de la mente (Romanos 6:12-17; Gálatas 5:17; Santiago 1:14-15).

Sólo hay dos opciones para el pueblo de Dios y para toda la humanidad, si vivir en justicia o en pecado. Sabemos hacia qué dirección va Estados Unidos. Cerca de 400 años atrás los cristianos llegaron a este continente con la perspectiva correcta en base a todo el consejo de la Palabra de Dios. Los cristianos estadounidenses del siglo 21 van a determinar si se va a restaurar su relación con Aquel que es dueño de todo y que todo se lo debemos a Él, o dejar que la maldad siga dominando la tierra y destruyéndola.

El pecado es esclavitud, por lo tanto está lejos de ser libertad. La ley de Dios no es represiva; ya que libera al individuo y a la sociedad para lograr el propósito divino de Dios. La ley bíblica le fue dada a la primera comunidad hebrea. Es la única ley moral que tiene sentido para una sociedad perfecta; el cristianismo está basado en esa base sólida. La ley moral de Dios es para el individuo, donde todas las formas de gobierno comienzan; esto se llama auto-gobierno, que se extiende al gobierno de la familia, la cultura y en todas las normas civiles.

Cualquier persona puede lograr liberarse de la esclavitud del pecado a través de la expiación de Cristo por la fe en Su salvación; es sólo a través de esta decisión en Jesucristo que una persona puede encontrar una vida plena en la obediencia a la ley inmutable y eterna de Dios.

Estados Unidos, así como todas las naciones, está llamado a vivir rectamente. La iglesia está advertida que el rechazo de la ley bíblica es una gran ofensa ante Dios. El pueblo de Dios está llamado a abrazar la ley perfecta de la libertad: “Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, éste será bienaventurado en lo que hace”. (Santiago 1:25)

Todos nuestros conflictos personales y sociales son morales, como seguidores de Cristo, ni siquiera debemos concebir que la libertad y la Palabra de Dios están en conflicto. Tampoco hay que pensar que Dios está impresionado con el alto porcentaje de personas que profesan la fe en Él. La misma ausencia de Su justicia en toda la tierra debería ser suficiente para hacernos conscientes de que estamos lejos de hacer Su voluntad.

Debemos temblar al ver cómo el mal está aumentando en la sociedad; si la verdad de Dios no se proclama con valentía, sabiduría y comprensión de la forma en que se espera que se sepa, sólo veremos que el mal seguirá aumentando cada vez más. Hacemos bien en prestar atención a la advertencia de Jeremías a Israel: «El Señor respondió: ‘Porque han abandonado Mi ley que puse delante de ellos, y no han obedecido Mi voz ni andado conforme a ella, sino que han andado tras la terquedad de sus corazones…’» (Jeremías 9:13-14a)  ¿Está en mejor situación Estados Unidos que el antiguo Israel?

Dios rechazó muchas veces las oraciones de Israel para la liberación no porque Dios tiene problemas auditivos, más bien porque el pueblo de Dios sólo quiere todos los beneficios de la vida sin la obediencia a la ley de Dios. Estados Unidos ha ofrecido muchas oraciones nacionales que buscan las bendiciones de Dios, pero, en su mayoría, han sido rechazadas. Salomón tiene esto que decir acerca de las oraciones sin respuesta: “Al que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominación”. (Proverbios 28:9)

La liberación nacional no se llevará a cabo si no cumplimos los requisitos de Dios establecidos en 2 Crónicas 7:14:

“Si se humilla Mi pueblo sobre el cual es invocado Mi nombre, y oran, buscan Mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces Yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra”.

1. Como pueblo de Dios, tenemos que humillarnos delante de Dios

2. Debemos orar y buscar el conocimiento de Dios para saber Sus pensamientos y conocer Sus caminos

3. Debemos dejar nuestros malos caminos

4. Entonces Él escuchará del cielo

5. Perdonará nuestros pecados nacionales

6. Y sanará nuestra tierra

Dios nunca traiciona a Sus requerimientos. Nuestro futuro político, social y cultural, en este país depende de la cristiandad estadounidense y de nadie más.

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