Lo primero es lo primero

Ramón Arias | 2 de septiembre de 2014 

El miércoles pasado (el 27 de agosto), después de una conversación telefónica entre el ruso Vladimir Putin y la canciller alemana, Angela Merkel, ella anunció al mundo, «Estados Unidos ya no puede resolver todos los problemas del mundo». ¿Cómo hemos de interpretar su declaración?

Hace setenta y cinco años (23 de agosto 1939) sus contrapartes, Joseph Stalin y Adolf Hitler llegaron a un acuerdo: el Pacto de no agresión germano-soviético. Detrás de puertas cerradas prometieron no hacer guerra uno contra el otro mientras Alemania se apoderaba de Polonia y la dividió con la URSS. Los nazis atacaron a Polonia el 1 de septiembre de 1939, y la Segunda Guerra Mundial comenzó una faceta nueva. Francia e Inglaterra le declararon la guerra a Alemania, pero no a los soviéticos, interesante, ¿no crees? ¡Qué tremendo los tratos de las mentes malvadas! Para el 22 de junio de 1941 Alemania invadía la Unión Soviética. Ustedes ya saben el resultado de esa guerra devastadora.

¿Qué tratos están haciendo esta vez el Sr. Putin y la Sra. Merkel a puerta cerrada? Tengan la seguridad de que el mundo se enterará y nada bueno puede salir de ello. Sin embargo, lo que debería ponernos a pensar es la declaración de la canciller Merkel, «Estados Unidos ya no puede resolver todos los problemas del mundo.»

Ya sea que el Sr. Putin y la Sra. Merkel vean a un Estados Unidos cada vez más débil no es algo de qué preocuparse tanto como preguntar, ¿quien nos hizo responsables de resolver los problemas del mundo? Esto debería ser una revelación para provocarnos a hacer una evaluación introspectiva. Si somos sinceros y miramos la condición del mundo sólo en los últimos cien años, a partir de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), ¿qué problemas ha resuelto los Estados Unidos?

Todas las vidas que pagaron el precio más alto, la devastación de las naciones y los billones de dólares gastados para hacer un mundo más seguro no han funcionado. ¿Hay alguien que le interese saber por qué?

¿Exactamente qué soluciones han producido las intervenciones de los Estados Unidos en todo el mundo? ¿Dirían ustedes que el mundo se está convirtiendo en un lugar más seguro o más peligroso cada día? Las armas de destrucción masiva están controladas por diversas perspectivas ideológicas y no son amistosas la una con la otra. ¿Es esto lo que hace que el mundo sea más seguro? ¿Alguien tiene una idea de cómo se verá el mundo después de la Tercera Guerra Mundial? O, si quieren un escenario diferente y desean ponerlo «más leve», ¿cómo se verían Europa y los Estados Unidos después de que los yihadistas obtengan bombas nucleares? Y por favor, ¡no sean tan ingenuos como para decir o pensar que nunca va a suceder!

Esto no es una cosa de risa, ni una visión pesimista del futuro, más bien es tiempo para discernir lo que salió mal y cuestionar si tenemos tiempo para corregir el curso de esta nación y su papel en el mundo. ¿Es el momento para que la gente de buena voluntad, integridad y responsabilidad entienda el pasado y con humildad reconozca los errores terribles y los corrija?

Cuando el nuevo experimento de un gobierno nacional y civil, se convirtió en los Estados Unidos de América, las alianzas con otras naciones no era parte del trato. George Washington en su discurso de despedida en 1796 de la nación joven dejó claro al afirmar: «Es nuestra política verdadera de evitar la alianza permanente con cualquier parte del mundo exterior». Washington no estaba solo ni mal en su declaración, Thomas Jefferson en su primer discurso inaugural de 1801, dijo: «Paz, comercio y amistad honesta con todas las naciones –enredo de alianzas con ninguna».

Washington, Jefferson y los Padres Fundadores entendieron las complejidades y el mundo problemático en el que vivían. No podían confiar en Europa o en cualquier otra monarquía en establecer alianzas permanentes sabiendo que ellos terminan de vuelta en el caos y las guerras interminables. Eso no era lo que visualizaban y con justa razón, había mucho que desarrollar con el experimento nuevo que ya tenían en sus manos. Deben buscar el comercio y la amistad honesta con otras naciones, pero enredos con ninguna. 

El fundamento de la nueva nación era la perspectiva bíblica traída por los Peregrinos en 1620 y seguido por los Puritanos en 1630 cuando navegaron hacia el Nuevo Mundo. Trajeron con ellos un sueño y una visión de una sociedad bajo Dios como fue declarado en 1630 por John Winthrop: «… debemos tener en cuenta que hemos de ser como una ciudad sobre una colina, (y que) los ojos de todas las personas están sobre nosotros … « Eso estaba destinado a ser el futuro de Estados Unidos, un reflejo de una nación bajo el gobierno de Dios de acuerdo a las Escrituras.

Sí, es tarde para Estados Unidos, pero si somos un pueblo sabio e inteligente lo primero es lo primero. Creo con todo mi corazón que podemos darle un giro a este barco que lleva una trayectoria destructiva que chocará contra las rocas y se perderá en el fondo del mar del olvido; de lo que una vez fue una gran nación. Podemos mostrarle al mundo de lo que se trata realmente el sueño americano original traído por los antepasados. Bajo la luz y el entendimiento que ellos siguieron podemos recuperar lo que es importante en el país. Aceptemos con humildad y arrepentimiento que hemos seguido una visión sintética de la grandeza, por poco más de doscientos años, algo que ha causado tanta devastación en el país y en el extranjero. El buen comercio no se trata de destruir a naciones, se trata de un comercio justo, donde todos ganan y fortalecen la verdadera amistad de las naciones.

No soy un pacifista. Yo estoy a favor de la construcción de fuerzas armadas poderosas para la defensa de la patria. Pero, de nuevo, lo primero es lo primero, si vamos a ser una nación sabia debemos restaurar a los Estados Unidos a su misión original en el mundo. Como nación estamos destrozados y tenemos enemigos en el interior, pero podemos sanar y derrotar a las fuerzas impías que trabajan en nuestra contra. Pongámonos de pie y mostrémosle al mundo la única manera de resolver los problemas de una nación. Lo hicimos una vez. ¡Con la ayuda de Dios podemos hacerlo de nuevo!

El consejo de Moisés a la nación recién formada de Israel se aplica a nosotros hoy como lo hizo en la formación de esa nación. Deuteronomio 4: 2-10: 

«Ustedes no añadirán nada a la palabra que yo les mando, ni quitarán nada de ella, para que guarden los mandamientos del Señor su Dios que yo les mando. Sus ojos han visto lo que el Señor hizo en el caso de Baal Peor, pues a todo hombre que siguió a Baal Peor, el Señor, su Dios lo destruyó de en medio de ti. Pero ustedes, que permanecieron fieles al Señor su Dios, todos están vivos hoy. Miren, yo les he enseñado estatutos y decretos tal como el Señor mi Dios me ordenó, para que así los cumplan en medio de la tierra en que van a entrar para poseerla. Así que guárdenlos y pónganlos por obra, porque ésta será su sabiduría y su inteligencia ante los ojos de los pueblos que al escuchar todos estos estatutos, dirán: ‘Ciertamente esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente.’ Porque, ¿qué nación grande hay que tenga un dios tan cerca de ella como está el Señor nuestro Dios siempre que Lo invocamos? ¿O qué nación grande hay que tenga estatutos y decretos tan justos como toda esta ley que hoy pongo delante de ustedes? Por tanto, cuídate y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; sino que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos. Recuerda el día que estuviste delante del Señor tu Dios en Horeb, cuando el Señor me dijo: ‘Reúneme el pueblo para que Yo les haga oír Mis palabras, a fin de que aprendan a temerme (reverenciarme) todos los días que vivan sobre la tierra y las enseñen a sus hijos’».

Cuando los caminos de Estados Unidos agraden a Dios Todopoderoso, Él puede hacer que sus enemigos estén en paz con ella (Proverbios 16:7). Es Su promesa y podemos ser un faro para un mundo oscurecido. ¡Nosotros decidimos!

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