Ramon Arias | 9 de diciembre de 2013
Es increíble que cuando los ateos piden pruebas de la existencia de Dios, la mayoría de los cristianos corren a esconderse cuando debería ser al revés. Desde los inicios de la historia humana Dios ha sido enjuiciado por mentes finitas y curiosas que no pueden aceptar la realidad de Su existencia.
Los ateos tienen preguntas válidas y muchas razones buenas para desconfiar de los cristianos debido a las múltiples complejidades y diferencias en las denominaciones cristianas. En otras palabras, no hay un testimonio sólido a un mundo incrédulo de una base cristiana cohesiva en unidad. Esta inconsistencia histórica en el cristianismo ha abierto la puerta para que el ateísmo conciba y propague la inexistencia de Dios con éxito y gane terreno en las naciones del mundo. Ellos se han vuelto más audaces en sus ataques contra el cristianismo y otras religiones, a pesar de que su principal adversario es el cristianismo
Los cristianos no deben sentirse intimidados por los ateos que exigen respuestas para la existencia de Dios. Tampoco deben correr a esconderse los cristianos cuando se les pide que den una explicación a qué se debe todo el mal y el sufrimiento en el mundo.
Los ateos son irracionales. Debo saber pues yo era uno de ellos durante muchos años. Algo curioso es que la mayoría de los cristianos también son demasiado irracional debido a su falta de una verdadera perspectiva bíblica. Hay millones de cristianos que niegan la relevancia de la Palabra de Dios por su estilo de vida. Millones de cristianos no creen en la soberanía de Dios y Su ley moral como la base para una vida significativa y sólida, así como para las instituciones sociales. Millones de cristianos niegan que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre. Ellos hablan de Dios como el Creador, pero niegan que puede manifestar el mismo poder a su pueblo como lo hizo en tiempos pasados.
Los ateos atacan la Biblia a pesar de la evidencia arqueológica abrumadora que confirma la veracidad de las historias de la Biblia. Este hecho por si solo sería suficiente para desacreditar su teoría de la vida, el mundo, el universo, la muerte y el más allá. Los cristianos deben saber de memoria que la ciencia moderna de la Biblia no se habría desarrollado como lo hizo si no hubiera sido por la Reforma Bíblica europea a principios del siglo XVI. Debe ser de conocimiento común para los cristianos que los ateos temen a las personas que consultan la ley moral de Dios, la cual define la ética adecuada para el progreso humano y social en todos los niveles. El conocimiento de que no es posible que una sociedad disfrute de la libertad fuera de los principios bíblicos es un arma poderosa que no se utiliza lo suficiente para defender la fe bíblica con la evidencia que proporciona la historia. Los cristianos son ingenuos al no entender que el ateísmo es una religión que quiere dominar el mundo y no se detendrá ante nada. No se detienen a considerar la destrucción que el ateísmo histórico ha causado a la raza humana. Generación tras generación se han reinventado a si mismos, pero vuelven con la misma visión del mundo antigua solo utilizando terminología «nueva».
Volvamos a nuestro tema de que «los cristianos se esconden cuando los ateos exigen prueba de la existencia de Dios». Permíteme compartir brevemente contigo mi respuesta: La prueba de la existencia de Dios se puede resumir de la siguiente manera, Jesucristo. Así es, Jesús es la prueba de la existencia de Dios.
Desde los inicios de la historia del hombre la cuestión de si Dios existe o no ha estado en las mentes de las personas seguida por montones de otras preguntas. No te preocupes, no voy a dar una respuesta ingenua. Uno de los discípulos de Jesús, Felipe, tenía una pregunta similar:
» Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta'», Juan 14:8.
Aquí tenemos a un judío, que aceptó ser discípulo de Jesús y había estado con él durante tres años. Él fue testigo de toda la evidencia de que Cristo era quien las Escrituras decían que vendría a salvar al mundo de la esclavitud, de la mentira y el pecado, pero que ahora estaba pidiendo, les mostrara a Dios, y eso sería suficiente prueba para ellos de Su existencia.
Preste mucha atención a la respuesta de Jesús:
“Jesús le dijo: ‘¿Tanto tiempo he estado con ustedes, y todavía no Me conoces, Felipe? El que Me ha visto a Mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: «Muéstranos al Padre»? ¿No crees que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mí? Las palabras que Yo les digo, no las hablo por Mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en Mí es el que hace las obras. Créanme que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mí; y si no, crean por las obras mismas’”. (Juan 14:9-11)
No importa lo que digan los incrédulos, el Jesús histórico es real y por miles de años antes de su aparición en la tierra se anunció el propósito de Su venida. Te garantizo que no era para establecer una religión con doctrinas de hombres, y mucho menos para crear toda la confusión que sus seguidores han creado. Te tengo buenas noticias, ¡anímate! La confusión se derretirá en gran manera con la próxima reforma bíblica.
Los hechos son hechos y Jesús dejó muy en claro; Dios y él eran uno. En otras palabras, le dijo a Felipe, ¡cuando me ves a mi ves a Dios!
Antes de su arresto, Jesús estaba en conversación (orando) con el Padre y declaró: “Yo Te glorifiqué en la tierra, habiendo terminado la obra que Me diste que hiciera. Y ahora, glorifícame Tú, Padre, junto a Ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera”. (Juan 17:4-5)
Jesús es el único ser humano que supo de donde vino, sabía qué obra vino a cumplir y una vez que terminó, estaba listo para volver a la posición original que tenía antes que el mundo y el universo existieran.
Jesús es alguien a quien pueda seguir, ser discipulado por Él y hacer las obras que Él espera de mí. Yo creo en cada palabra que Él dijo que está registrada. No tengo ninguna duda en mi mente inquisitiva que Él es quien dijo ser que era y es hoy en día.
Los hechos presentados a todos nosotros acerca de Jesús son más que suficientes para satisfacer la mente más exigente. Los hechos históricos no sólo son contundentes, sino también convincentes para cualquier persona que verdaderamente busca la verdad.
Hace dos mil años, un médico griego con su mente académica y científica decidido constatar datos acerca de todo lo que se había dicho acerca de la extraordinaria vida de un judío llamado Jesús. Incluyendo Su concepción, Su vida, las enseñanzas, el poder, la muerte, la Resurrección y Su Ascensión más allá de todas las galaxias a un lugar llamado cielo. Quería dar un relato histórico preciso a un hombre prominente con el nombre de Teófilo. En la introducción de sus escritos, afirmó lo siguiente:
“Por cuanto muchos han tratado de poner en orden y escribir una historia de las cosas que entre nosotros son muy ciertas (y hay plena convicción), tal como nos las dieron a conocer los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra (del evangelio), también a mí me ha parecido conveniente, después de haberlo investigado todo con diligencia desde el principio, escribírtelas ordenadamente, excelentísimo Teófilo, para que sepas la verdad precisa acerca de las cosas que te han sido enseñadas”. (Lucas 1:1-4)
Antes de su arresto, Jesús definió lo que Sus seguidores deberían ser:
“En verdad les digo: el que cree en Mí, las obras que Yo hago, él las hará también; y aun mayores que éstas hará, porque Yo voy al Padre” (Juan 14:12)
El famoso actor Ben Johnson dijo:
«No conozco ninguna enfermedad del alma, sino la ignorancia, un mal pernicioso, el oscurecedor de la vida del hombre, el perturbador de su razón, y factor de confusión común de la verdad».
A medida que los ateos y un mundo incrédulo sean testigos de la verdadera vida de Cristo en Sus seguidores, ellos sabrán que Dios existe.
Al conocer a Jesús, conocemos a Dios, todo el propósito del universo, el mundo y la raza humana. Todo tiene sentido.