Los días que cambiaron la visión del mundo en la historia

Ramón Arias | 9 de abril de 2017

Sólo los negadores no ven lo obvio de lo que se está desarrollando en el mundo. Aquellos que entienden los ciclos de la guerra pueden ver lo peligroso que están las cosas; los que profundizan en su comprensión pueden leer la escritura en la pared en relación a la decadencia moral que hace que las naciones se derrumben. En medio de todos los repetidos signos cíclicos antiguos, tenemos la seguridad de Aquel que creó todas las cosas que el control total de los acontecimientos humanos están bajo Su plan y ningún poder puede frustrarlos.

A medida que nos acercamos a otra celebración de Pascua, más de 2 mil millones de cristianos en todo el mundo estarán recordando lo que se conoce como Semana Santa o Semana de la Pasión, que comienza con el Domingo de Ramos. Las actividades tradicionales se llevarán a cabo durante la Semana Santa y el Domingo de Resurrección. Después de eso, la mayoría de los cristianos seguirán adelante sin tener en cuenta el verdadero significado de los hechos históricos que pusieron en marcha un nuevo evento cósmico y cómo se relaciona con un modo de vida revolucionario o dinámico que enriquece no sólo al individuo, sino a toda la sociedad. Un hecho es innegable: Jesús vino a cambiar la cosmovisión de la historia.

Si aceptamos el hecho de que Jesús vino del cielo y volvió al cielo, podemos decir con confianza que Él sabe todo acerca del propósito y significado de la vida. Esta realidad lo convierte en el único que está capacitado para enseñarnos el camino, la verdad y la vida, que nos reconcilia con nuestro Padre celestial. ¿Podemos pensar en cualquier hombre o mujer que sepa más acerca de cómo la vida y el mundo deberían funcionar que Él?

«Hay más cosas en el Cielo y la Tierra, Horacio, de las que sueñas en tu filosofía». William Shakespeare, Hamlet

William Shakespeare (1564 -1616) estaba haciendo referencia a la cosmovisión bíblica. Muchos secularistas niegan que él era cristiano, pero ¿tienen razón o están equivocados? Y, ¿por qué nos debe importar eso a ti y a mi? Consideremos lo siguiente:

Crossway publicó un artículo: Was Shakespeare a Christian Writer? (¿Shakespeare era un escritor cristiano?) Por Leland Ryken (Ph.D. Universidad de Oregon), quien sirvió como profesor de Inglés en Wheaton College por más de 43 años. Las siguientes son algunas citas:

Es indiscutible que Shakespeare vivió en una sociedad que era completamente cristiana en su cosmovisión y prácticas cotidianas. La Biblia no sólo era el libro más vendido del día—también era el libro más comentado.

¿Qué cuenta como evidencia?

Si preguntamos qué cuenta como evidencia para reclamar la lealtad cristiana en las obras de Shakespeare, la respuesta es la misma que con cualquier otro autor. Propongo que lo siguiente sea un filtro fiable para identificar puntos en los que las obras de Shakespeare se cruzan con la fe cristiana:

  1. Alusiones explícitas a la Biblia o documentos cristianos como el Book of Common Prayer (Libro de Oración Común) [el libro de oración principal de la liturgia de la Iglesia de Inglaterra, producido por primera vez en 1549]
  2. Congruencia de ideas en las obras con doctrinas cristianas.
  3. Correspondencia de la visión de la realidad implícitas en las obras con la visión bíblica de la realidad
  4. Representación de experiencias cristianas (por ejemplo, el perdón, el arrepentimiento y la culpa) en las obras
  5. La presencia de prototipos y símbolos cristianos (como el santo, el pecador y el penitente)

Todo esto podría fácilmente ser un libro. Tengo espacio para elaborar en mi marco de referencia sólo de forma selectiva y breve.

La Biblia en las  obras de Shakespeare 

Los escritos de Shakespeare contienen más referencias a la Biblia que las obras de cualquier otro dramaturgo isabelino, cinco veces el rango de Christopher Marlowe. Una cifra comúnmente aceptada del número total de referencias bíblicas es al menos dos mil alusiones. Los eruditos afirman regularmente que hay tantas referencias a los primeros capítulos del Génesis que Shakespeare debe haberlos conocido de memoria [corazón].

¿Qué Biblia inglesa usó Shakespeare? Antes de 1598, las referencias de Shakespeare eran principalmente de la Biblia de los Obispos. Sin embargo, a partir de 1598, cuando Shakespeare se convirtió en un arrendatario en una casa de Hugonotes, utilizó la Biblia de Ginebra, conocida informalmente como la Biblia Puritana. [huguenot, en francés es el antiguo nombre otorgado a los protestantes franceses de doctrina calvinista durante las guerras de la religión]

La visión de la realidad en las obras de Shakespeare

Una fórmula extremadamente útil para la línea cristiana en las obras de Shakespeare proviene de una fuente poco probable: el autor de una guía de visitantes a sitios cristianos en Londres escribe en un momento que las obras de Shakespeare «asumen el mismo tipo de realidad que la Biblia asume». Eso es exactamente correcto.

¿Cuáles son algunos de estos aspectos de la realidad que asumen las obras de Shakespeare? Dios, Satanás, el cielo, el infierno, un destino eterno para cada persona, el bien y el mal. Shakespeare regularmente introduce estos en sus obras, y en ningún momento sugiere el escepticismo respecto a ellos. Con cualquier otro escritor, tomaríamos eso como respaldo autoral. Debemos hacer lo mismo con Shakespeare.

También podemos compilar una lista de experiencias que Shakespeare pone en sus obras que tienen una relevancia particular para el cristianismo. Estos incluyen el mal o el pecado, la culpa, el perdón, la elección moral, el amor, el matrimonio y el arrepentimiento. No todos son exclusivos del cristianismo, pero eso no los hace menos cristianos. Cada vez que los cristianos encuentran estas experiencias en una obra de Shakespeare (como en el amor cristiano de Cordelia en el Rey Lear), los asimilan como un elemento cristiano en la obra.

El Resultado Final

Algunos de los datos de las obras de Shakespeare se cruzan indiscutiblemente con la fe cristiana—alusiones bíblicas, por ejemplo, o referencias al cielo y al infierno. Paralelamente, si las obras de un escritor están llenas de alusiones clásicas, no dudamos en pensar que el autor tiene una cosmovisión al menos en parte clásica. No debemos dejar de hacer una afirmación similar para las alusiones cristianas en las obras de Shakespeare.

En el plano de las ideas, simplemente preguntaría qué ideas en las obras de Shakespeare nos parecen incongruentes con el cristianismo. La respuesta es que muy pocas de las ideas que deducimos de las obras de Shakespeare no ofrecen resistencia a las ideas del cristianismo.

Deberíamos llamar a una moratoria sobre el atrincherado prejuicio de la academia secular con respecto a las obras de Shakespeare. Los académicos universitarios asumen simplemente que Shakespeare era tan secular como ellos. Por el contrario es que los lectores cristianos que perciben un espíritu afín en el trabajo en las obras de Shakespeare deben tener el valor de sus convicciones.

Es verdad, «Hay más cosas en el Cielo y la Tierra, Horacio, de las que sueñas en tu filosofía.» – William Shakespeare, Hamlet

Recordemos lo que es una cosmovisión y la importancia de entender su significado: Cada persona tiene una cosmovisión; una cosmovisión se utiliza para determinar cómo se interpreta la realidad, o lo que cada uno de nosotros cree que es verdad. A medida que la humanidad avanza hacia el futuro, llegará a aceptar la cosmovisión bíblica como el único fundamento para la estabilidad social y el progreso, así como la manera de usar éticamente todos los aspectos de nuestro planeta.

Cada siglo, desde la Resurrección de Cristo, revela la poderosa influencia que tiene a pesar de la corrupción que se ha introducido dentro del campo cristiano. En los años 1100’s las chispas de la reforma bíblica comenzaron a ocurrir. En 1517 el fuego de la Reforma Bíblica Protestante en Europa Occidental revolucionó totalmente la visión bíblica del mundo. La Reforma revolucionó el entendimiento en la ciencia, la tecnología, las humanidades, el comercio y la educación. Ninguna de esas disciplinas puede ignorar o negar indefinidamente la validez de la Palabra revelada de Dios.

Las naciones han experimentado varias transformaciones de progreso desde los últimos dos mil años. Por supuesto parece, en su mayoría, que a la generación actual le importa poco conocer los acontecimientos históricos de los últimos veinte siglos. Sin embargo, lo que cada generación desde entonces debe saber es el singular acontecimiento histórico único que dividió la historia en antes y después de Cristo y la forma en que literalmente trae a la perspectiva La Verdadera Cosmovisión

No debemos caer en la mera «tradición religiosa» de la Pascua, sino que debemos esforzarnos por comprender plenamente su significado a nivel personal y social en la presente generación, así como para restaurarle un verdadero significado a las generaciones futuras. Depende de ti y de mí, aceptar o rechazar que Jesucristo cambia la forma en que entendemos nuestro lugar en el mundo si queremos cumplir nuestro tiempo adecuadamente en el aquí y ahora antes de salir de este mundo para dar cuenta de nuestras acciones.

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido en Cristo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales. Asimismo, nos escogió en él desde antes de la fundación del mundo para que fuéramos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó por medio de Jesucristo para adopción como hijos suyos, según el beneplácito de su voluntad, para la alabanza de la gloria de su gracia que nos dio gratuitamente en el Amado. En él tenemos redención por medio de su sangre, el perdón de nuestras transgresiones, según las riquezas de su gracia que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría y entendimiento. Él nos ha dado a conocer el misterio de su voluntad, según el beneplácito que se propuso en Cristo, a manera de plan para el cumplimiento de los tiempos: que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas, tanto las que están en los cielos como las que están en la tierra. En él también recibimos herencia, habiendo sido predestinados según el propósito de aquel que realiza todas las cosas conforme al consejo de su voluntad,”—Efesios 1:3-11 (RVA-2015)

 

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