Nena Arias | 30 de julio de 2018
La tierra es nuestro hogar y Dios nos ha dado la tierra para proveer todas nuestras necesidades para sostener la vida.
Génesis 1:28-30:
Dios los bendijo y les dijo: “Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra; sojúzguenla y tengan dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se desplazan sobre la tierra”. Dios dijo además: “He aquí que les he dado toda planta que da semilla que está sobre la superficie de toda la tierra, y todo árbol cuyo fruto lleva semilla; ellos les servirán de alimento. Y a todo animal de la tierra, a toda ave del cielo, y a todo animal que se desplaza sobre la tierra, en que hay vida, toda planta les servirá de alimento”. Y fue así.
Aquellos que trabajan la tierra y la hacen producir son conocidos como agricultores y son vitales para mantener la vida para todos nosotros. No deben verse obstaculizados en la producción de alimentos que se necesitan mientras trabajan en la tierra, respetando las leyes que Dios ha establecido para cuidar adecuadamente la tierra para que su nutrición no se agote. Pero como sabemos, la agricultura se ha visto afectada por las políticas de economía del gobierno. Entonces, el presidente Trump dio un paso al frente para ayudar a los agricultores a volver a la normalidad.
Se anunció el martes, 24 de julio de 2018, que la administración del presidente Trump proporcionará $12 mil millones en ayuda temporal a los productores agrícolas que quedaron atrapados en la guerra comercial.
Los agricultores enfrentan hoy una situación igual a tratar de vivir de los ingresos que teníamos hace 15 años. Así es como los expertos en agricultura describen la difícil situación que enfrentan hoy los agricultores de los EE. UU.
La economía irregular, combinada con el clima impredecible y el acceso inseguro a la atención médica en las áreas rurales, han contribuido a un grave impacto en las personas que cultivan nuestros alimentos en Estados Unidos. Durante una década, los agricultores han visto cómo sus ingresos caían constantemente, según el Departamento de Agricultura de EE. UU. Este año, se proyecta que el ingreso promedio de los agricultores será 35 por ciento más bajo que hace diez años.
La situación actual se parece mucho a la crisis agrícola de la década de 1980, cuando los ingresos de muchos agricultores de los EE. UU. se vieron afectados significativamente.
En aquel entonces, la crisis de la granja era tan mala que hubo incidentes de suicidio y depresión severa. Imagínense que todo su trabajo arduo se esfuma debido a las políticas del gobierno. Jennifer Fahy, directora de comunicaciones de Farm Aid (Ayuda al Cultivo), un grupo fundado en 1985 que aboga por los agricultores, dijo que ella piensa que la situación actual es peor.
Las tasas actuales de suicidio de los agricultores no son muy claras. Sin embargo, una cosa es segura, el suicidio es mucho más alto en las áreas rurales que en las áreas urbanas, según los estudios de la CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades). Se informa que entre 1990 y 2016, el suicidio de los agricultores aumentó, con los mayores aumentos en los estados del oeste.
Los agricultores están perdiendo dinero en cada producto que venden. Entonces, ¿cuánto tiempo puede esto ser sostenido? A la luz de todos estos dilemas, podemos comprender realmente la difícil situación de los agricultores y por qué aquellos que no están del lado de Dios pueden caer en el desaliento y perder la esperanza, donde muchos optan por el suicidio. Debemos ir a su rescate.