Tad Cronn | 18 de noviembre de 2014
¡Qué tal la igualdad de los sexos!
¿Sabe usted que solamente el año pasado, según la agencia australiana de Medicare, 54 hombres dieron a luz?
¡Tú puedes, mujer varonil!
Pero Australia no está sola en este fenómeno. Como es de costumbre, los Estados Unidos mostraron el camino a este mundo cada vez más confundido cuando el estadounidense Thomas Beatie dio a luz en 2007.
Olvídese de lo que sus padres le puedan haber enseñado del sexo. Eso es el pasado. En estos días, lo que se usa es que los hombres den a luz.
En Australia, la inusual secuencia de eventos de preñez y partos ha sido hecha posible por la agencia de Medicare, que ha decidido que sí, que pagará por las preñeces y partos de los hombres.
Y, como usted podrá esperar, la cantidad de hombres que buscan servicios de aborto está aumentando también.
Una nota del Departamento de Salud Pública de Australia decía: «El Departamento está al tanto de los casos de personas que se identifican como varones y que reciben tratamiento relacionado con el embarazo que puede ser solicitado bajo el Medicare. Anteriormente esos servicios no se podían abonar a los pacientes varones».
Pero ya ellos se han librado de ese concepto pasado de moda.
¿Todavía se siente confundido?
Pues no tan confundido como el sistema de medicina y sus pacientes en Australia.
Déjeme que le ayude a orientarse. Los hombres que reporta el Departamento de Salud Pública de Australia como que dan a luz no son nada de eso. Son, como sugerirían todas las normas humanas, mujeres, si bien son mujeres a las que les gusta usar ropas de hombre.
Desde que algún juez dictaminó que el género era una cuestión de gusto, las legiones de los locos han engrosado sus filas. Aunque las mujeres australianas puedan pensar que vestirse como un leñador o un motociclista las convierte en hombres, y como la clase de personalidad que se identifica como transgenérica tiende a vincular su autoestima con su actividad sexual, la cantidad de embarazos resultante no es un gran shock.
Lo que sí es un poco sorpresivo y en particular decepcionante, es la disposición de los gobiernos del mundo para sumarse a esta tontería. Israel y la Gran Bretaña también han informado una cierta cantidad de «hombres» en estado de gestación durante los dos últimos años. Yo esperaría esa clase de desprecio de la verdad por parte de la Administración Obama, pero el truco mental Jedi de los transgenéricos parece haber funcionado con una buena parte del mundo.
El informe no menciona la respuesta, pero la mera curiosidad me hace preguntarme si todos los padres de esos niños eran «mujeres».
Esta clase de engaño compartido sobre la realidad es un final lógico de la mentalidad que dice que toda verdad es relativa, y que «muchas verdades» pueden ser válidas. Básicamente, si no hay una sola verdad, entonces cualquier cosa es buena, porque cada individuo es el fabricante de su propia realidad y no tiene responsabilidad con nadie más.
¿Acaso no es un mundo fascinante este en que vivimos, donde las fuerzas del progresivismo dicen que el género, que es una asunto de nacimiento, es una decisión, pero que la homosexualidad, que se define mediante hechos específicos, no lo es?
Si usted no sirve a la verdad, entonces estará sirviendo a otra cosa.