Mantén viva tu fe y tu esperanza

Ramón Arias | 29 de diciembre de 2014

¿Si sembramos semillas de manzana podemos esperar cosechar naranjas? Puedes decir, qué pregunta tan absurda y estarías en lo correcto. Incluso la simple lógica y el sentido común nos pueden decir que nuestra conclusión no sólo está equivocada sino también es ridícula. Se le puede decir esa mentira a un niño cuya mente confía en los adultos y cree lo que se le dice, pero cuando la mente de ese niño comprende la verdad, sólo entonces ese niño podrá descartar la mentira y también refutarla.

Los que se jactan de tener una mente educada pero siguen aceptando las ideas  fallidas del pasado no son diferentes al niño que ha sido engañado. Por ejemplo, la historia y sus ciclos están allí para enseñarnos la razón del por qué los imperios fracasaron. El pasado revela la razón por la cual los ciclos se repiten en la economía, como las inflaciones y las depresiones; también revelan el crecimiento económico o falta de ello como resultado de teorías en conflicto que conducen a la crisis financiera. No nos olvidemos de los ciclos climatológicos que dañan y también benefician el sistema ecológico y los rendimientos de la cadena alimentaria. ¿Qué podemos decir acerca de los siempre presentes y desagradables ciclos de las guerras? La pregunta obvia debería ser, si tenemos esos intelectuales altamente educados ¿por qué no prestan atención a los ciclos humanos de la historia? ¿Podría decirse que no significa nada para las mentes que son intelectual y espiritualmente ingenuas? Siguen pensando que pueden cambiar el resultado del futuro mediante el uso de las mismas ideas destructivas. 

Estos mismos visionarios que distorsionan el futuro apuestan sus vidas en estas ideas fallidas pensando que no pueden estar equivocadas como las generaciones anteriores. Se ven como un regalo especial para la humanidad; ellos realmente creen que son elitistas que pueden llevar a las multitudes a mejores pastos de paz y prosperidad. Ellos creen que no hay una autoridad superior para los estadounidenses, o el mundo, es más, que pueda determinar el destino y quieren que todas las naciones se inclinen ante ellos, o de lo contrario se atienen a las consecuencias.

Oseas, el profeta judío del siglo VIII a. C., pronunció una advertencia a Israel, que se encontraba próspero, de que se alejara de su inmoralidad, que estaba alcanzando un nivel inaceptable, o no sería capaz de evitar el juicio nacional:

“Yo dije: ‘Planten buenas semillas de justicia, y levantarán una cosecha de amor. Aren la dura tierra de sus corazones, porque ahora es tiempo de buscar al Señor para que él venga y haga llover justicia sobre ustedes’. Sin embargo, han cultivado perversidad y han levantado una abundante cosecha de pecados. Han comido el fruto de la mentira, confiando en su poderío militar y creyendo que los grandes ejércitos podrían mantener a su nación a salvo.” Oseas 10:12-13  (énfasis añadido) 

Así como Oseas fue un faro de fe y esperanza para aquellos que entendieron su mensaje de arrepentimiento y que regresaran a Dios, Estados Unidos también tiene las palabras de aquellos quienes imaginaron la grandeza de la nación como resultado de un compromiso continuo y que aceptaron la responsabilidad de permanecer como pueblo de Dios.

Uno de los que se ganó el título de Padre Fundador fue Samuel Adams, firmante de la Declaración de la Independencia; «Padre de la Revolución Americana»; Ratificador de La Constitución de los EE.UU.; Gobernador de Massachusetts dijo:

«Y a medida que es nuestro deber extender nuestros deseos a la felicidad de la gran familia del hombre, yo concibo que no podemos expresar mejor a nosotros mismos que con humildad suplicar al Soberano del mundo que la vara de los tiranos pueda romperse en pedazos, y los oprimidos de nuevo sean libres; que las guerras puedan cesar en toda la tierra, y que las confusiones que son y han sido entre las naciones puedan ser revocadas con la promoción y la rapidez traigan ese período santo y feliz cuando el reino de nuestro Señor y Salvador Jesucristo pueda estar en todas partes establecido y todas las personas en todas partes voluntariamente se inclinarán ante el cetro de la justicia».

Los tiranos, en todos los niveles de la sociedad, sólo pueden dominar hasta que el pueblo de Dios entre en razón y admita que ha cultivado la maldad; y ha levantado una abundante cosecha de pecados. Ha comido el fruto de la mentira, porque ha confiado en los caminos del hombre y rechazado los caminos de Dios. Sólo hasta entonces, podrá empezar a defender la justicia conforme busque al Señor para que Él pueda traer Su justicia sobre nuestra nación y el mundo. Samuel Adams pudo tener esta visión de una gran nación bajo Dios porque él la heredó de los antepasados.

La visión de los antepasados y los Padres Fundadores para el futuro no era una de derrota porque ellos entendieron el plan de Dios para las naciones y la amplitud de la completa victoria de Cristo sobre el enemigo. También reconocieron que sólo hay un Soberano del mundo y ese no es el hombre. Ellos vivieron y experimentaron el resultado de la tiranía y de cómo las personas se vuelven oprimidas y esclavizadas. Como Samuel Adams declaró: que las confusiones presentes entre las naciones serán desterradas cuando el pueblo de Dios promueva y ocasione ese período moral y feliz cuando el reino de nuestro Señor y Salvador Jesucristo pueda estar en todas partes establecido y todas las personas en todas partes voluntariamente se inclinarán ante el cetro de la justicia».

Lo más probable es que Samuel Adams no sería aceptado en muchas iglesias hoy en día debido a su perspectiva bíblica. No obstante, teológicamente él estaba en lo correcto: “Bendito sea Su glorioso nombre para siempre, sea llena de Su gloria toda la tierra. Amén y amén”. Salmos 72:19

“…y cuál es la extraordinaria grandeza de Su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia (la energía) de la fuerza de Su poder. Ese poder obró en Cristo cuando Lo resucitó de entre los muertos y Lo sentó a Su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino también en el venidero”. Efesios 1:19-21 

“Pues Cristo debe reinar hasta que haya puesto a todos Sus enemigos debajo de Sus pies.” 1 Corintios 15:25

Si abrazamos la misma convicción y comprensión bíblica también nosotros podemos enfrentar la oscuridad que se avecina y las pruebas que están a punto de sobrevenirnos. Nunca debemos perder de vista que Dios controla la historia y Su plan en Cristo era, y es, el de levantar un pueblo; una nueva creación que rompa esos ciclos artificiales.

Mantén tu fe y tu esperanza viva mientras oramos por líderes justos en el hogar, en los servicios públicos, los púlpitos, la educación, la ciencia, el comercio, el mundo del entretenimiento, los medios de comunicación, y todas las áreas del desarrollo humano. Esto no es una ilusión, es la voluntad de nuestro Padre celestial y Jesús dijo que se puede hacer, y ¡así se hará!

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