Mi advertencia a la alcaldesa de Charlotte y a la Alcaldía el 22 de febrero de 2016

Michael Brown | 23 de febrero de 2016

(Townhall) – El lunes en la noche, la Alcaldía de Charlotte, con el decidido apoyo de la alcaldesa Jennifer Roberts votó 7-4 para aprobar un proyecto de regulación llamado de no discriminación contra los LGBT [lesbianas, homosexuales, bisexuales y transexuales] a pesar de los más de 250,000 mensajes de correo electrónico, más de 20,000 peticiones firmadas, de la oposición de más de 200 negocios de la localidad, de la comunidad, de los líderes de organizaciones de fe, y del fuerte rechazo expresado por la abrumadora mayoría de las 140 personas que testificaron ante la Alcaldía antes de la votación. 

El gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory, que fuera por mucho tiempo alcalde de Charlotte, ha prometido que el estado seguramente emprenderá  una acción inmediata contra esta regulación, lo cual es una razón adicional por la que debemos exponer el carácter socialmente enajenante de la misma.

Yo fui uno de los que habló en la reunión anterior al voto, y, a pesar de la fría lluvia y del viento, se aparecieron alrededor de 700 personas para protestar dando gritos de «¡No lo hagas, Charlotte!» A mí me pidieron que me enfocara en los aspectos transgenéricos de la propuesta.

Usted puede mirar mi mensaje de 5 minutos en YouTube aquí. Sí me desvié del tema en algunos puntos – incluyendo una refutación de 10 segundos de la idea de que «los homosexuales son los nuevos negros» – pero el video del mensaje se mantiene dentro del asunto durante la mayor parte del tiempo, a pesar de que la lluvia destruyó totalmente mis notas.

 No estamos aquí para apabullar ni atacar a nadie. Estamos aquí para hacer un llamado a la cordura social y la seguridad pública en la ciudad de Charlotte, e instamos a la alcaldesa Roberts y a todos los miembros de la Alcaldía a hacer lo que es correcto y bueno y justo para las personas que viven, trabajan y visitan con regularidad esta gran ciudad.

Durante la pasada semana hemos reunido firmas de líderes de organizaciones de fe, de la comunidad y los negocios de Charlotte para una carta conjunta que expresara nuestras serias preocupaciones con la ordenanza que se propone. Esa carta fue entregada a mano esta mañana a cada miembro de la Alcaldía y a la alcaldesa Roberts con más de 200 firmas, un número considerable.

Alcaldesa Roberts, Miembros de la Alcaldía… si están escuchando… NO LO HAGAS, CHARLOTTE.

Yo estoy aquí de pie hoy, no sólo como líder cristiano, sino como esposo, padre y abuelo.

¿Acaso ustedes van a incomodar, avergonzar y potencialmente poner en peligro a 997 ciudadanos por causa de tres entre mil que se identifican como transgenéricos?

Hace dos semanas, en Seattle, Washington, «Un hombre se desvistió en un vestidor de mujeres, alegando una nueva ley del estado que permite a las personas escoger un baño basándose en su identidad genérica».

Una madre preocupada de Washington me contó de su organización local de la YMCA [Asociación de Jóvenes Cristianos]: «Hace solamente dos semanas un muchacho de unos 13 años entró directo a la parte de las niñas de los vestidores de mujeres. Lo único que hizo fue sentarse y navegó en su teléfono. Las niñas quedaban sorprendidas cuando regresaban de ducharse, envueltas en sus toallas, y lo veían allí sentado. Mi hija fue una de esas niñas. Esta política les abre la puerta a los que tienen intenciones maliciosas».

Miembros de la Alcaldía, ¿por qué razón traerían esto a Charlotte? ¿Es eso lo que ustedes quieren para sus cónyuges e hijos?

En 2012, también en Washington, unas estudiantes de la preparatoria que utilizaban una piscina del predio escolar quedaron asombradas cuando vieron a un estudiante de 45 años que se identifica como «Colleen» sentado desnudo en la sauna. (El reporte de la policía dice que «ella» estaba exhibiendo «sus genitales masculinos»).

Las muchachas quedaron traumatizadas y los padres ofendidos, pero los funcionarios escolares dijeron que no podían hacer nada debido a la política estatal contra la discriminación por identidad genérica.

Padres y madres de Charlotte, ¿es esto lo que ustedes quieren en su ciudad?

El año pasado, dos veces, una mujer de Waltham, Massachusetts, halló a un hombre orinando en el baño de las mujeres del edificio donde está su oficina. Tenía el pelo largo arreglado como el de una mujer y al parecer tenía puesta ropa de mujer. En un momento dado le exhibió sus partes privadas masculinas a ella. «Yo estaba temblando cuando regresé a mi oficina» le dijo a MassResistance. (Los ejemplos que siguen también han sido recopilados por MassResistance).

En California, en 2013, «Un hombre vestido de mujer fue arrestado después de entrar en un baño de señoras de la tienda Macy’s para filmar a las mujeres. Pasó dos horas en el baño antes que su cámara fuera detectada por una clienta».

En Oregón, en 2011, un hombre que tenía convicciones previas por ofensas sexuales a niñas de 5 a 9 años fue arrestado después que entró a un vestidor de mujeres con un bikini puesto y empezó a hablar con las niñas en el baño termal.

Miembros de la Alcaldía, ¿si esto sucede en nuestra ciudad, están listos para mirar a la cara a esas familias y decirles: «Fuimos nosotros los que votamos a favor de hacer esto ley. Fuimos los que le abrimos la puerta a estos abusos»? ¿Y están listos para las demandas judiciales que les seguirán?

Sé que están preocupados por las necesidades de los que se identifican como transgenéricos y nosotros también somos sensibles a esos conflictos. Deseamos también ayudarles para que encuentren su realización. Sin embargo, según comentara recientemente un hombre después del incidente de la piscina de Seattle, estas nuevas ordenanzas van a hacer que «más personas se sientan indefensas y vulnerables con la intención de reducir la cantidad de personas que se sienten indefensas y vulnerables».

Pregunto de nuevo: ¿Ofenderán a los 997 para ayudar a los tres?

Cuando usted tiene un estudiante ciego en una escuela, no le impone esa discapacidad a toda la escuela y les obliga a los demás muchachos a leer braille. Pero cuando se trata de aquellos que se enfrentan a problemas de identidad genérica, la Alcaldía quiere imponer sus luchas a toda la comunidad, a niñitas impresionables que quedarán traumatizadas al ver a un hombre vestido con ropa de mujer en el baño de un restaurante, y a jovencitas y señoras que se verán obligadas a desvestirse en presencia de un macho biológico en su propio vestidor del gimnasio.

Y su política le abre la puerta a los depredadores heterosexuales, o ¿es que están preparados para decirnos cómo se puede diferenciar entre un varón que se identifica como mujer y un varón voyeurista heterosexual que se viste como una mujer?

¿Por qué estamos siquiera discutiendo esta locura? ¿Cómo pueden ustedes votar por una ordenanza que dice que si un hombre simplemente percibe que es una mujer, entonces es una mujer? El año pasado, un partidario de esta medida me dijo que, si yo creía que era un caballo, podía usar el establo, porque no le hacía daño a nadie, mientras que otro profesor me dijo que si yo creía que era negro, entonces yo era negro. Repito: esto es una locura social.

Yo apelo a todo hombre y mujer de conciencia a elevar su voz esta noche contra esta ordenanza, a hacer responsables a la Alcaldía y la alcaldesa por promover esta propuesta y para mantenernos unidos hasta que esta propuesta sea derrotada en Charlotte.

Debemos tratar con mucha compasión a los que luchan con su identidad genérica, pero no vamos a poner el mundo patas arriba por ellos.

[Por favor, tengan en cuenta que el reporte de la AP sobre el voto omitió los 250,000 y más correos electrónicos y las más de 20 000 firmas. También erróneamente dijo que «Opositores a la medida – incluyendo algunos clérigos y propietarios de negocios – han enviado una carta a la Alcaldía que dice que los negocios deben tener el derecho a rehusar el servicio basados en la orientación sexual o identidad genérica». La carta de 8 páginas, que escribí con ayuda de abogados y líderes pro-familia, y que estaba firmada por más de 200 líderes de organizaciones de fe, de la comunidad y los negocios, no decía nada de eso. Sencillamente expresaba cuáles serían los efectos negativos de la ordenanza. Usted puede leer la carta completa aquí.]

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