No te dejes engañar, leyes más severas de armas esclavizan

Ramon Arias | 5 de febrero de 2013

El tema del control de armas no va a desaparecer sólo por desearlo. Estamos hablando del futuro de Estados Unidos y la preservación de las libertades sociales, como los fundadores lo entendieron por la experiencia contra un gobierno opresivo. Ellos entendieron esto mejor que nadie en el Congreso actual, la Corte Suprema de Justicia, o la oficina del ejecutivo y las personas desubicadas que están a favor de este tipo de violación de los derechos no delegados por el Estado, sino por Dios.

Cuanto antes la gente despierte y acepte el hecho de que el control de armas no es sobre el control de armas, sino el control de las personas, entonces aceptaran la importancia de la 2ª Enmienda y la defenderán con sus vidas, si es necesario, al igual que la declaración hecha por los alguaciles en Utah a Obama.

No necesitamos un control de armas más estricto, lo que se necesita son leyes más severas contra los delincuentes. Todas las leyes que están en vigor en estos momentos y las solicitudes de las leyes de armas más duras se dirigen a limitar a los ciudadanos respetuosos de la ley, esto sólo beneficia a los criminales. Sé responsable y haz tu tarea e investiga lo que las estadísticas revelan acerca de esta verdad. Los ciudadanos responsables son de gran valor para la policía y la seguridad de la sociedad en general, ya que detienen el crimen violento, no al revés.

Los más sospechosos de todos deben ser los comunistas vociferantes y sus afiliados que abogan por el control de armas. Ellos se están aprovechando de la ignorancia en nuestro gobierno, medios de comunicación, el mundo del entretenimiento, el sistema educativo, los sindicatos, los empresarios, los científicos, y la lista larga de los «idiotas útiles» (frase atribuida a Lenin). Estos idiotas útiles son muy peligrosos ya que actúan sin conocimiento y que están siendo utilizados para el establecimiento de un “paraíso” producto de ingeniería social que se ha implementado a un costo de cientos de millones de vidas. Esto se puede investigar lo que sucedió a las naciones ex soviéticas, Europa del Este, África, Asia, América Latina, y así sucesivamente. En el proceso pregúntense por qué los funcionarios de China han pedido por segunda vez que el pueblo estadounidense sea desarmado.

El Partido Demócrata controlado por los marxistas no va a escuchar lo que dice la gente ni les importa. Ellos han estado utilizando el horrible asesinato de Newtown, Connecticut como una crisis que no se debe desaprovechar, un acontecimiento muy oportuno con el fin de impulsar el proceso de desarme de los estadounidenses.

Los peores enemigos de Estados Unidos están adentro con vestiduras de piel de ovejas por afuera, pero por dentro son lobos rapaces babeando porque pueden oler que los tiempos están de su lado y desesperados a que su presa esté bajo su control.

Desde la fundación de esta nación, las armas son tan estadounidenses como la tarta de manzana. Millones de estadounidenses tienen todo tipo de armas de gran alcance y esto siempre ha sido normal, es decir, hasta que los marxistas vieron a esta nación como una oportunidad para poner en práctica su visión del mundo. Washington, D.C., y Chicago tienen el control de armas más difícil y los asesinatos aún son altos, los crímenes violentos son altos, es una clara evidencia que, ¡el control de armas no funciona! El problema que enfrenta Estados Unidos no es imponer un control de armas más estricto, sino la decadencia moral y espiritual.

Un objetivo claro para los tiranos es desarmar a la gente pues le temen a una sociedad bien armada que no depende del gobierno para su defensa o seguridad. Ninguno de los defensores del control de armas conoce el derecho a portar armas mejor que los fundadores, y si alguien piensa lo contrario es cierto que no sólo son ignorantes de la historia estadounidense, sino que son una herramienta para el enemigo del diseño original de este país.

Por favor lee algunas declaraciones de estos fundadores que conocían la importancia de una ciudadanía armada mejor que nadie por haber tenido la experiencia de luchar contra un gobierno opresor:

«Ningún hombre libre quedará excluido del uso de las armas. La razón más fuerte para que la gente se reserve el derecho a poseer y portar armas es, como último recurso, protegerse contra tiranía en el gobierno». – Thomas Jefferson, propuesta para la constitución de Virginia, junio de 1776. Thomas Jefferson Papers, 334 (CJ Boyd, ed., 1950)

«Las leyes que prohíben la portación de armas desarman sólo aquellos que no están inclinados ni determinados a cometer delitos. Tales leyes empeoran las cosas para el asaltado y benefician a los asaltantes. Sirven más bien para animar que para prevenir los homicidios, ya que un hombre desarmado puede ser atacado con mayor facilidad que un hombre armado». – Thomas Jefferson, citando siglo XVIII criminólogo Cesare Beccaria en «On Crimes and Punishment» [De los delitos y castigo] de 1764

«Cuando el gobierno teme al pueblo, allí hay libertad. Cuando la gente teme al gobierno, hay tiranía». – Thomas Jefferson

«¿Y qué país puede preservar sus libertades, si los gobernantes no son advertidos de vez en cuando que este pueblo conserva el espíritu de resistencia? Que tomen las armas. El árbol de la libertad debe ser renovado de vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos». – Thomas Jefferson, Carta a William S. Smith, 1787

«La Constitución de la mayoría de nuestros Estados, y la de los Estados Unidos, afirman que todo poder es inherente al pueblo, para que lo ejerzan por sí mismos: que es su derecho y su deber de estar del todo armados en todo momento, que tienen derecho a la libertad de la persona, la libertad de religión, la libertad de la propiedad y de la libertad de prensa». – Thomas Jefferson, Propuesta para la constitución de Virginia de 1776.

«Entre los derechos naturales de los colonos son estos: primero, el derecho a la vida, en segundo lugar a la libertad, en tercer lugar a la propiedad, junto con el derecho a defenderse de la mejor manera que pueden». – Samuel Adams

«La Constitución no se interpretará como impedimento para el pueblo de los Estados Unidos que son ciudadanos pacíficos de mantener sus propias armas». – Samuel Adams, durante la convención en Massachusetts para la ratificación de la Constitución de EE.UU. en 1788

«Si amas a la riqueza más que la libertad, la tranquilidad de la servidumbre mejor que el concurso animador de libertad, vete de nosotros en paz. No pedimos tus consejos o tus armas. Agáchate y lame las manos de quien te alimenta. Que tus cadenas descansen ligeramente sobre ti y que la posteridad olvide que fuiste nuestro compatriota». – Samuel Adams en 1776

«Aquellos que renuncian a la Libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad». – Benjamín Franklin (1706-1790), en respuesta de la Asamblea de Pensilvania al gobernador el 11 de noviembre de 1755

«Antes de que un ejército permanente pueda ser descartado, la gente debe ser desarmada, como lo son en casi todos los reinos de Europa. El poder supremo en los Estados Unidos no puede hacer cumplir leyes injustas a espada, porque todo el cuerpo de ciudadanos están armados, y constituyen una fuerza superior a cualquier banda de tropas regulares que pueden ser, bajo ningún pretexto, formadas en los Estados Unidos». – Noah Webster, An Examination into the Leading Principles of the federal Constitution [Un Examen de los Principios Importantes de la Constitución federal] (1787) en los folletos de la Constitución de los Estados Unidos (P. Ford, 1888).

«El Congreso no tiene poder para desarmar a la milicia. Sus espadas, y todos los implementos terribles del soldado, son por derecho de nacimiento del americano… El poder ilimitado de la espada no está en manos del gobierno tanto federal o estatal, sino, yo confío en Dios que estará siempre, en las manos de la gente». – Tench Coxe, Pennsylvania Gazette, 20 de febrero de 1788

«A medida que los gobernantes civiles, que no tengan su deber para con el pueblo debidamente delante de ellos, pueden intentar de tiranizar, ya que las fuerzas militares que deben ser formadas de vez en cuando para defender a nuestro país, podrían pervertir su poder y lastimar a sus conciudadanos, la gente es confirmada por el artículo en su derecho a poseer y portar sus armas privadas». – Tench Coxe, en “Remarks on the First Part of the Amendments to the Federal constitution” [«Observaciones sobre la primera parte de las enmiendas a la Constitución Federal»] en Philadelphia Federal Gazette, 18 de junio de 1789.

«Las armas en manos de los ciudadanos pueden ser utilizadas a discreción individual, en defensa propia». – John Adams, A Defense of the Constitutions of Government of the United States of America [Una Defensa de las Constituciones de Gobierno de los Estados Unidos de América], 1787-1788

«Lo mejor que podemos esperar sobre la población en general es que esté correctamente armada». – Alexander Hamilton, The Federalist Papers en 184-8

«Una milicia bien formada, de hecho es, el propio pueblo e incluye a todos los hombres capaces de portar las armas. Para preservar la libertad es esencial que el cuerpo entero de la población siempre tenga armas y sea enseñada por igual, especialmente de jóvenes, cómo usarlas». – Richard Henry Lee, iniciador de la Declaración de Independencia, y miembro del primer Senado, que pasó la Declaración de Derechos. Cartas adicionales desde el agricultor Federal 53 en 1788

«Guarda con cuidado celoso a la libertad pública. Sospecha de cualquiera que se acerque a esa joya. Por desgracia, nada va a protegerla, sino francamente la fuerza. Cada vez que renuncies a esa fuerza, estás arruinado. El gran objetivo es que cada uno esté armado. Todo hombre que es capaz de portar un arma debe tenerla». – Patrick Henry, durante la convención de ratificación de Virginia de 1788

«La Constitución conserva la ventaja de estar armados, algo que los estadounidenses poseen sobre la gente de casi todas las demás naciones donde los gobiernos tienen miedo de confiar en la gente con armas». – James Madison, The Federalist Nº 46 [El Federalista Nº 46]

«El derecho del pueblo a poseer y portar armas no será infringido. Una milicia bien reglamentada, compuesta por el cuerpo del pueblo, y entrenada en armas, es la mejor defensa y más natural de un país libre». – James Madison, Annals of Congress 434 [Anales del Congreso 434] (8 de junio de 1789)

«Le pregunto, señor, ¿qué es la milicia? Es todo el pueblo. El desarmar a las personas es la mejor manera y la más eficaz para esclavizarlas». – George Mason, durante la convención de ratificación de Virginia de 1788.

«Las armas desaniman y mantienen al invasor y al saqueador en el temor, y mantienen el orden en el mundo, así como la propiedad. Actos horrendos sobrevendrían si los respetuosos de la ley fueran privados de utilizar las mismas». – Thomas Paine, Thoughts on Defensive War [Reflexiones sobre la Guerra Defensiva], 1775.

«Un pueblo libre debe estar armado. Cuando las armas de fuego son removidas, toda restricción desaparece; las necesitamos cada hora. Las armas de fuego están a la misma importancia que la propia Constitución. Son los dientes de la libertad y la piedra angular en la independencia del pueblo estadounidenses». –George Washington, Boston Independence Chronicle [Crónica Independencia de Boston], 14 de enero de 1790

«Para garantizar la paz, la seguridad y la felicidad, el rifle y la pistola son igualmente indispensables. La misma atmósfera de armas de fuego por todas partes restringe la interferencia del mal. Ellas merecen un lugar de honor con todo lo que es bueno». – George Washington, The Federalist Nº 53 [El Federalista Nº 53]

“Un pueblo libre no sólo debe estar armado y disciplinado, pero debe tener suficientes armas y municiones para mantener un estatus de independencia de cualquiera que podría intentar abusar de ellos, lo cual incluiría su propio gobierno». – George Washington

Y no olvidemos la instrucción de Jesús a sus discípulos:

«Entonces Jesús les preguntó: ‘Cuando los envié a predicar la Buena Noticia y no tenían dinero ni bolso de viaje ni otro par de sandalias, ¿les faltó algo?’— ‘No’ —respondieron ellos. ‘Pero ahora’, les dijo, ‘tomen su dinero y un bolso de viaje; y si no tienen espada, ¡vendan su capa y compren una!  Pues ha llegado el tiempo en que se cumpla la siguiente profecía acerca de mí: «Fue contado entre los rebeldes». Así es, todo lo que los profetas escribieron acerca de mí se cumplirá’. ‘Mira Señor’, le respondieron, ‘contamos con dos espadas entre nosotros’. ‘Es suficiente’ —les dijo”. Lucas 22:35-38

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