Rectitud vs Libertinaje en EE.UU.

Ramón Arias | 15 de diciembre de 2014

¿Te acuerdas cuando la antigua Unión Soviética fue llamada un » imperio irreverente y malvado»? ¿Te acuerdas cuando los Estados Unidos era un bastión de los «valores cristianos bíblicos»?

¿Te imaginas a Vladimir Putin, un ex agente de la KGB, decir lo siguiente de acuerdo al reporte realizado por The Washington Times el 28 de enero de 2014? «Muchos países euro-atlánticos se han alejado de sus raíces, incluyendo los valores cristianos, se están llevando a cabo políticas que ponen en el mismo nivel a una familia con varios niños y una unión del mismo sexo, la fe en Dios y la creencia en Satanás. Este es el camino a la degradación».

El artículo continúa: 

“En su discurso del Estado de la Nación a mediados de diciembre, el Sr. Putin también presentó a Rusia como una firme defensora de los ‘valores tradicionales’ contra lo que él describe como la bancarrota moral occidental. Ser conservador social y religioso, el ex oficial de la KGB, insistió, es la única manera de evitar que el mundo caiga en una ‘oscuridad caótica’”. 

Lo que tu y yo creemos acerca de la motivación de Putin para hacer esas declaraciones no es lo más importante. Primero deberíamos darle una mirada honesta a nuestra condición nacional depravada. No se trata tanto de quién está diciendo estas cosas, sino que debemos poner atención a lo que se está diciendo y evaluarlo. No olvidemos que Dios puede utilizar cualquier instrumento creado para entregarnos Su mensaje. ¿Recuerdas quién le habló al profeta Balaam instándolo a hacer lo correcto? (Números 22:22-35). 

¿Dirías tú que Estados Unidos se está moviendo de nuevo hacia Dios o está aceleradamente alejándose de Él? ¿Consideras que se está animando o desanimando hacia la anarquía en EE.UU.? ¿Se está más seguro en Estados Unidos o hay más peligro en nuestras comunidades? ¿Está disminuyendo o aumentando la brecha entre las razas? ¿Tenemos una vida familiar más estable o se trata desintegrando rápidamente? ¿Se valora más la verdad bíblica en EE.UU. o se está ahogando en la mentira? Puedes agregar tus propias preguntas a esta lista y presta mucha atención a las respuestas que le aplicas a cada uno de ellas.

El Salmista nos recuerda que son las personas las que determinan el resultado de una sociedad y la nación. No tenemos a nadie más a quien culpar por nuestras malas decisiones, sino a nosotros mismos. La peor de esas elecciones comenzó cuando le dimos la espalda a Aquel que es el dador y sustentador de la vida:

“Las naciones han caído en el hoyo que cavaron para otros; sus propios pies quedaron atrapados en la trampa que tendieron. Al Señor lo conocen por su justicia; los malvados son presos de sus propias acciones. Los malvados descenderán a la tumba; este es el destino de las naciones que se olvidan de Dios. Pero aquellos que pasen necesidad no quedarán olvidados para siempre; las esperanzas del pobre no siempre serán aplastadas. ¡Levántate, oh Señor! ¡No permitas que simples mortales te desafíen! ¡Juzga a las naciones! Haz que tiemblen de miedo, oh Señor; ¡que las naciones sepan que no son más que seres humanos!» (Salmos 9:15-20). 

La historia es un gran maestro, está ahí para recordarnos que los hombres sin la moral de Dios nunca conducen a la verdadera grandeza; eso es si estamos definiendo la grandeza siguiendo los valores bíblicos en todas las áreas de la vida y no por perseguir la ganancia material como la base social más importante.

Los Estados Unidos se trata de la gente no de las cosas. El Dios de la Biblia siempre deja la puerta abierta por un tiempo considerable con la esperanza de que Su pueblo va a regresar a sus sentidos. Sin embargo, si continúan distanciándose de Él y de Sus caminos, no le dejamos ninguna otra opción sino que actuar conforme a Su justicia.

Oremos por un liderazgo auténtico en la iglesia, el gobierno, el comercio, la educación, la ciencia, y sobre todo en el hogar. Hemos tenido liderazgo auténtico en el pasado y nada impide que lo podamos tener de nuevo:

«Cuando vemos las bendiciones con las que nuestro país ha sido favorecido, las que ahora disfrutamos, y los medios que poseemos de entregarlas intactas a nuestra posteridad, nuestra atención es irresistiblemente atraída hacia la fuente de donde fluyen. Vamos pues, uniéndonos en ofrecer nuestros agradecimientos reconociendo estas bendiciones al Autor Divino de Todo lo Bueno». — James Monroe el 5o presidente de Estados Unidos hizo esta declaración en su segundo mensaje anual al Congreso, 16 de noviembre de 1818. 

«La esperanza del cristiano es inseparable de su fe. El que cree en la inspiración divina de las Sagradas Escrituras debe esperar que la religión de Jesús prevalecerá en toda la tierra. Nunca, desde la fundación del mundo se ha tenido las perspectivas de la humanidad más alentadoras a esa esperanza de lo que parecen ser en la actualidad. Y que la distribución asociada de la Biblia proceda y prospere, hasta que el Señor haya ‘desnudado su santo a la vista de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios’ (Isaías 52:10)» — John Quincy Adams, 6o Presidente de los EE.UU. 

«Dios que nos dio la vida nos dio la libertad. Y ¿pueden las libertades de una nación pensarse seguras cuando hemos quitado su única base firme, una convicción en la mente de las personas que estas libertades son el Regalo de Dios? ¿Que no deben ser violadas, pero con Su ira? De verdad, tiemblo por mi país cuando pienso que Dios es justo; que Su justicia no puede dormir para siempre, que una revolución de la rueda de la fortuna, un cambio de situación, es uno de los posibles eventos; ¡que puede ser probable por la influencia Sobrenatural! El Todopoderoso no tiene atributo que puede tomar parte con nosotros en ese evento». — Thomas Jefferson, Notas En el Estado de Virginia, Query XVIII, p. 237.

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