Rissa Arias

Ramon Arias | 11 de noviembre de 2013

Déjame ver si entiendo a los intelectuales de los diferentes puntos de vista ideológicos sin hacer muchas excepciones. Por más de seis mil años de la historia social de los humanos el hombre ha generado cantidad de leyes para gobernar a otros humanos. Muy bien, eso lo entiendo.  Pero, ¿de dónde sacaron esas leyes? ¿Será que son sinceros y puros de corazón para saber lo que es mejor para sus semejantes? Si es así, entonces, ¿por qué estas leyes siempre resultan ser de lo peor y solo conducen a su amado pueblo hacia el colapso?

Mirando desde la perspectiva de la religión de la evolución y la forma en que domina casi todas las áreas de la vida social, ¿por qué es necesario que los seres humanos tengan leyes para regular su comportamiento si ellos no tienen control sobre el proceso? Si el universo surgió de la nada y tomó la forma de una especie de sopa cósmica y los seres humanos evolucionaron a partir de un proceso que nos une a la vida animal, ¿por qué necesitamos leyes humanas? Los animales no necesitan leyes que les digan no mates, no robes, no codicies la propiedad de otros (bienes y dinero), paga impuestos, crea cárceles a nivel condado, estatal y federal para castigar todo tipo de delitos. Los animales no necesitan tres ramas de gobierno, ni que los legisladores acumulen millones de leyes para regular el desarrollo humano. ¿Por qué es que los humanistas que alaban la evolución, no viven de acuerdo a su propia religión? ¿Por qué piden prestado de los valores del Dios de la Biblia para formular sus leyes?

El humanismo rechaza las leyes teístas y exalta al razonamiento del hombre como la fuente de conocimiento, comprensión y sabiduría. Es intolerante de cualquier tipo de competencia a sus ideas sobre el universo, la tierra, la vida y la muerte. Ellos se sienten realizados cuando tienen la última palabra en todo. Su postura sobre el más allá, o sea, la vida después de la muerte, es que no existe. Entonces, ¿por qué esta ridiculez de hacer leyes para controlar a la sociedad?

El humanismo son las ideas recicladas del paganismo de la antigüedad. No es nada extraordinario pues sólo ha cambiado su terminología y sus máscaras. El humanismo pagano está en buena compañía pues recibe gran apoyo del «humanismo cristiano», el cual ha regresado a las naciones paganas de Grecia y Roma para encontrar el significado de la vida en todas las instituciones sociales. Nos bombardearon en el siglo XX de gran manera con el resurgimiento de la filosofía atea basada en el humanismo pagano. Su grito de batalla intelectual fue: ¡Razonamiento sin la fe bíblica! ¿Es esto una filosofía nueva? ¡De ninguna manera! Son las mismas ideas viejas y recicladas que rechazan la realidad del Dios de la Biblia como el responsable de la creación de todas las cosas. La lucha es contra el Dios Todopoderoso.

Aquí hay algo más en que reflexionar. En Minimum Statement on Humanism [Declaración mínima del humanismo] de International Humanist and Ethical Union [Unión Internacional Humanista y Ética] dice lo siguiente:

«El humanismo es una filosofía de la vida democrática y ética, la cual afirma que los seres humanos tienen el derecho y la responsabilidad de dar sentido y forma a sus propias vidas. Esto representa la construcción de una sociedad más humana a través de una ética basada en los valores naturales y humanos en el espíritu de la razón y la libre investigación a través de las capacidades humanas. No es teísta, y no acepta visitas sobrenaturales de la realidad». [1]

No nos olvidemos de los promotores del humanismo secular. Por su propia naturaleza filosófica ponen al hombre en el centro del universo como un animal. Ya que no creen en el Dios de la Biblia, de la manera que promueven el mejoramiento de su naturaleza animal e interminablemente evolutiva es a través de la democracia, la paz para todos, el bienestar económico, cada uno es igualmente merecedor de tener un alto nivel de vida, y un sinnúmero de actividades para su felicidad. Cualquier persona que se interponga en su camino es amenazada. Ellos recibirán la «ira amorosa» de la maquinaria devastadora que suele ser el humanismo secular. ¿Son estas ideas nuevas o simplemente recicladas? Una vez más, son tan viejas como la humanidad.

¿Acaso están todas las facciones del humanismo en unidad y armonía amorosa? Lejos de ello, han estado luchando desde hace miles de años desde que la visión del humanismo nació con Adán y Eva.  Lee el capítulo entero de Génesis 3.

En el pasado, los humanistas ya habían admitido que el humanismo es una religión, hasta que obtuvieron grandes avances culturales en la sociedad estadounidense, luego reclasificaron su visión del mundo llamándole una filosofía. Ellos descubrieron que la mayoría de los estadounidenses estaban ahora en su bolsillo, incluyendo la mayor parte del cristianismo.

¿Qué tipo de leyes se están legislando, humanistas o bíblicas? Juzgando por el monumental desorden social en el que nos encontramos, nadie en su sano juicio debería atreverse a decir que somos una nación bajo Dios pues sería equivalente a decir: somos gobernados por la ley moral de Dios y no por la de los hombres. La próxima vez que oigas la expresión: “Los Estados Unidos es una nación de leyes y no de hombres”, hay que preguntarse, ¿qué leyes? No se te olvide que las leyes de los hombres que contradicen a las leyes de Dios sólo puede significar un problema grave. 

Considera cómo la ley de Obamacare, lejos de tratarse de la salud, es cada vez más evidente para muchos que son los tentáculos del gobierno opresivo para tener mayor control. Para regular la implementación de Obamacare ahora tenemos que lidiar con más de veinte mil páginas de esa ley y de seguro veremos más en el futuro. ¿Cómo te está gustando la «transformación fundamental de los Estados Unidos»?

El rey Salomón tenía razón cuando dijo: «Cuando los justos triunfan, grande es la gloria,
Pero cuando los impíos se levantan, los hombres se esconden…. Como un león rugiente y oso agresivo es el gobernante perverso sobre el pueblo pobre …. Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra, pero cuando domina el impío, el pueblo gime». (Proverbios 28:12,15; 29:2)

La fórmula para rescatar a Estados Unidos de todas las leyes equivocadas que ha acumulado durante más de doscientos años es volver al documento que rigió antes sin modificar una tilde. El documento original para el gobierno de Estados Unidos fue la Biblia en su totalidad. Para traer de nuevo a todas las instituciones sociales y ponerlas en el camino correcto, la ley bíblica debe estar en los corazones y las mentes de las personas de buena voluntad. El autogobierno no es posible sin la ley moral de Dios. Los justos son el subproducto de abrazar la ética de Dios.

“Espera un momento”, podrías decir, «nuestros reconocidos teólogos, pastores, y maestros de la Biblia han estado proclamando que la ley moral de Dios no es para nuestros tiempos, ya que es poco práctica y sólo sobrecarga a la gente. Además, Cristo acabó con el Antiguo Testamento”. Permíteme recordarte lo que mencioné anteriormente en este artículo, los que enseñan tales cosas, ya sea consciente o inconscientemente, se han hecho del lado de la religión, la filosofía y de la perspectiva del humanismo.

El apóstol Pablo no está de acuerdo con todos aquellos cuya posición es negar la continuidad de la ley moral de Dios:

«Porque en el hombre interior me deleito con la ley de Dios … ¡Gracias a Dios, por Jesucristo nuestro Señor! Así que, yo mismo sirvo a la ley de Dios con mi mente» (Romanos 7:22,25). Si era bueno para Pablo, ¿por qué debería ser diferente para el verdadero cristiano? ¿Por qué no proponernos de corazón para entender como lo hizo el escritor del Salmos 119?:

“Enséñame, oh Señor, el camino de Tus estatutos,
Y lo guardaré hasta el fin. Dame entendimiento para que guarde Tu ley
Y la cumpla de todo corazón. Hazme andar por la senda de Tus mandamientos,
 Porque en ella me deleito”. (Salmos 119:33-35) 

Una vez que entendamos lo que estos hombres entendieron acerca de los grandes beneficios de la ley moral de Dios añoraremos que más personas de todas las edades conozcan la ley de Dios pues nos hace sabios sin pretensiones. ¿De verdad crees que los que odian a Dios pueden hacer un mejor trabajo para la humanidad que aquellos que se deleitan en la ley de Dios? Yo espero que no.

Siempre voy a favorecer a los que fueron discipulados por Cristo mientras caminaban y hablaban con él durante tres años que a los que han permitido que sus mentes se contaminen por las mentiras. El discípulo Juan les escribió a los creyentes de su tiempo:

“En esto sabemos que amamos a los hijos de Dios: cuando amamos a Dios y guardamos Sus mandamientos.  Porque éste es el amor de Dios: que guardemos Sus mandamientos, y Sus mandamientos no son difíciles”. (1 Juan 5:2-3)

Santiago escribió: «Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace». (Santiago 1:25)

Permíteme preguntarte una vez más, ¿Cómo te va con las leyes de los hombres? Puede ser que no sepas qué tanto te están dañando, pero ciertamente no puedes negar que no están trabajando para hacer de Estados Unidos una mejor nación. Desafíate a investigar cómo muchas de las leyes del hombre están reglamentando la vida, ¡te sorprenderás!

Las leyes bíblicas cubren todas las necesidades humanas para una vida mejor y más duradera en el aquí y ahora, en el tiempo y la historia. Absolutamente ninguna área de la acción humana está fuera del alcance de la ley bíblica. Todas las leyes destructivas del hombre se pueden arreglar cuando la ley de Dios las reemplaza. Quizás dirás, “¡imposible, no tan rápido!”  Dios tiene el control y está esperando a que Su pueblo despierte de la pesadilla de la depravación humana y acepte Su gobierno en sus vidas y en las instituciones sociales.

¡Vámonos a trabajar y a regresar a la fe bíblica y a la ley de Dios!

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