Rissa Arias

Mayflower Maven | 30 de agosto de 2013

Por fin he descubierto en las últimas décadas de mi vida por qué  estaba tan aburrida en la clase de historia cuando era chica.

La razón es que, sin saberlo, la historia de Estados Unidos había sido reescrita desde la segunda parte del Siglo XIX.  Un factor de los principales fue la influencia de la introducción de la teoría de la evolución de Charles Darwin (1859)[1] y su impacto en nuestras instituciones de educación superior.  Un cambio también se produjo en la primera parte del Siglo XX, cuando los libros de texto de las escuelas públicas fueron reescritos por John Dewey (1859-1952),[2] un teórico de la educación progresista preeminente del Siglo XX, y Anton Makarenko que ambos querían ver el fin del aprendizaje tradicional en los Estados Unidos y que se diera algo más «científico», humanista, pragmático y democrático. Al decir tradicional se entiende la metodología de la lectura de libros y la memorización, sobre todo la purga del fundamento original del sistema de valores bíblicos originales por valores humanistas. Se ha editado casi toda  referencia significativa a Dios. Si John Dewey y sus seguidores no hubieran cruzado la línea de la Ética, también conocida como la filosofía moral, tal vez nuestra brújula moral no estaría en tan mala condición como lo está hoy.

La guerra estaba en marcha, Tradicional vs Progresista. El fundamento original de Estados Unidos es bíblico y no es propicio para el socialismo y el ateísmo. El socialismo o el ateísmo comenzaron su ascenso y crecimiento en los Estados Unidos desde los 1830, momento en el cual, el humanismo comenzó a avanzar hacia el centro del escenario de EE.UU. y no ha parado desde entonces. Está claro que ha valido la pena para ellos, ya que ahora tienen el control de nuestro querido país y amenazan con colapsarlo al totalitarismo. Una serie de intentos y aciertos para echar fuera a Dios de la educación y la vida pública ha cambiado todo en Estados Unidos.

Es en mi opinión que lo que se refiere libremente como el «sueño americano» en la actualidad, es únicamente en referencia al materialismo el cuál es sólo un resultado del sueño americano original. El sueño americano original comenzó en este país en 1620 con la llegada de los peregrinos a Plymouth.  El propósito y las intenciones están claramente establecidos en el Mayflower Compact (Pacto del Mayflower), que, en mi opinión, es la Constitución original que establece la visión y misión de los primeros peregrinos y de lo que después se convirtió en los Estados Unidos de Norteamérica. A continuación esta el texto del Mayflower Compact, juzga tú el contenido por ti mismo:

En el nombre de Dios, Amén. Nosotros, cuyos nombres están escritos debajo, los sujetos leales de nuestro Temible Soberano Señor Rey Jaime, por la Gracia de Dios, de Gran Bretaña, Francia e Irlanda, Rey, Defensor de la Fe. Habiendo emprendido para la Gloria de Dios, y el Avance de la Fé Cristiana y el Honor de nuestro Rey y Patria, una travesía para plantar la primera colonia en las Partes Norteñas de Virginia; hacemos por estos presentes, solemne y mutuamente en la Presencia de Dios y unos con otros, pacto y nos combinamos juntos en un Cuerpo Político Civil para nuestro orden y preservación y fomento de los fines antedichos; y por virtud de esto establecemos y aprobamos, constituimos y formamos, tales justas e iguales leyes, Ordenanzas, Actas, Constituciones y Oficios, de tiempo en tiempo, según sea considerado muy propio y conveniente para el Bienestar General de la Colonia, a la cual prometemos toda la Obediencia y Sumisión debidas. En fe de lo cual hemos suscripto nuestros nombres a esto en Cape Cod el once de Noviembre, en el Reino de Nuestro Soberano Señor Rey Jaime de Inglaterra, Francia e Irlanda, el dieciocho y de Escocia, el cincuenta y cuatro. Anno Domini, 1620.[3]

La Geneva Bible (Biblia de Ginebra), que incluye anotaciones de los reformadores del Siglo XVI, y los estatutos del Pacto del Mayflower,   haciendo hincapié en el autogobierno como la principal fuerza impulsora de las acciones y los esfuerzos de los pueblos en los negocios y demás, es lo que gobernó a los primeros peregrinos y los colonos por 156 años, hasta la Declaración de Independencia en 1776. La predicación, la enseñanza y el énfasis en la responsabilidad personal ante Dios y amar al prójimo como a si mismo era el sistema preeminente de gobierno durante ese tiempo en que las colonias prosperaron en muy poco tiempo y crecieron a alturas de logro inmenso en la educación, los negocios y la prosperidad igual que naciones mucho antes establecidas. Los primeros peregrinos y los colonos no eran perfectos, pero estaban en el consenso común de que la gente debe asumir la responsabilidad ante Dios a quien tendrían que dar una explicación justificable para cada una de sus acciones en la tierra. También establecieron un pequeño sistema local de gobierno para castigar el crimen, cosa que llevaban acabo con rapidez una vez que se comprobaba la culpabilidad del criminal. Los púlpitos de las iglesias y la sociedad en general, llevaban acabo la comunicación del concepto de que si la gente no respeta a Dios, el Juez Justo, sin duda no van a respetar a sus semejantes.

No importa cuánto las personas ataquen agresivamente al fundamento original de los Estados Unidos de Norteamérica, nunca tendrán éxito para erradicarlo por completo. El que guarda la verdad siempre está vigilante sobre ella y se encarga de que siempre resurja. Aunque el sueño americano original que incluye el respeto a Dios, la aplicación de sus estatutos en todos los aspectos de la vida personal, familiar, de negocios y la vida en comunidad, en su mayoría, se ha perdido por un espacio de más de cien años, pero nunca se ha muerto completamente y ahora está resurgiendo de nuevo. La gente ha despertado y están añorando por el fundamento original que le dio a este país su grandeza, la Biblia. Muchos no saben que es la Biblia a la cual añoran, pero en última instancia, es donde se encuentra la base y el éxito de la antigua nación de Estados Unidos.

Uno de los primeros actos del Congreso en 1782, fue la de comisionar una publicación de la Biblia para que fuera fácilmente accesible a todas las personas en Estados Unidos.[4] Así que no creas en la mentira popular llamada la «separación de iglesia y el estado». A pesar de que fue el mismo cuerpo de gobierno que prohibió la oración y la lectura de la Biblia en las escuelas públicas en 1962-1963, y causó el abandono de este importante hecho en nuestra historia, nunca tendrán éxito en borrar la verdadera herencia espiritual de este país y a la gente de Dios, porque los seres humanos no pueden matar a Dios ni a Su Palabra, que es un increíble regalo a la humanidad por todas las edades. Así que ármate de valor y vamos a reclamar con valentía nuestro sueño original estadounidense original.

«El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.» (Marcos 13:31)

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