Rissa Arias

Ramón Arias | 11 de mayo de 2015

Puede que esto no sea una gran sorpresa para ti que un juez federal en Carolina del Norte, James A. Beaty Jr., «ha dictaminado que los comisionados en un condado local no pueden sólo presentar oraciones en el nombre de Jesús, incluso si todos ellos son cristianos porque al hacerlo es ‘discriminatorio’ hacia otras religiones y eleva el cristianismo en el gobierno». 1

Aunque el juez Beaty ya estaba del lado de los demandantes en julio de 2013 no fue hasta el lunes, 4 de mayo de 2015, cuando él “emitió su decisión final, declarando que las oraciones predominantemente en el nombre de Jesús son inconstitucionales”. En su fallo él escribió: “La práctica deja de ser no discriminatoria, enreda al gobierno con la religión, y con el tiempo, establece un patrón de oraciones que tiende solo a avanzar la fe cristiana de los comisionados electos a expensas de cualquier afiliación religiosa no representada por la mayoría». 1

Por lo tanto, a fin de que las oraciones de los comisionados del condado de Rowan no sean discriminatorias ellos ahora tienen que terminar sus oraciones quizás de la siguiente manera: “Te lo pedimos en el nombre del Dios inexistente, de Alá, de Buda, del señor Krishna y los millones de dioses hindúes, de todos los espíritus de lo oculto, de Darwin, de Marx, de los socialistas democráticos, del Dios de los judíos, en nombre de Jesús y de cualquier otro nombre elevado a la divinidad por los seres humanos que se nos hayan pasado, ¿de acuerdo? ¡Ahora, pasemos a los negocios y sólo espero que podamos encontrar manera de salir de este lío cultural que hemos creado!

Aunque no creo que el juez Beaty tenía esto en mente, no obstante, eso es exactamente a lo que la gente ha sido adoctrinada para creer, que no deben elevar el cristianismo bíblico por encima de cualquier otra cosa que desafía la política correcta y el multiculturalismo. La historia demuestra que esta forma de pensar contra el Dios de la Biblia ha causado la destrucción de grandes naciones e imperios. Deben saber que Estados Unidos no será la excepción. 

Puede ser que el juez Beaty no está familiarizado con la Declaración de Independencia, la Constitución de los Estados Unidos y la Declaración de Derechos, o los conoce pero quiere seguir siendo parte del sistema judicial que está permitiendo la destrucción de lo que queda de la Constitución para establecer una nación socialista democrática, donde el cristianismo bíblico es erradicado de esta tierra para siempre.

Quiero darle al juez Beaty el beneficio de la duda, tal vez nunca ha leído el último párrafo en el artículo VII, que en parte dice, «hecho en el Convenio por el consentimiento unánime de los Estados presentes, el diecisiete de septiembre del año de Nuestro Señor mil setecientos ochenta y siete y de la Independencia de los Estados Unidos de América …» 

El Juez Beaty, y todos los cristianos y ciudadanos interesados, deben saber que hay miles de documentos oficiales de la época de la fundación que terminan con la frase en «el Año de Nuestro Señor». Para los colonos y los Padres Fundadores la referencia «Nuestro Señor» significaba nadie más que Jesucristo, así que ¿cómo puede ser inconstitucional mencionar a Jesucristo?

Lo creas o no, incluso Barack Obama, al final de su proclamación de la Semana del Parque Nacional en el día15 de abril de 2011, dijo: «EN FE DE LO CUAL, suscribo la presente este día dieciséis de abril, en el año de Nuestro Señor dos mil once, y de la Independencia de los Estados Unidos de América el ducentésimo trigésimo quinto». 2 

Incluso los ateos hacen referencia a la misma frase cuando agregan «A.D.» a una fecha. «Anno Domini», eso es en Latín que significa «año del Señor». No olvidemos lo arduo que los secularistas han estado trabajando para eliminar el «A.D.» o “d. C.” (después de Cristo) para cambiarlo a «E.C.» que quiere decir Era Común. Asimismo, no quieren que el «a. de C.» que significa «antes de Cristo», ellos quieren que este término sea cambiado a «AEC», que significa «Antes de la Era Común». Al cambiar las letras no pueden borrar la referencia al nacimiento de Jesucristo. Estos promotores de la tolerancia pueden cambiar todas las expresiones que quieran. Después de todo es su especialidad el engañar a los ignorantes con simplemente cambiar las palabras. Al final de cuentas esto se trata de la fecha del nacimiento de Jesucristo, que no puede ser borrado por meros caprichos de los hombres.

Tal vez el juez Beaty, los cristianos y los ciudadanos de Carolina del Norte no han leído su Constitución estatal. El preámbulo dice:

Nosotros, el pueblo del Estado de Carolina del Norte, agradecidos a Dios Todopoderoso, el Gobernante Soberano de las Naciones por la preservación de la Unión Americana y la existencia de nuestras libertades civiles, políticas y religiosas, y reconociendo nuestra dependencia de Él para la continuación de esas bendiciones para nosotros y nuestra posteridad, para asegurar las mismas y para el mejor gobierno de este Estado, ordenamos y establecemos la presente Constitución.

La Constitución del estado establece lo siguiente:

ARTÍCULO I
DECLARACIÓN DE DERECHOS

Sec. 13. Libertad religiosa

Todas las personas tienen un derecho natural e inalienable de adorar al Dios Todopoderoso de acuerdo con los dictados de su propia conciencia, y ninguna autoridad humana, en ningún caso, controlará ni interferirá con los derechos de conciencia.

ARTÍCULO VI
SUFRAGIO Y ELEGIBILIDAD AL CARGO

Sec. 7. Juramento

Antes de asumir los deberes de un cargo, una persona elegida o designada para el mismo deberá hacer y firmar el siguiente juramento:

«Yo, _______________, juro (o afirmo) solemnemente que apoyaré y mantendré la Constitución y las leyes de los Estados Unidos y la Constitución y las leyes de Carolina del Norte que no sean inconsistentes con las anteriores, y que cumpliré fielmente con los deberes de mi cargo de _______________, con la ayuda de Dios»

Sec. 8. Descalificación para el cargo

Las siguientes personas estarán descalificadas para ocupar un cargo:

Primero: Las personas que nieguen la existencia de Dios Todopoderoso.

ARTÍCULO XI
PENAS, PENITENCIARÍAS E INSTITUCIONES CARITATIVAS

Sec. 4. Política de bienestar. Junta de bienestar público.

Uno de los primeros deberes de un estado cristiano  y civilizado es hacer provisión benéfica para los pobres, los desafortunados y los huérfanos, Por lo tanto, la Asamblea General proveerá y definirá los deberes de una junta de bienestar público.

La Constitución de 1776 de Carolina del Norte fue más elaborado en sus definiciones del cristianismo bíblico como parte de la vida del Estado. No obstante, la actual Constitución de Carolina del Norte es muy clara en su reconocimiento del Dios de la Biblia como el Soberano Gobernante de las naciones. También se establece claramente que fueron los ciudadanos de Carolina del Norte los que crearon el Estado y no a la inversa.

El mismo principio se aplica a la Constitución de los Estados Unidos, que fue creado por el gobierno del pueblo, y para el pueblo. Esperemos y oremos que no sea demasiado tarde para que los cristianos estadounidenses y patriotas que aman el diseño original de esta nación comprendan que ni los gobiernos federales o estatales fueron creados para ser los «señores» del pueblo, sino que se les delegó una posición para ser siervos de la gente. Nuestra Constitución de Estados Unidos establece que “Nosotros el pueblo” somos los propietarios y responsables de supervisar un gobierno justo:

          Nosotros, el pueblo de los Estados Unidos, a fin de formar una Unión más perfecta, establecer la justicia, garantizar la tranquilidad nacional, tender a la defensa común, fomentar el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros y para nuestra posterioridad, por la presente promulgamos y establecemos esta Constitución para los Estados Unidos de América

No puedo enfatizar lo suficiente que el pueblo de esta nación es responsable de la función apropiada del gobierno estatal y federal, conforme las propias personas están bajo la soberanía de Dios. El Preámbulo de la Constitución de los Estados Unidos es muy clara al afirmar: «Nosotros, el pueblo … [debemos] asegurar los beneficios de la libertad para nosotros y para nuestra posteridad …» Por mucho que duela, es mejor aceptar la responsabilidad de que la presente condición nacional es el resultado de que «Nosotros, el pueblo», hemos permitido a los siervos públicos que hagan lo que quieran y en el proceso continúan violando la ley moral de Dios en todas las áreas de la sociedad, que incluye la política y la economía.

Si no aceptamos estar bajo la estructura de la sociedad que Dios ha revelado en Su Palabra no puede haber libertad, solamente la esclavitud. Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad”, 2 Corintios 3:17. “Para libertad fue que Cristo nos hizo libres. Por tanto, permanezcan firmes, y no se sometan otra vez al yugo de esclavitud”, Gálatas 5:1. 

Durante casi 200 años, los jueces federales han abusado la Constitución. La razón por la que han sido capaces de salirse con tantos excesos y han convertido a este país en uno de rebeldía ante Dios y las naciones es porque han hecho que los ciudadanos crean que son intocables y no hay fuerza que pueda impedir que logren implementar su agenda que es totalmente ajena al fundamento cultural original de este país. En sus mentes se han convertido en pequeños dioses.

Con gran pasión, Thomas Jefferson no favorecía un gobierno federal centralizado y advirtió de un tamaño ilimitado y poder excesivo. Sus opiniones sobre la rama judicial del gobierno federal fueron de gran preocupación debido a su poder. Los jueces federales han usado y abusado los escritos de Jefferson para violar la Constitución. Espero que presten atención a algunas de las siguientes citas de los volúmenes que escribió en referencia a la rama judicial:

«Usted parece considerar a los jueces los árbitros máximos de todas las cuestiones constitucionales; una doctrina muy peligrosa por cierto, y uno que nos colocaría bajo el despotismo de una oligarquía. Nuestros jueces … y su poder [son] el más peligroso, ya que están en el cargo de por vida, y no son responsables, como los demás funcionarios, al mando electivo. La Constitución no ha erigido ni un tal tribunal, sabiendo que a las manos que se le confiara, con las corrupciones de tiempo y el partido, sus miembros se convertirían en déspotas. Ha hecho más sabiamente a todos los departamentos co-iguales y co-soberanos dentro de sí mismos …. Cuando los funcionarios legislativos o ejecutivos actúan inconstitucionalmente, son responsables ante las personas en su capacidad de elección. La exención de los jueces es lo suficientemente bastante peligroso. No conozco ningún depósito seguro de los poderes últimos de la sociedad, sino el pueblo mismo. …. » – Carta al Sr. Jarvis, septiembre de 1820

“El poder judicial de los Estados Unidos es el cuerpo sutil de ventajosos y mineros que trabajan constantemente bajo tierra para socavar nuestra Constitución desde un gobierno general y especial coordinado a uno supremo en general y solo. Esto pondrá todas las cosas a sus pies. … Voy a decir, que ‘en contra de este todo hombre debe levantar la voz’, y, más, debe elevar su brazo …” – Carta a Thomas Ritchie, septiembre de 1820

“… Un solo objeto … le dará derecho a la infinita gratitud de la sociedad; la de restringir a los jueces de usurpar la legislación”. – Carta a Edward Livingston, marzo de 1825 

Los que odian al Dios y al Cristo de la Biblia, están siempre en el lado equivocado de la historia. Estados Unidos no ha nacido para exaltar la corrupción de la política correcta y el multiculturalismo. Nació para ser una luz sobre una colina para todas las naciones. Hasta ahora hemos fracasado, pero nunca es demasiado tarde. Por lo menos, hay que orar y esperar que todavía tengamos tiempo. Mientras tanto, no nos dejemos engañar por aquellos que quieren que los cristianos se callen y sean ovejas sumisas. No olvidemos quién es nuestro Gran Pastor. Somos Sus ovejas y lo seguimos sólo a Él. Prestemos atención a Su voz y no a la voz de los extraños. Seamos testigos de nuestro Señor con sabiduría y audacia. Sí, somos ovejas, pero no para seguir a los hombres. Jesucristo nuestro Señor, el León de Judá, nos ha dado Su corazón y Su poder, por lo tanto no le tememos a nadie sino sólo a Dios. 

Aquellos de nosotros que vivimos en Carolina del Norte, será mejor que nos pongamos a trabajar en incrementar nuestras voces y nuestros derechos y la responsabilidad dada por Dios para apoyar a nuestros legisladores estatales para oponerse a la tiranía judicial y cumplir con su juramento del cargo. Aquellos de ustedes de otros Estados harían bien en seguir este ejemplo y no se olviden de familiarizarse con su Constitución del Estado y por encima de todo conozcan la ley moral de Dios y toda la historia cristiana de Estados Unidos.

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