Rissa Arias

Ramón Arias | 8 de febrero de 2016

Dos días seguidos, Obama hizo discursos en dos reuniones con dos grupos religiosos opuestos, el primero fue en la Sociedad Islámica de Baltimore, una mezquita radical [02.03.16], y al día siguiente en el Desayuno Nacional de Oración en Washington, D.C. Este evento es una de esas ocasiones en las que los demócratas y los republicanos se reúnen supuestamente sobre lo que los une de su creencia en la fe cristiana, pero la mayoría simplemente juegan la parte de exaltar el Señorío de Cristo en sus vidas.

En el primer discurso de Obama, en una mezquita con una historia radical, tiene muchas inexactitudes con respecto a los hechos históricos del Islam, especialmente cuando dijo que han tenido una influencia en Estados Unidos desde la época colonial. En su forma clásica de distorsionar la verdad, Obama citó incorrectamente a Thomas Jefferson, John Adams y Benjamín Franklin, causando que la gente crea que ellos abrazaron el Islam. La verdadera historia de la guerra de Estados Unidos contra el Islam no se enseña en las escuelas, dejando una gran brecha en los hechos que revelan el motivo del por qué Jefferson tenía un Corán, el único propósito era comprender la mentalidad musulmana pues se les consideraba un enemigo formidable. Siendo el tercer Presidente de los Estados Unidos, Jefferson fue a la guerra contra los musulmanes hasta las costas de Trípoli. Gary DeMar, de la organización American Vision, escribió un libro titulado America’s 200-Year War with Islamic Terrorism (200 años de guerra de Estados Unidos con el terrorismo islámico) aprende la verdad y transmítela. Puedes comprar el libro haciendo clic en la foto.

Admitió delante de su auditorio que él era cristiano, y declaró: 

«… Tenemos que reafirmar esa verdad fundamental: Todos somos hijos de Dios. Todos nacemos iguales, con dignidad inherente.

Y muy a menudo, nos centramos en las diversidades exteriores y olvidamos lo mucho que compartimos. Cristianos, judíos, musulmanes – todos somos, en virtud de nuestra fe, descendientes de Abraham … «.

Si no estás familiarizado con la comprensión de las Escrituras Bíblicas acerca de Dios y Abraham, esto realmente te puede llevar a creer que la declaración de Obama es absolutamente cierta. Sí, cada ser humano es creado a imagen de Dios, por lo tanto somos hijos de Dios y en ese aspecto somos iguales. Sin embargo, el pecado trajo una tremenda maldición para la raza humana, que nos dividió en hijos de la obediencia e hijos de la desobediencia.

Así que contrario a la teología de Obama, según Dios, no todos son descendientes de Abraham; judíos y musulmanes deben aceptar los términos del Dios de la Biblia con el fin de convertirse en parte de Sus hijos obedientes. Pablo, en su carta a los Gálatas, dijo lo siguiente en relación a Dios, Abraham y Jesucristo:

“Por tanto, sepan que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. La Escritura, previendo que Dios justificaría a los Gentiles (las naciones) por la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham, diciendo: ‘En ti serán benditas todas las naciones’. Así que, los que son de la fe son bendecidos con Abraham, el creyente…

Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, habiéndose hecho maldición por nosotros, porque escrito está: ‘Maldito todo el que cuelga de un madero’, a fin de que en Cristo Jesús la bendición de Abraham viniera a los Gentiles, para que recibiéramos la promesa del Espíritu mediante la fe». (Gálatas 3:7-9, 13-14, 16)

Sólo en Cristo, no en Mahoma—el fundador de la religión del Islam— o en cualquier otro, se encuentra la reconciliación realizada entre una persona y Dios Todopoderoso, el Creador de todas las cosas en la tierra y en el cielo. Esta es la razón por la que Jesucristo es el único camino, la verdad y la vida que puede unir a la raza humana. Sólo mediante la aceptación de los términos de Dios y puestos en práctica es que se puede lograr la verdadera paz social y el progreso duradero.

Los escritores de los discursos de Obama elaboraron sus discursos para complacer a la audiencia en el Desayuno Nacional de Oración en Washington, D.C., y la mayoría de los asistentes estaban encantados con sus declaraciones «cristianas», muy parecida a la reacción de los musulmanes del día anterior.

Si no conoces a Obama, debes hacer un esfuerzo especial para conocerlo, después de todo, él sigue siendo el presidente. Él nunca desperdicia una oportunidad para promover su ideología que, en su mayoría, le ha funcionado bien mucho antes de que ocupara la Casa Blanca. Su participación en el Desayuno Nacional de Oración no fue diferente de su asistencia anterior.

El análisis de las declaraciones de Obama tomaría tiempo así que se los voy a ahorrar. Si estás interesado, puedes leer ambos discursos, el de la mezquita en Baltimore así como el Desayuno Nacional de Oración, y hacer tu propio análisis. Durante 64 años, desde 1952, esta tradición del desayuno de oración ha reunido a demócratas, republicanos y personas de fe, afirmando ser una oportunidad para humillarse ante el Todopoderoso y  recordar lo que es ser hijos de Dios.

Antes de que seas conmovido hasta las lágrimas, por favor, piensa lo que le ha sucedido a este país desde 1952. ¿Dirías que los hijos de Dios se han vuelto más rebeldes hacia Él y no han creado una nación bajo Dios, sino bajo los hombres?

En sus palabras de clausura, dijo: «Oro para que veamos a cada niño como si fuera  nuestro, digno de nuestro amor y de nuestra compasión. Y oro para que respondamos al llamado de las Escrituras para levantar a los más vulnerables, y para defender la justicia, y nos aseguremos de que cada ser humano viva en dignidad”. Una vez más, detén tus lágrimas por un momento. Este es el hombre, que como senador del estado de Illinois, luchó contra la versión de Illinois del BAIPA (Born-Alive Infant Protection Act, el proyecto de ley que protege a los bebés que sobreviven un aborto).

El 10 de febrero de 2012, el National Review publicó un artículo: Aclarando el voto de Obama en Born-Alive (nacido vivo), que lee en parte:

«BAIPA, … se introdujo para asegurar que los bebés que sobrevivan a los intentos de abortos se les da la misma atención médica y sustento como cualquier otro bebé nacido vivo. BAIPA se introdujo después de que se presentó evidencia de que los bebés nacidos vivos después de abortos fallidos fueron simplemente desechados en los armarios de servicios públicos sin comida, cuidado o tratamiento médico hasta que murieron». 1

A estas alturas debes saber que Obama ha sido el presidente más “pro-elección» que ha ocupado la Casa Blanca. La palabra «elección» es una palabra que la sociedad puede digerir más fácil sin ninguna repugnancia u horror de la matanza de los niños en el vientre de la madre desde 1973.

A lo largo de sus años en la oficina ejecutiva, los escritores de los discursos de Obama han hecho un poco de progreso en tratar de afinar la mezcla de las doctrinas de la Biblia con la ideología marxista. Debes tener algún tipo de conocimiento de lo posterior con el fin de ser capaz de ver a través de, o mejor aún, ser guiado por el Espíritu Santo para discernirlo.

Esta será la última vez que Obama se dirige a los cristianos en el Desayuno Nacional de Oración, como el residente de la Casa Blanca, o por lo menos eso esperamos. Obama se ha perfeccionado desde su llegada al centro del foro nacional. Antes de eso, el 28 de junio de 2006 crudamente dio un discurso marcado para atacar a la Biblia y el Sermón del Monte de Jesús. Puedes verlo aquí (solo disponible en inglés).

Cualquiera de nosotros podemos llamarnos cristianos y decir que hemos nacido de nuevo en Cristo Jesús y afirmar que Él es nuestro Salvador y Señor. Las palabras son baratas, pero el fruto de nuestras acciones para corroborarlas son otra cosa muy distinta.

Jesús dijo:

“Cuídense de los falsos profetas, que vienen a ustedes con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos; pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego. Así que, por sus frutos los conocerán. “No todo el que Me dice: ‘Señor, Señor,’ entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos”. (Mateo 7:15-21)

Somos lo que pensamos. Nuestro mundo de las ideas personales define el fruto que vamos a producir. Obama no tiene el fruto de una vida musulmana o la de un cristiano según la Palabra de Dios y la definición de lo que es ser un hijo de Dios.

Desde la primera vez que oí el discurso de Obama en la Convención Nacional Demócrata en 2004, reconocí sus ideas como las de un endurecido marxista. Todos estos años lo ha demostrado que, y no soy ingenuo al hecho de que él no solo abraza esa la ideología, sino también el poder, la fama y la riqueza que ha acumulado.

La nación ha estado en un declive moral durante más de doscientos años. A principios del siglo 20, la ideología marxista ganó gran parte de su influencia. El distanciamiento de la nación de los absolutos morales de Dios abrió el camino para que Obama esté en condiciones de transformar fundamentalmente a la nación, es decir, la eliminación de los valores bíblicos que estaban en el núcleo del fundamento de este país y los reemplazó con la infernal ideología del comunismo.

Todo marxista sabe que el fin justifica los medios; por desgracia, Estados Unidos ha aceptado esta ideología y metodología. Obama, hasta ahora, ha sido un discípulo muy efectivo de la visión del mundo de Marx y de Engels.

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