Gary DeMar | 5 de marzo de 2014
Joe Arpaio es conocido como El Sheriff más Duro de los Estados Unidos, un título que «le dieron hace años los medios de prensa. Es un título que ciertamente se ha ganado, por encabezar el tercer Departamento de Sheriff más grande del país, que emplea a más de 3,400 personas».
«En 1992, Arpaio aspiró con éxito a ser el sheriff del condado de Maricopa. Desde entonces ha sido reelegido para seis mandatos de 4 años, hecho sin precedentes. Durante su mandato como sheriff del condado de Maricopa, Arpaio ha obtenido de manera consecutiva altas calificaciones aprobatorias por parte del público».
Joe Arpaio se toma en serio el asunto de tratar con los criminales. «Por ejemplo, prohibió fumar, el café, las películas, las revistas pornográficas y la televisión ilimitada en todas las cárceles». Los prisioneros tienen que trabajar, esencialmente para pagar por su tiempo en la prisión.
«Aparte de esas medidas duras, el sheriff ha lanzado programas de rehabilitación como “Hard Knocks High” [“Preparatoria de los Golpes Duros”], el único programa de preparatoria acreditado bajo un sheriff en una cárcel estadounidense, y ALPHA, un programa contra el abuso de sustancias que ha reducido en gran medida las reincidencias».
He aquí la descripción que da el sheriff Joe Arpaio de un paraíso liberal. Él lo ve todos los días:
«Un paraíso liberal es un lugar donde todo el mundo tiene el trabajo garantizado, atención médica integral gratis, educación gratis, alimentación gratis, alojamiento gratis, servicios domésticos gratis y sólo los agentes de la ley poseen armas. Y, créanlo o no, semejante lugar existe de verdad.
«Le llaman la prisión».
En la prisión todo es libre, menos los prisioneros.
Los liberales (y demasiados conservadores) creen que los programas del gobierno destinados a ayudar a los pobres son una calle de un solo sentido hacia el paraíso. Quizá si lo pudieran hacer un poquito como una cárcel la gente que recibiera los beneficios no lo notaría.
Hasta los suizos han caído en esto, al querer garantizarle a todo el mundo en la pequeña nación «2,500 francos suizos —alrededor de $2,800— por mes, procedentes del Estado, con el objetivo de darle una red de seguridad económica a la población».
Las gentes tendrá que votar por esto en el referéndum.
Eso es como pedirle a las ovejas y los lobos, estando los lobos en mayoría, que voten por lo que debe haber de almuerzo. ¿De dónde va a salir el dinero? El Estado no tiene ningún dinero. Deberá imponerle impuestos al pueblo o crear dinero de la nada.
De cualquier manera, eso es robar. Votar por que los políticos tomen dinero de alguna gente para que se lo puedan dar a otros no sólo es un desincentivo al trabajo; es un verdadero hurto. Es el tipo de política económica que ha creado regímenes como el que vemos en Venezuela. Se creará un punto de desbalance en el que las personas más productivas se llevarán su negocio a otra parte en la que haya mayor libertad económica.