Un hombre construye una despensa de alimentos en su propiedad para que el hambriento pueda comer

MSN.com | 12 de julio de 2017

Resulta frecuente ver en los terrenos privados cajas llenas de libros que las personas pueden tomar libremente, las cuales son conocidas como “Pequeñas Bibliotecas Gratis”. Sin embargo, la propiedad de Román Espinoza en Watertown, Nueva York, tiene algo diferente: una “Caja de Bendición” llena de comida disponible para cualquiera y todos los que la necesiten. 

El concepto es simple. La caja es una despensa de alimentos en miniatura, la cual recibe artículos de todos los que quieran donarlos y los ofrece a aquellos que puedan necesitarlos.  

“Ya sea que usted esté necesite donar o tomar, sólo necesita ir a la caja de bendición”, dijo Espinoza a la CNN. “No tiene ningún cierre: está abierta las 24 horas del día, los siete días de la semana”.

Una cruzada comunitaria

Al veterano del Ejército de los Estados Unidos de 46 años, se le ocurrió la idea mientras recibía clases sobre servicios humanos en un colegio comunitario de la comunidad. Espinoza se conmovió al descubrir que la escuela tenía una alacena de alimentos para los estudiantes necesitados.

“Pensé, ‘Hombre, estos adultos que emplean tiempo para recibir clases, no pueden comer todos los días’”.

Poco tiempo después, Espinoza decidió instalar su caja de bendición. Él mismo puso los primeros alimentos, pero no ha tenido que llenar la caja  muchas veces desde entonces.

“La caja en sí misma es para la comunidad y es sostenida por la comunidad”, dijo. “La comunidad, el barrio y mi cuadra han sido de mucho apoyo.”

Satisfaciendo una necesidad

El apoyo se extiende más allá de los alimentos.

“Tratamos de poner dentro de la caja artículos que tengan sentido: pasta dental, cepillos de diente, curitas… algo de jabón y champú”, dijo Espinoza.

¿Y quién se aprovecha de esta generosidad?

“No sabemos quién usa la caja: a veces las personas se sienten avergonzadas de utilizarla en pleno día”, dijo Espinoza.

Sin embargo, es incuestionable que la caja está satisfaciendo una necesidad.

“Recientemente me desperté y tuve que poner comida en la caja, porque alguien había venido y necesitaba alimentos”, expresó Espinoza.

Lo que sigue 

El éxito de la caja de bendición de Espinoza ha influenciado igualmente la comunidad.

“He recibido un par de pedidos de cajas, por parte de algunas personas del pueblo, para poner en sus propiedades”, dijo Espinoza. “Con suerte tendremos algunas más por el pueblo en lugares donde las personas puedan notarlas y usarlas”.

En última instancia, Espinoza espera que su caja y las de otros en su pueblo generen una atmósfera de apoyo y generosidad.

«En los próximos cinco años, Watertown, Nueva York, pudiera ser conocida como la ciudad de las cajas de bendición”, dijo.

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