Dave Jolly | 28 de agosto de 2014
Si sus hijos están enfermos y faltan mucho a la escuela, podría terminar perdiéndolos a manos de un trabajador social excesivamente celoso. Esto fue lo que le sucedió a Lane Funkhouser, a su esposa Susan Parker y a sus dos hijos.
Los cuatro miembros de la familia estaban enfermos y en un principio el médico no pudo determinar lo que estaba sucediendo. Hijo e hija, que no están siendo nombrados en el informe, faltaban tanto a la escuela que los padres decidieron educarlos en casa hasta que se realizara un diagnóstico y pudieran iniciar el tratamiento.
La escuela los clasificó de ausentistas, pero los cargos fueron rápidamente desechados. Fue entonces que un trabajador social excesivamente celoso con el nombre de Michael Austin, del condado de Clarke, Departamento de Servicios Sociales de Virginia, entró en el asunto. Tras una visita a la casa de los Funkhouser, Austin diagnosticó que Susan padecía una enfermedad mental conocida como Síndrome de Münchhausen por poder. El Síndrome de Münchhausen por poder, es una enfermedad muy rara y una condición muy difícil de diagnosticar por un profesional entrenado, sin embargo, Austin no era un profesional entrenado. Como expresó la Home School Legal Defense Association (Asociación para la Defensa Legal de la Educación en Casa):
“Austin no es médico. No es enfermero. No es un psicólogo. No es un profesional médico de ninguna índole.”
En el momento en que Austin hizo su asombroso diagnóstico, un médico le había diagnosticado finalmente a los niños una combinación de estreptococos, infección parasitaria e infección bacteriana, conocida como Clostridium difficile o C. diff. Las pruebas de laboratorio confirmaron el diagnóstico de C. diff. y rápidamente los niños fueron puestos bajo tratamiento, ya que alrededor de 14,000 estadounidenses mueren cada año debido a esta infección bacteriana. Siguiendo el consejo del médico, la familia fue al hospital local para recibir tratamiento por dicha infección.
El hecho de que los niños hubieran tenido finalmente un diagnóstico y hubieran sido tratados no fue suficiente para Austin, quien continuó insistiendo al personal del hospital sobre su diagnóstico de Síndrome de Münchhausen por poder. En lugar de creer en el diagnóstico del doctor y en el hecho de haber sido tratados por una enfermedad verdadera, el personal del hospital sucumbió a las presiones de Austin. Por consiguiente, los niños fueron retirados posteriormente de su casa el 25 de julio de 2012 por los trabajadores sociales, quienes llevaron a los niños a la sala de emergencias, donde fueron diagnosticados y tratados por Clostridium difficile.
En este punto, usted esperaría que los niños hubieran sido devueltos a su hogar, pero Austin no estaba dispuesto a permitir que eso sucediera. Los dos niños fueron colocados en un hogar de acogida, lugar donde fueron interrogados sin piedad por los empleados del condado. Estos estaban obligados y determinados a llevar a los niños a admitir cuán abusados y maltratados habían sido, pero ninguno de los niños dijo nada por el estilo, ya que no habían sido ni abusados ni maltratados.
El hogar de acogida en el que los colocaron no fue el mejor. Había criminales juveniles violentos y un niño con historial de uso de drogas. Poco después de la llegada a esta residencia, el hijo varón de los Funkhouser sufrió una lesión en un tobillo. El personal del sitio disimuló el asunto y se negó a darle ningún tipo de tratamiento ni llevarlo al médico.
Poco después de un mes de que los dos niños hubieran sido injustamente arrancados de su casa y sometidos a torturas en las manos de Austin y los empleados del hogar de acogida, el DSS del Condado de Shenandoah regresó los niños a sus padres. El varón fue llevado inmediatamente al médico, el cual examinó detenidamente el tobillo y determinó que había estado roto por alrededor de tres semanas. Lane y Susan también supieron que mientras los niños estuvieron en el hogar de acogida estuvieron expuestos a la tuberculosis, lo que trajo como resultado que ambos menores tuvieran que someterse a un año de tratamiento contra la enfermedad.
Lane y Susan recibieron una carta del DSS del Condado de Shenandoah el 16 de octubre informándoles que la investigación de los cargos en su contra había sido cerrada. Sin embargo, el 7 de noviembre, el abogado del DSS testificó ante el tribunal que los padres todavía necesitaban supervisión de la corte. El juez de la causa parecía ser el primer funcionario en comprender a lo que la familia habia sido sometida y denegó la solicitud de supervisión del DSS.
Después de examinar toda la evidencia médica proporcionada en el caso, el juez no sólo negó la solicitud de supervisión, sino que desestimó todos los cargos contra Lane y Susan. Éstos fueron finalmente libre después de casi tres meses y medio de persecución innecesaria.
Ahora, Lane y Susan, con la ayuda de la Home School Legal Defense Association han presentado una demanda contra el trabajador social Michael Austin, los empleados de la casa de acogida y los trabajadores sociales del Condado de Shenandoah. La demanda los acusa a todos de negligencia y mala conducta. Creo que también deberían incluir abuso infantil y persecución injusta.
Padres de familia, de acuerdo con la Home School Legal Defense Association, este no es un caso aislado. Ellos están escuchando cada vez más de casos como estos alrededor del país. Trabajadores sociales, servicios de protección al menor e inclusive doctores están utilizando diagnósticos errados y acusaciones falsas para llevarse a los niños lejos de sus padres. En un número creciente de casos, estos hechos involucran familias que se dedican a la educación en el hogar. Nuestro gobierno socialista no puede tolerar la idea de padres criando y educando a sus propios hijos, sobre todo si son cristianos y conservadores, que es generalmente el caso. Ellos quieren forzar a nuestros hijos a ir a las escuelas públicas en donde se les lavará el cerebro para que rechazen la autoridad de los padres y crezcan siendo pequeños buenos socialistas.