Unos estudios muestran que los ateos no son tan racionales después de todo

Dr. Joel McDurmon | 3 de octubre de 2018

(American Vision) – Al leer un poco para mi debate del próximo noviembre con un ateo, me encontré con un artículo reciente, “Por qué los ateos no son tan racionales como algunos piensan”, escrito por la profesora de religión de la Universidad de Kent, Lois Lee. De una manera tranquila y quirúrgica, la autora desmantela el mito de que los ateos son los racionales en contraposición con nosotros, las personas de fe.

Una de las cosas que me gusta del sitio web The Conversation [La Conversación] es el enfoque que tiene de un periodismo más académico y civilizado. Fundado específicamente porque la mayoría del discurso público se ha vuelto polarizado, partidista y hostil, tiende a ser más académico, sin complacer los prejuicios de una base de lectores polarizados; y aún así, está escrito con un lenguaje accesible al lector promedio. Disfruté estas características del sitio recientemente cuando escribí sobre el dramático aumento en la retórica de auto-referencia de Obama y Trump (pista: Trump es realmente peor que Obama en todos los aspectos, si puede creerlo).

Llevar estos valores y esta perspectiva al mundo del ateísmo resulta muy informativo (precisamente lo que muchos ateos afirman tener y dicen que la gente religiosa no posee). No obstante, los hechos reales importan. Incluso si usted es el que afirma tener los hechos, la razón y la lógica de su lado, la verdad finalmente lo alcanzará.

La doctora Lee comienza su ensayo:

Muchos ateos piensan que su ateísmo es producto de un pensamiento racional. Utilizan argumentos como “No creo en Dios, creo en la ciencia” para explicar que la evidencia y la lógica, en lugar de la creencia sobrenatural y el dogma, respaldan su pensamiento. Sin embargo, sólo porque creas en la investigación científica basada en evidencias, la cual está sujeta a controles y procedimientos estrictos, no significa que tu mente funcione de la misma manera.

Cuando le preguntas a los ateos por qué se convirtieron en ateos (a lo cual me dedico), a menudo señalan momentos de inspiración en los que se dieron cuenta de que la religión sencillamente no tenía sentido.

La ironía, sin embargo, es que muchas personas religiosas dicen exactamente lo mismo sobre el ateísmo. Muchos son religiosos precisamente porque el ateísmo no está a la altura de lo que promueve en términos de razón y sentido. No obstante, esto no lo resolveremos mediante una batalla de anécdotas. ¿Qué muestran los estudios actuales? ¿Apoya la propia ciencia las afirmaciones de los ateos?

La Dra. Lee nos ofrece la conclusión que posteriormente demostrará:

El problema que cualquier pensador racional debe enfrentar, sin embargo, es que la ciencia muestra cada vez más que los ateos no son más racionales que los teístas.

Esa ciencia a la que se refiere nos resulta valiosa en varios sentidos. Ésta hace añicos diversos aspectos de los pretextos que muchos ateos han disfrutado durante demasiado tiempo. Por ejemplo:

  • Los ateos tienen la misma probabilidad de seguir el “pensamiento de grupo” u otras influencias o prejuicios no racionales.
  • Los ateos se vuelven tan propensos, como las personas religiosas, a seguir a los líderes carismáticos sin cuestionamientos (piénsese: gurú, experto, líder de cultos, dictador, etc.).
  • El ateísmo es en sí mismo un sistema de creencias, sujeto a ser adoptado o rechazado por razones no racionales.
  • Los padres ateos transmiten sus creencias de la misma manera que muchas personas religiosas: a través de una cultura y tradiciones asumidas, no necesariamente a través de argumentos razonados o de la racionalidad.
  • Muchas personas religiosas, especialmente los cristianos protestantes, le dan más protagonismo a la ciencia en sus vidas que muchos ateos.
  • Muchos ateos hoy día elevan abiertamente el pensamiento no racional por encima de la ciencia, la cual consideran secundaria, limitada o incluso problemática.
  • Algunas ramas del ateísmo, como el transhumanismo, son prácticamente religiones en sí mismas, desdibujando los límites entre ciencia y ciencia ficción con la aplicación de ciertos campos como la nanotecnología, la biotecnología y otros.
  • Incluso los ateos más tradicionales, aún así, terminan experimentando o usando su ateísmo de formas no racionales, generalmente asociadas con la religión: encuentran significado y consuelo, o refugio en momentos de estrés o ansiedad.
  • Los ateos confían en la intuición y la emoción, en lugar de la razón y la lógica, tanto como los creyentes religiosos.

Los comentarios de la Dra. Lee sobre la crianza son particularmente interesantes:

Algunos padres opinan que sus hijos deberían elegir sus creencias por sí mismos, pero lo que luego hacen es transmitir ciertas formas de pensar sobre la religión, como la idea de que la religión es una cuestión de elección en lugar de verdad divina. No es sorprendente que casi todos estos niños – el 95% – terminen por “elegir” ser ateos.

Al ver a personas religiosas cuyos hijos terminan siendo religiosos a través de procesos similares, muchos ateos dirían que a esos niños se les “lavó el cerebro”. Sin embargo, resulta que ellos hacen lo mismo con sus hijos.

Después de revisar todos estos puntos, la Dra. Lee concluye: “Claramente, la idea de que ser ateo está determinado sólo por la racionalidad está empezando a parecer netamente irracional”. Ella agrega:

Es importante destacar que la evidencia científica no tiende a apoyar la opinión de que el ateísmo se trata de pensamiento racional y el teísmo se trata de realización existencial. La verdad es que los humanos no somos como la ciencia: ninguno de nosotros se las apaña sin una acción irracional, ni sin fuentes de significado existencial y comodidades.

Es cierto que la propia Dra. Lee parece sugerir que muchos de estos rasgos son el producto de cómo supuestamente “evolucionamos”. Yo no coincidiría con eso, pero los puntos en sí siguen siendo verdad, independientemente de cómo cada uno de nosotros crea que llegamos a ese punto.

La misma Dra. Lee cita al secularista Jonathan Haidt diciendo que “en realidad estamos ‘diseñados’ para ‘practicar la moralidad’, incluso si no lo hacemos de la manera racional en que pensamos que lo estamos haciendo”. La palabra “diseñado” entra en conflicto con la expresión “nuestra historia evolutiva” que ella utiliza en otras partes [del texto]. Este conflicto expone cómo los mitos ateos o de racionalidad afectan ciertas líneas de investigación, incluso más profundamente de lo que ella parece darse cuenta. Nuestras facetas racionalistas y no racionalistas son de igual manera parte de un diseño, ya que estamos creados a imagen de Dios.

Por supuesto, hemos visto todo esto antes: los estudios también han demostrado que la parte del cerebro más asociada con la razón y la lógica, está relacionada con las creencias religiosas, y la falta de uso de esa parte del cerebro se corresponde con un aumento del ateísmo.

De hecho, lo que el análisis de la Dra. Lee sobre la ciencia muestra, es que cuanto más se esfuerzan los ateos por alejarse de la realidad de esa Imagen dentro de ellos, más demuestran la veracidad de la misma. Es esta misma Imagen la que, a pesar de ser secuestrada, negada y reprimida, proporciona esperanza incluso para los más incrédulos.

¡No se olviden de venir a ver el debate en noviembre!

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