Yo no soy como él

Ramón Arias | 10 de octubre de 2016

En este momento, yo iba a escribir sobre el reciente debate Vice Presidencial debido a su importancia, y todavía voy a hacerlo después de este escrito. Te preguntarás ¿qué te hizo cambiar de opinión? La circulación de una cinta grabada en el 2005 con Donald J. Trump donde expresa comentarios lujuriosos, y el alboroto procedente de los republicanos bastante conocidos que de todas maneras se han opuesto a Trump desde el inicio de su candidatura.

En mi vida, he conocido a celebridades en el mundo del espectáculo, las artes, el deporte, la política, los medios de comunicación, la ciencia, en la escala superior de la jerarquía católica, e incluso a algunos en el poderoso mundo financiero desde la perspectiva que pocas personas lo logran. Antes del verano de 1973, todos ellos dejaron una impresión en mí: y eso es un estilo de vida al cual yo no quería pertenecer, no porque me sentía superior, sino más bien porque estaban tan vacíos como yo. El dinero, el poder y la fama no tienen sentido hasta que haya un encuentro con el Cristo viviente de la Biblia, y eso es lo que me pasó ese verano. Conocer a Dios y a Cristo trae la perspectiva correcta del propósito de la vida. Después de 40 años desde mi encuentro con Cristo, mi vida diaria, con todos sus desafíos, es una de emoción y de gran esperanza sabiendo que los hombres no controlan los acontecimientos humanos y que el Dios de la Biblia todavía está llevando a cabo su perfecta voluntad.

He sabido de Donald Trump durante décadas; nunca me impresionó de ser algo diferente de los personajes famosos que conocí antes o después del verano del ’73. Lo que dijo en esa cinta en 2005, hace once años, no es nada nuevo con tipos como él, y no sólo a su nivel social y económico, sino que ocurre en todos los niveles del espectro social. ¿Estoy justificando sus comentarios ofensivos? De ninguna manera, solo explicar que debemos saber que el idioma equivocado e inmoral que es utilizado por muchas personas que no son transformadas por la renovación de la mente (Romanos 12:1-2), es de esperarse. Por cierto, ¿alguna vez has oído a cristianos profesantes usar expresiones similares, tales como las de la cinta de Trump de hace once años? Vamos ahora, se honesto(a), tal vez las expresiones no hayan sido tan crudas, pero implicaban lo mismo. En el lenguaje bíblico, a eso se le llama el fruto de la carne.

Vi el video de disculpa de Donald en la mañana del sábado, a las 1:30 am, y muy probablemente a estas alturas ya lo has visto también. Para aclarar aún más por qué estoy escribiendo este editorial sobre este tema, permíteme citar parte de su declaración:

«Nunca he dicho que soy una persona perfecta, ni pretendo ser alguien que no soy. He dicho y hecho cosas que lamento y las palabras dadas a conocer hoy en esta grabación, hace más de una década son una de ellas. Cualquiera que me conoce sabe que estas palabras no reflejan lo que soy. Lo dije, estuve mal en hacerlo y me disculpo. He viajado por el país hablando de cambio para Estados Unidos, y también mis viajes me han cambiado … he llegado a conocer a las grandes personas de nuestro país y eso me ha humillado por la fe que han depositado en mí. Me comprometo a ser un hombre mejor mañana y nunca, nunca les fallaré …”.

Se podría pensar que las personas racionales, inteligentes, que creen que conocen a Trump, celebrarían lo que hizo de humillarse a reconocer que esos comentarios que dijo en el pasado estaban mal. Pero no, ¿qué hicieron? Algunos están pidiendo la cabeza de Trump, hablando en sentido figurado.

Cuatro horas más tarde, a las 5:30 de la mañana, después de ver el video de disculpa de Trump, yo estaba leyendo sobre el alto nivel de indignación y condena contra Trump hecha por «líderes republicanos» que estaban en contra de él desde el primer día cuando se lanzó al ruedo político. El ex gobernador de Florida, Jeb Bush, que por cierto rompió su promesa de apoyar al candidato republicano a la presidencia, estaba dando una conferencia sobre la moralidad. Mitt Romney, el candidato republicano de 2012 y un feroz oponente de Trump, no perdió el tiempo para denunciarlo. El Presidente de la Cámara Paul Ryan saltó rápidamente a distanciarse de Trump antes de la medianoche del video de disculpa. El senador John McCain (R-AZ) retiró su apoyo de Trump, y por supuesto el gobernador de Ohio, Kasich, quien es otro que rompió su promesa, como Jeb Bush, para apoyar el candidato del partido, se puso del lado del bando que empezó a «saltar sobre Trump”. El desfile de los republicanos en contra de Trump se unió a la farsa de la izquierda que se puso más que feliz de encontrar este tipo de apoyo y están salivando con sus aliados en los medios de comunicación que están comprometidos con la destrucción de las posibilidades de Trump a la presidencia. Entre los que se retiraron de la esquina de Trump son también el gobernador de Utah, Gary Herbert y Rep. Jason Chaffetz.

Después de escuchar el video recriminador por el senador Mike Lee exigiendo que Trump renuncie por algo que dijo hace once años, yo sabía que tenía que abordar este tema inmediatamente. El senador Lee es muy respetado entre algunos conservadores por estar muy bien informado en la materia constitucional. El Sr. Lee está pidiendo que Trump renuncie porque sabe que no hay legalidad constitucional para eliminarlo, y piensa que Trump puede ser reemplazado con alguien más en el poco tiempo que queda para las elecciones. ¿Por lo menos sugirió que el gobernador Pence fuera elegido? No, no lo hizo; quizás puede tener a alguien más en mente, pero no lo dirá.

No sé que tan buen historiador sea el senador Lee, pero mencionó que Estados Unidos es la civilización más grande que jamás ha existido en la historia del mundo. Mis preguntas para él son sencillas: ¿Alguna vez ha estudiado en profundidad por qué todas las civilizaciones de la historia humana se han derrumbado? ¿Sabe algunos de los denominadores comunes que hicieron que esas civilizaciones cayeran? ¿Cuántos  de los mismos síntomas puede identificar en la presente civilización estadounidense? ¿Sabe por qué esas civilizaciones nunca fueron capaces de recuperarse? Tengo más preguntas que pudiera plantear acerca de la caída de las grandes civilizaciones, pero las preguntas que he mencionado son un buen comienzo si verdaderamente las puede contestar con hechos históricos innegables y precisos.

¿Puede el senador Lee, y todos los otros que son de ideas afines, entender que para los próximos cuatro años sólo hay dos visiones para el futuro de Estados Unidos? Las visiones son Hillary Clinton y el senador Tim Kaine vs Donald J. Trump y el gobernador Mike Pence. ¿Pueden todos los que están en contra de Trump explicar, con seriedad y sin distorsionar los hechos, por qué Estados Unidos se encuentra en esta condición actual y exactamente cuándo todo esto se inició? ¿Alguno de ellos ha leído y estudiado el discurso de despedida de George Washington con profundidad? ¿Cuáles son los verdaderos responsables del deterioro de los Estados Unidos y esta condición bárbara, (debido a los siete jueces que declararon la muerte legal de los no nacidos)? ¿Qué hay de las otras plagas sociales: el consumo de drogas, la violencia, el crimen, la depravación, la redefinición del matrimonio y la familia, la educación humanista orientada para adoctrinar generaciones de socialistas, el tamaño cada vez mayor del Gobierno con todas las leyes impías que continúan empobreciendo la vida y la productividad de esta nación? ¿Sabe él y todos en el Congreso de EE.UU. el importante papel que han desempeñado en esta nación que los antepasados ​​no se imaginaron? Estoy seguro de que los Padres Fundadores nunca pensaron que esto sería el resultado de todo su sacrificio. ¿Acaso sé las respuestas a todas las preguntas formuladas al senador Lee? Estoy feliz de anunciar que el próximo año las respuestas se presentarán en un libro que me ha llevado años para escribir y publicar. También estoy muy contento de decir que estará disponible sin costo, no sólo aquí en Estados Unidos sino en todos los países de habla Inglés.

Estoy totalmente de acuerdo con aquellos que dicen que los comentarios de Trump eran ofensivos y desagradables, y no hay excusa para tal comportamiento degradante porque todas las mujeres merecen respeto. Ahora bien, toca a nosotros el poner sus palabras en la perspectiva del tiempo con una pregunta legítima, ¿continuó diciendo cosas similares desde el inicio de su campaña electoral? No lo sé; tendremos que esperar y ver si alguien viene con información creíble sobre eso. Mientras tanto, repito, no olvidemos que él dijo eso hace once años, sigo trayendo eso a nuestra consideración porque es importante. En su video de disculpa, Trump afirma que el viajar por la nación lo ha cambiado y está lleno de humildad por la fe que las personas han depositado en él. Si alguien tiene pruebas de lo contrario, por favor, preséntelas.

Melania, la esposa de Trump, dijo lo siguiente:

«Las palabras que mi marido usó son inaceptables y ofensivas para mí», pasó a decir: «Esto no representa al hombre, que yo conozco. Él tiene el corazón y la mente de un líder. Espero que la gente acepte sus disculpas, como yo, y se centren en los temas importantes que enfrenta nuestra nación y el mundo».

Ella aceptó la disculpa de Trump por sus comentarios lascivos y le pidió a la nación que hiciera lo mismo. Bueno, Melania, estamos aquellos que entendemos el valor profundo del perdón, vamos a orar y a esperar que otros sigan tu ejemplo y el del resto de la familia Trump.

El sábado, el gobernador candidato a la vicepresidencia Mike Pence, dio a conocer esta declaración:

«Como esposo y padre, me sentí ofendido por las palabras y acciones descritas por Donald Trump hace once años en el video dado a conocer ayer. No justifico sus comentarios y no puedo defenderlos. Estoy agradecido de que él ha expresado su arrepentimiento y ha pedido perdón a la población estadounidense. Oramos por su familia y esperamos con interés la oportunidad que tiene para mostrar lo que está en su corazón cuando vaya ante la nación mañana por la noche».

He aplaudido la decisión de Trump de tener un compañero en la boleta como el gobernador Pence, que no se avergüenza del poder del Evangelio y su aceptación de Jesucristo como Su Señor y Salvador personal. Voy a escribir un artículo sobre su debate con Kaine. Cuando leas esto, el segundo debate de Hillary vs Trump ya será historia.

No he escuchado de un solo cristiano anti-Trump republicano elegido hacer un llamado a la nación para orar por Trump y su familia. El gobernador Pence está en lo correcto al decir que el corazón del candidato republicano a la presidencia fue revelado y continuará su revelación en los próximos días. La otra cara de la moneda es que todos los corazones de los políticos cristianos serán revelados también.

Los cristianos estadounidenses deben estar conscientes de la condena de Jesús contra toda la auto-justificación. Él contó la siguiente parábola a la gente como un contraste entre el líder religioso y el empleado de hacienda del Imperio Romano:

“Dijo también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como que eran justos y menospreciaban a los demás: ‘Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo, y el otro, publicano. El fariseo, de pie, oraba consigo mismo de esta manera: «Dios, te doy gracias que no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni aun como este publicano. Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que poseo.» Pero el publicano, de pie a cierta distancia, no quería ni alzar los ojos al cielo sino que se golpeaba el pecho diciendo: «Dios, sé propicio a mí, que soy pecador.» Les digo que este descendió a casa justificado en lugar del primero. Porque cualquiera que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido’”. (Lucas 18:9-14). (Énfasis añadido) 

¿Puedes imaginar lo que esta nación podría ser si todos nuestros servidores públicos que dicen ser cristianos de verdad lo son? Hillary profesa ser una cristiana metodista. Kaine es de la fe católica. Trump dice que es cristiano. Casi la totalidad de los miembros del Congreso de Estados Unidos, el Tribunal Supremo de los EE.UU., y los que se han convertido en ocupantes de la Casa Blanca, y una gran mayoría de los servidores públicos en toda la nación han dicho que son todos cristianos, ¿qué  sucedería si realmente se comprometen, sin condiciones para imitar a Jesús y Dios el Padre en el carácter y las acciones morales? (1 Pedro 2:21 y Efesios 5:1)

Nada menos que una reforma bíblica va a salvar a Estados Unidos, la responsabilidad de su futuro sigue estando sobre los hombros de los cristianos profesos. Cada uno de nosotros tiene una opción de ser un tonto al confiar en nuestra sabiduría, pensando que somos justos, mientras que tratamos a los demás con desprecio al decir «yo no soy como él» y ser condenados. La otra opción es clamar a nuestro Dios misericordioso sabiendo que somos pecadores y recibir su justificación. La auto-exaltación es la caída del hombre y la sociedad.

Para los cristianos que no entienden cómo es que Dios gobierna en los asuntos de los hombres y de las naciones, sin embargo, citan las Escrituras para indicar cómo y quién debe ser elegido para un cargo público, yo diría que recuerden que primero tenemos que encontrar a los hombres y a las mujeres de Dios, porque aquí es donde el problema se ha dado. En este momento hay sólo un puñado de ellos que están en la lucha contra el gigante.

¿Qué tal si trabajamos para elegir a los que nos pueden permitir que demos un giro a la nación en lugar de dejar que otros ocupen los puestos que quieren cambiar el cristianismo y hacerlo un brazo del Estado?

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