La corrupción política no es nada nuevo

Ramón Arias | el 31 octubre de 2016

El Director del FBI reabrió la investigación contra Hillary Clinton con respecto a su servidor personal que manejó los correos electrónicos de los asuntos del Estado. La izquierda se está volviendo loca y los medios de comunicación distraen de las verdaderas razones de esta investigación centrándose en atacar a la agencia, circulando a los vagones para proteger a su candidato. Antes de la última noticia tan impactante, los e-mails de WikiLeaks y videos recientes producidos por Project Veritas exponen la profundidad de la corrupción en el partido demócrata y la campaña de Clinton como nunca se había visto antes en las elecciones presidenciales, gracias a los medios sociales.

Si Hillary es elegida, por cualquier medio, será la primera en entrar al cargo presidencial mientras se encuentra bajo investigación criminal y el país experimentará una crisis constitucional una vez más. El gran porcentaje de sus partidarios no se preocupan por estas últimas noticias, tienen visión de túnel y son ajenos a las consecuencias que crearán para esta generación y futuras generaciones.

La corrupción política ha sido parte de estas tierras desde antes de convertirse en el experimento de una nueva forma de gobierno civil. No debemos olvidar que los colonos se dividieron cuando llegó el momento de tomar la decisión de continuar bajo el gobierno corrupto, opresivo y tiránico de la Corona Británica o declarar su independencia e ir a la guerra. Los colonos se dividieron en cuatro grupos principales: los patriotas comprometidos, los que eran leales a la Corona, los no comprometidos y los pacifistas, todos sabemos el resultado. La política de su tiempo exigía acción social si querían permanecer libres y capaces de reconstruir sus vidas.

El año antes de que la Declaración de Independencia fuera escrita, Samuel Adams, el padre de la Revolución Americana, en 1775 le escribió una carta a James Warren declarando:

“Nada es más esencial para el establecimiento de las costumbres en un Estado de que todas las personas que trabajan en lugares de poder y confianza deben ser hombres de carácter irreprochable …. El público no puede ser demasiado curioso con relación al carácter de los hombres públicos”.

Si te da la impresión de que Samuel Adams se dirigía a los problemas generados por los funcionarios corruptos, tienes razón. Él continuó diciendo caven profundamente al carácter de los hombres públicos (y las mujeres), no dejen una piedra sin voltear para descubrir sobre el carácter de cada individuo que está pidiendo su confianza. Esto significa que no podemos depender del periodismo corrupto, sino de que la gente haga su propia investigación. Adams también mencionó que confiemos en individuos de carácter irreprochables y esto es donde nos encontramos con un problema cuando no tenemos los de carácter «irreprochable» en la carrera presidencial. No obstante, debemos evaluar cuál de los dos puede oponerse a la tentación de la corrupción financiera.

La Constitución fue firmada en 1787. Alexander Hamilton expresó esto:

«Tal vez, no hay nada más que pueda perturbar la tranquilidad de las naciones, que  las de estar atados a las contribuciones mutuas para cualquier objeto común que no produce un beneficio igual y equivalente. Porque es una observación tan cierta, así como acostumbrada, que no hay nada en que los hombres sean diferentes tan fácilmente como en el pago de dinero». – (Énfasis añadido)   

Una nación sufre cuando los funcionarios electos utilizan sus posiciones para enriquecerse financieramente. La corrupción que está destruyendo a esta nación no ocurrió de la noche a la mañana. La Enciclopedia Británica define la corrupción de la ley de la siguiente manera:

La corrupción, la conducta inadecuada y por lo general ilegal con la intención de obtener un beneficio propio o para alguien más. Sus formas incluyen el soborno, la extorsión y el uso indebido de información privilegiada. Existe donde hay indiferencia de la comunidad o la falta de políticas para su aplicación. En las sociedades con una cultura ritualizada en dar regalos, la línea entre los regalos aceptables e inaceptables seguido es difícil de trazar. (Énfasis añadido)

Permíteme presentarte un reto querido lector: desmenuza la cita anterior y haz un estudio más profundo sobre la corrupción y su efecto en el individuo, la familia, la comunidad, el estado, la nación y el mundo, y no te limites sólo a la política.

El deterioro de los principios morales ha aumentado en la nación y la historia revela que ninguna gran civilización permanece como tal cuando la moralidad es removida de la sociedad, porque entonces los poderosos son responsables sólo a sí mismos y harán cualquier cosa para retener el poder a cualquier costo.

En su primer discurso inaugural de hace casi 36 años, el presidente Reagan declaró que «en esta crisis actual, el gobierno no es la solución a nuestro problema; el gobierno es el problema.» Le recordó a los estadounidenses a no olvidar el pasado que revela cómo nos convertimos en una nación, y de la visión de los patriotas que fue pagada con sangre, con pérdida de vidas y fortunas para que las generaciones futuras pudieran continuar construyendo una sociedad conforme perfeccionaban su autogobierno y la libertad individual. Reagan tenía la esperanza de que los estadounidenses mediante el ejercicio de sus libertades pudieran restaurar a los EE.UU.». Puso la responsabilidad sobre “Nosotros, el pueblo». También dijo:

«Nuestro Gobierno, no tiene ningún poder, excepto el que le confiere el pueblo. Es hora de revisar y revertir el crecimiento del gobierno que muestra señales de haber crecido más allá del consentimiento de los gobernados».

Reagan era un anti socialista, porque el socialismo es la ideología que miente sobre un futuro mejor, más bien destruye todo lo que es bueno, dijo él:

«De vez en cuando hemos estado tentados a creer que la sociedad se ha vuelto demasiado compleja para ser manejada por el autogobierno, que el gobierno por un grupo de élite es superior a la del gobierno de, por y para el pueblo. Pero si no hay nadie entre nosotros que sea capaz de gobernarse a sí mismo, entonces ¿quién de nosotros tiene la capacidad de gobernar a otro?»

Le recordó a la nación el valor del verdadero americanismo en oposición al globalismo:

«Por encima de todo, debemos darnos cuenta que ningún arsenal o ninguna arma en los arsenales del mundo es tan formidable como la voluntad y el valor moral de hombres y mujeres libres.»

Los derechos vienen con responsabilidades, cada estadounidense es excepcional y citó a un estadounidense poco conocido de la Primera Guerra Mundial, Martin Treptow, quien escribió «Voy a luchar con alegría y hacer todo lo posible, como si el tema de toda la lucha dependiera solo de mí.»

Reagan afirmó: «Creo que la intención de Dios es que seamos libres» y en su día de la inauguración propuso que «se debe declarar un día de oración».

Donald Trump no es un santo y tiene muchos defectos morales. En el momento de escribir esto, nadie ha demostrado que es profundamente corrupto cuando se trata de hacer negocios. ¿Habrá algunos esqueletos en su armario? Todavía no han salido. Como cristiano bíblico, estoy interesado en tres de sus promesas de campaña: de no financiar a la organización abortista Planned Parenthood [Planificación de la Familia], trabajar para revertir a Roe contra Wade, la ley que legalizó el aborto, y eliminar la ley de Lyndon Johnson que amordazó a los púlpitos de la iglesia. ¿Tengo confianza ciega de que cumplirá sus promesas si gana? No en absoluto, pero si lo hace, nos dará una buena oportunidad para luchar la buena lucha para lograr esa realidad.

La corrupción no se detendrá hasta que el pueblo de Dios entienda cómo leer los tiempos políticos y cuál es la voluntad de Dios en un momento como éste. Una cosa es cierta, Dios espera que Su pueblo sea la verdadera solución a todos los problemas.

“Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No vale más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres. Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no puede ser escondida.  Tampoco se enciende una lámpara para ponerla debajo de un cajón, sino sobre el candelero; y así alumbra a todos los que están en la casa.  Así alumbre la luz de ustedes delante de los hombres, de modo que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos”. Mateo 5:13 (RVA-2015)

“Ahora pues, Israel, ¿qué pide el SEÑOR tu Dios de ti? Solo que temas al SEÑOR tu Dios, que andes en todos sus caminos, que ames y sirvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma,  y que guardes los mandamientos del SEÑOR y sus estatutos que yo te prescribo hoy, para tu bien.  “He aquí, del SEÑOR tu Dios son los cielos y los cielos de los cielos, la tierra y todo lo que en ella hay”. Deuteronomio 10:12-14 (RVA-2015)

¡Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno! ¿Qué requiere de ti el SEÑOR? Solamente hacer justicia, amar misericordia y caminar humildemente con tu Dios”. Miqueas 6:8 (RVA-2015)

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