La teoría de las placas tectónicas después de 50 años

Tim Clarey, Ph.D.* | 1 de marzo de 2018

(icr.org) – La teoría de las placas tectónicas recién cumplió cincuenta años  Al contrario de lo que plantean sus críticos, la teoría de las placas tectónicas se deriva de datos empíricos recogidos en el transcurso de muchas décadas por geólogos y geofísicos.1

A principios del siglo XX Alfred Wegener estudió las formas de los continentes, comparó los fósiles y las cadenas montañosas en los vastos océanos y sugirió que los continentes se habían separado mediante la deriva.. En su tiempo, la comunidad geológica puso en ridículo e ignoró sus ideas. No fue hasta la década de 1960, luego que inmensas cantidades de datos oceanográficos fueran recolectados, y se publicara la hipótesis de Harry Hess de la extensión del fondo oceánico, que esas ideas comenzaron a ser aceptadas poco a poco. Se les llamo placas tectónicas.. Hoy los geólogos pueden medir el movimiento postdiluviano de las placas  empleando datos de los satélites, y verificando que todavía hoy existe un lento movimiento residual de las placas.

Casi 50 años después que Wegener propusiera por primera vez el concepto de la deriva continental, la comunidad secular a duras penas reconoció el movimiento de las placas, porque se vio abrumada por datos empíricos. Hoy han pasado otros 50 años desde que las placas tectónicas fueran aceptadas por la comunidad geológica, pero algunos misterios quedan todavía por resolver.

Keith James, un geólogo del Instituto de Geografía y Ciencias de la Tierra de la Universidad Aberystwyth, de Gales, Reino Unido, nos recuerda que los científicos geólogos todavía no comprenden el origen de los continentes. Se supone que la corteza continental sea producida por «la fusión compleja parcial de los sedimentos, los bloques [subducidos], el manto o la penetración del manto (o las combinaciones de ambos) en “fábricas de subducción”».2 No obstante, los científicos geólogos admiten de buena gana que los continentes son demasiado grandes para esta explicación tan simple.

Los geólogos seculares dicen que la mayoría de los continentes son bien antiguos, mucho más antiguos que la corteza oceánica.3 Creen que la mayor parte de los continentes se originaron de una vez, a comienzos de la historia de la Tierra, en una época supuesta llamada Era Arcaica, hace dos mil quinientos millones de años.4

En otras palabras, demasiada corteza continental se formó con demasiada rapidez para que las placas tectónicas fueran reales, según la narrativa secular de la historia de la Tierra.

James cree que el método para enseñar la teoría de las placas tectónicas puede ser el responsable. Él afirma: «Los cursos de PT [placas tectónicas] que se han publicado son muy benévolos. Tienen que adaptarse a  los datos que están apareciendo, e incluir múltiples hipótesis para permitir que los alumnos piensen y decidan».2 Sin embargo, hará falta hacer algo más que cambiar los métodos de enseñanza para resolver este problema.

La mejor respuesta al origen de los continentes se puede encontrar en las páginas de la Biblia. Génesis 1:9 dice: «Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así». Dios llamó a la existencia al supercontinente  del mundo antediluviano de una sola vez en el Día 3 de la Semana de la Creación.5

James también cuestiona por qué algunos descubrimientos son ignorados por la mayoría de los científicos seculares, como las «numerosas muestras de material continental  extraídas de los fondos oceánicos, algunas de ellas con trilobites y graptolites [fósiles marinos]».2 Dice también: «En el Atlántico Sur, el granito [roca continental] fue descubierto en 2013 en la dirección noroeste-sudeste de la Cordillera Río Grande (límite exterior de la extensión magnética de América del Sur)».2 Señala que  la teoría estándar de las placas tectónicas no puede explicar la presencia de esas rocas y fósiles continentales a tanta profundidad de las cuencas oceánicas.

No obstante, la mayoría de los geólogos creacionistas aceptan una versión más rápida de la teoría de las placas tectónicas, pues creen que el movimiento de las placas fue una parte integral del Diluvio Universal.1 Las olas diluviales generadas durante el Diluvio por la subducción rápida y el movimiento catastrófico de las placas a metros por segundo pueden transportar materiales continentales y fósiles de aguas someras a las profundas cuencas oceánicas.1 La mezcla de entornos terrestres y marinos es un fenómeno común en el registro mundial de rocas.6 Hasta los dinosaurios han sido barridos al mar.6

En los últimos 50 años se ha encontrado mucha evidencia empírica que confirma el movimiento de las places y la reconstrucción del supercontinente de Wegener. No obstante, el origen de los continentes y la mezcla de los ambientes siguen intrigando a los que creen ciegamente que nunca hubo un Diluvio Universal. Solo una perspectiva bíblica nos provee claras respuestas.

Referencias:

  1. Clarey, T. 2016. Embracing Catastrophic Plate Tectonics. Acts & Facts. 45 (5).
  2. James, K. 2018. Not Written in Stone: Plate tectonics at 50. AAPG Explorer. 39(2):pp. 18-23.
  3. Hecth, J. 2015. Rise of the upper crust. New Scientist. 226 (3017): pp. 36-39.
  4. Gazel, E. et al. 2015. Continental crust generated in oceanic arcs. Nature Geoscience. 8 (4): pp. 321-327.
  5. Clarey, T. 2015. Still Searching for Geology’s Holy Grail. Creation Science Update. Posteado en ICR.org, el 11 de mayo de 2015.
  6. Clarey, T. 2015. Dinosaurs in Marine Sediments: A Worldwide Phenomenon. Acts & Facts. 44 (6).

 

*El Dr. Timothy Clarey es un Asociado de Investigaciones en ICR y obtuvo su doctorado en Geología en la Universidad de Michigan Occidental y una Maestría en Ciencias en la Universidad de Wyoming.

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