Pronunciar mal el nombre de un estudiante es ahora una «microagresión»

Dra. Susan Berry | 22 de septiembre de 2016

(Breitbart) – Una campaña que inició la Asociación Nacional para la Educación Bilingüe y la Oficina de Educación del Condado de Santa Clara dice que un maestro que pronuncie mal el nombre de un estudiante está causando un estado emocional negativo que puede conducir a resultados académicos deficientes.

La campaña, titulada «Mi Nombre, Mi Identidad: Una Declaración del Yo» dice en su sitio web: «¿Sabe que pronunciar mal el nombre de un estudiante niega la identidad del mismo? Esto puede conducir a la ansiedad y el resentimiento, los cuales, a su vez, pueden impedir el progreso académico».

Rita Kohli, una profesora asistente de educación en la Universidad de California en Riverside, le dijo a NEA Today – la publicación de la Asociación Nacional de Educación, el mayor sindicato de maestros de la nación – que pasar por alto la pronunciación errónea del nombre de un estudiante es una «microagresión» que puede sabotear el proceso de aprendizaje.

«Los nombres tienen una importancia increíble para las familias, pues encierran muchos pensamientos, significado y cultura en ellos» – dice Kohli -. «Cuando el niño comienza en la escuela y los maestros – conscientemente o no – pronuncian mal, le dan poca importancia a su nombre o se lo cambian, en cierta medida están desestimando también a la familia y la cultura de los estudiantes».

Kohli y Daniel Solórzano llevaron a cabo un estudio en 2012 llamado «Maestros, por favor, ¡apréndanse nuestros nombres! Microagresiones raciales y las aulas de K-12». Ellos hallaron que el pronunciar mal los nombres de los estudiantes afectaba su estado social y emocional.

«A menudo los estudiantes sienten humillación, vergüenza y que su nombre es una carga» – dice Kohli -. Con frecuencia empiezan a alejarse con pena de su idioma, su cultura y sus familias».

Añade ella que los maestros que pronuncian mal el nombre de un alumno tienen la tendencia a hacerlo porque hallan que es difícil «comprender culturas diferentes de la suya».

Afortunadamente para la mayoría, Kohli es tolerante con los profesores que pronuncian mal el nombre de un estudiante en primer intento.

«No podemos decir todos los sonidos ni nombres del mundo, pero es nuestra reacción lo que es importante» – dice ella. Mientras, la bloguera de educación Jennifer González se refiera a la pronunciación errónea del nombre de un estudiante como «un pequeño acto de discriminación». Y continúa diciendo:

Sea que usted lo haga o no a propósito, lo que está transmitiendo es esto: Tu nombre es diferente. Extranjero. Raro. Mi tiempo no lo puedo desperdiciar en decirlo bien. Aunque la mayoría de sus estudiantes no conozcan la palabra microagresión, probablemente les sea familiar un vago sentimiento de marginalización, el mensaje de que todos los demás son «normales» y que ellos no lo son.

«Y antes que asuma una posición defensiva respecto al asunto de los prejuicios, dejemos una cosa en claro: El descubrir que algo que usted hace pueda interpretarse como un prejuicio no quiere decir que nadie le esté diciendo que es usted un prejuiciado». – añade González. «Es solamente una oportunidad para crecer. Una oportunidad para entender que hacer algo de una manera ligeramente distinta muestra a los demás que usted los respeta».

La campaña «Mi Nombre, Mi Identidad» insta a las escuelas a hacer el siguiente compromiso:

Yo, ____________, por medio de la presente afirmo mi participación en la Campaña Mi Nombre, Mi Identidad al comprometerme a:

  1. Respetar los nombres e identidades de los demás en las escuelas pronunciando correctamente los nombres de los estudiantes.
  2. Ser un ejemplo para los estudiantes al proveerles información y recursos que traten del respeto a los nombres e identidades de los demás.
  3. Difundir la información sobre la importancia de respetar los nombres e identidades de los demás.
  4. Contar la historia de mi nombre en los medios sociales.
  5. Estar orgulloso de quién yo soy, y alegrarme de nuestras diferencias.

Según informa CNSNews.com, 528 distritos escolares de todo el país han lanzado recientemente una campaña para «pronunciar correctamente los nombres de los estudiantes» a fin de estimular el respeto y la inclusión, y mostrar sensibilidad por el trasfondo cultural del niño.

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