Suprimir la verdad nunca triunfará

Ramón Arias | 16 de marzo de 2015

¿En algún momento te habrá pasado por la mente preguntar cuál era el modo de pensar de las sociedades de las grandes naciones e imperios cuyo esplendor terminó en montones de escombros? Esto no sólo me cruzó por la mente, sino que también, durante mi crecimiento fue de gran interés para mí aprender tanto como fuera posible del por qué todos tenían los mismos males sociales antes de colapsarse. Después de leer y estudiar la historia, y ahora ser testigo de cómo se despliega ante mis ojos, cobra vida lo que esas sociedades del pasado experimentaron.

No pasa un día que no revele los profundos cambios que están sucediendo en nuestro país y en todo el mundo. Cuando uno sabe la diferencia entre la luz y la oscuridad, lo dulce y lo amargo, la verdad y la mentira, el bien y el mal, se da uno cuenta con quién está tratando y qué se puede esperar. Sin embargo, el problema para millones es cuando el sentido se invierte: a la oscuridad se le llama luz, a lo amargo se le llama dulce, a la verdad se le llama mentira, y el mal es visto como bueno. Las fuerzas en función se ocuparán de que aceptes su definición de la realidad o te harán un marginado. A medida que adquieren más control, eliminarán por cualquier medio posible a quien no esté de acuerdo con ellos o se interponga en su camino. 

En la actualidad, los humanistas seculares llevan gran ímpetu y ya no ocultan sus intenciones. Ellos constantemente prueban las aguas sociales y saben cuándo aplicar fuerza para conseguir la ventaja en cuanto a dominio. Están cada vez más cómodos mostrando su verdadera naturaleza y sus verdaderos objetivos. Cada vez más, tienen menos necesidad de ocultar su verdadera agenda malévola. 

Un buen ejemplo de esto es nada menos que Joe Biden, quien representa la mentalidad de la guerra cultural contra los principios y preceptos fundamentales de Estados Unidos. Al dirigirse a la conferencia anual en Washington, de la organización  Human Rights Campaign, el grupo de presión pro-LGBT (homosexual y transgénicos)  más grande, el viernes pasado el 13 de marzo, condenó al Dr. Ben Carson por su creencia de que el comportamiento homosexual es un rasgo aprendido. No olvides que Carson es un científico de renombre mundial y cuenta con los hechos científicos para probar su declaración; Biden tiene su ideología de mentiras y cuenta con la ignorancia de la gente acerca de los hechos para ganar terreno.

Biden no sólo insultó al Dr. Carson, sino que también a cualquier persona que habla o hace algo en contra de la agenda homosexual, esto es lo que él dijo acerca de ellos:

«Nunca vamos a ser capaces de eliminar a los intolerantes, son un pequeño porcentaje de la población …. Ellos seguirán teniendo una voz, pero dejen una cosa absolutamente clara, señores, ellos son una minoría cada vez más y más pequeña. Este país está cambiando».

¿De verdad está en serio Biden cuando dice que es la minoría la que está a favor del matrimonio tradicional y por lo tanto son intolerantes? ¡Qué tremenda mercadotecnia  para influir a la población desprevenida con tal de obtener la adoración de personas con ideas afines. La varita mágica de mentiras de los humanistas les ha funcionado tan bien que simplemente no pueden creer lo bien que les ha funcionado a su favor y se les hace tarde para ver el día cuando ya no tengan que lidiar con los fanáticos y las minorías que son amantes de la verdad. ¿Algún día irán a admitir que 34 estados ya han votado en contra del matrimonio entre el mismo sexo, pero sus jueces han aplastado la voluntad del pueblo? A estos expertos del engaño no les importan los hechos científicos, independientemente del tema, ya sea que se trate del cambio climático, el empleo, la economía, las preferencias sexuales (el estilo de vida homosexual) o sobre cualquier otro tema social y científico. Ellos quieren las cosas a su manera, independientemente de la evidencia abrumadora en contra de sus afirmaciones. Ellos han aplastado a la libertad religiosa en todas las partes donde se les ha permitido, incluyendo las fuerzas armadas, y continúan moviéndose y probando diferentes campos a una alta velocidad para ver si pueden hacer que la gente ceda para después usarlo con mayor impacto e influencia cultural.

Biden continúa marchando al ritmo del tambor de la «igualdad» y «tolerancia». Él va a toda velocidad anunciando prematuramente la destrucción del cristianismo bíblico y diciendo que no se merece los mismos derechos que todos los demás y debe ser destruido. Los humanistas, comunistas, marxistas y socialistas difícilmente pueden esperar a que sus reglas de paraíso sean implementadas en todo el mundo y que todos sean miserables menos la élite gobernante que disfruta de un nivel superior. Desde esa perspectiva, Biden tiene razón «este país está cambiando». Ellos ven a los verdaderos cristianos como una minoría. ¿Por qué crees que es así cuando la encuesta de Gallup revela que el 77% de la población adulta estadounidense se identifica como cristianos?

¿A caso Biden y la comunidad homosexual le llamaría a dos de sus propios famosos, poderosos multimillonarios, Domenico Dolce y Stefano Gabbana intolerantes? Dos días antes de los comentarios de Biden, la revista italiana Panorama publicó las opiniones de estos homosexuales conocidos que fueron publicados de nuevo por Breitbart:

«La única familia es la tradicional. Nada de engendros químicos y úteros alquilados. La vida tiene un desarrollo natural; hay cosas que no se pueden cambiar». 

También dijeron, «La procreación debe ser un acto de amor».

«Llamo a los hijos de la química, hijos sintéticos, úteros de alquiler, semen elegido de un catálogo», Dolce afirmó.

Gabanna dijo: «La familia no es una moda pasajera. En ella hay un sentido sobrenatural de pertenencia». 

La pareja ha sido franca por mucho tiempo sobre el matrimonio homosexual. En 2013, cuando el London Telegraph les preguntó si habían considerado casarse, ellos respondieron: «¿Qué? ¡Nunca! «Dolce dijo: «Yo soy un católico practicante».

Gabbana dijo al Daily Mail en 2006, «Me opongo a la idea de que un niño crezca con dos padres homosexuales».

Sabemos que el movimiento LGBT se ha venido contra estos homosexuales por afirmar la verdad ancestral, científica y culturalmente evidente y pondrá todo tipo de presión para que se retracten. Sus comentarios derrumban el mito del gen; esto causa que su campamento se levante en armas y se vuelva furioso. Recuerda que,  las personas ciegas espiritual e intelectualmente no soportan la verdad. 

Biden, profesa ser un cristiano católico, sin embargo, él quiere que el resto de los cristianos en Estados Unidos crean que ya están aniquilados, que el nuevo orden social está aquí para quedarse y nada lo va a detener. Según Biden, el cristianismo bíblico es una especie en extinción, porque nos estamos reduciendo a un número más pequeño día con día. ¿Podría ser que los enemigos de Dios piensan que los cristianos en los Estados Unidos han perdido su deseo de luchar y no están interesados ​​en llevar a esta nación de nuevo a la moral de Dios?

Esta pregunta será contestada por el resultado social en un futuro no muy lejano. Mientras tanto, seguimos siendo testigos de cómo la élite ha hecho caso omiso de la Constitución y sigue creyendo que puede seguir haciendo esto hasta que la Constitución sea totalmente irrelevante y la empuje hacia el olvido. Ellos quieren que sus leyes, en constante evolución, sean las que dominen. Todavía está por verse cómo «Nosotros, el pueblo» reaccionaremos a todo este engaño e ilegalidad.

Debe ser de gran preocupación para aquellos que continúan imponiendo su «verdad», a sabiendas de que nunca ha funcionado. Ellos están en todas partes haciendo todo lo que pueden para no ser detectados mientras que su influencia y ambición se mueven hacia adelante para conquistar a través de la teología, filosofía, ética, educación, biología, psicología, ciencia, tecnología, sociología, el mundo del entretenimiento, el derecho, la política, economía, historia y otras áreas de influencia social. 

Por el momento, se jactan de su éxito con el uso de etiquetas de «conservadores», «cristianos» y cualquier otra etiqueta que puedan colgarse para que la gente los acepta como individuos en posición de integridad. La buena noticia es que, Dios usará este presente declive cultural para que su pueblo pueda definirse a sí mismo y elija de qué lado está. Si está del lado del Señor, que exponga las mentiras de los estafadores para que todos puedan ver y entender lo que esta agenda mala ha hecho, está haciendo y seguirá haciendo en el futuro. El levantamiento del pueblo de Dios en contra de aquellos que detienen la verdad es una gran noticia, ¿no te parece?

Dios siempre ha tenido un remanente fiel con convicciones profundas que viven conforme a sus principios y preceptos. Su fe es inmovible; su conocimiento de la Palabra de Dios es profundo y que están en serio para llevar a cabo la Gran Comisión de discipular a las naciones. Ellos no son movidos por los vientos que barren fácilmente a otros, más bien, luchan para alcanzar el mayor número posible a la luz de Dios. Estos guerreros son la esperanza de este país y del mundo.

Más de seis mil años de historia humana revelan la inutilidad de los hombres en su deseo de suprimir y destruir la verdad revelada de Dios. Estar en el lado de la verdad de Dios no es sólo de mayor satisfacción y realización posible en la vida, sino que también da la paciencia necesaria para mantenerse firme.

Es por esto que estamos de acuerdo con la afirmación de Pablo en su carta a los cristianos de Roma:

«Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que con injusticia restringen la verdad. Pero lo que se conoce acerca de Dios es evidente dentro de ellos, pues Dios se lo hizo evidente. Porque desde la creación del mundo, Sus atributos invisibles, Su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que ellos no tienen excusa».  Romanos 1:18-20

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