El dilema político del cristiano

Deborah Judge | 27 de febrero de 2014

En estos días muchos cristianos se están replanteando su papel en la política estadounidense. Con esto quiero decir que muchos de los que antes se quedaban como espectadores ahora se encuentran dentro de la arena política. ¿Por qué? ¿Acaso no es suficiente orar y que Dios se encargue? Todos estamos percibiendo que Estados Unidos está en problemas y tenemos que luchar por el alma de nuestra nación, pero muchos no saben muy bien cómo discernir todo o incluso si los cristianos deben involucrarse. Los cristianos están escuchando muchos mensajes que dicen:

  • “¡Este es un país cristiano!”
  • “¡No hay que mezclar la religión y la política!”
  • “Debemos tener una separación entre la iglesia y el estado”.
  • “¿Puede Estados Unidos ser un país cristiano y a la vez practicar la separación de la Iglesia y el Estado?”
  • “La iglesia debe salvar almas, no involucrarse en la política”.
  • “El evangelio debe transformar las instituciones, así como a las personas”.
  • “Hay un anhelo de ser ‘¡una nación bajo Dios!’»

En la década de los años 70 los cristianos estadounidenses se entusiasmaron y pensaron que si tan solo podían votar por un candidato cristiano “nacido de nuevo” y enviarlo a la Casa Blanca para tratar con los asuntos nacionales, ¡todo se arreglaría milagrosamente porque ciertamente Dios estaría complacido con los Estados Unidos! Y elegimos a Jimmy Carter que para muchos de nosotros no tenía ni tiene una postura bíblica sobre los temas y desde luego vimos los resultados desfavorables.

Si avanzamos rápidamente a la década de los años 80, debido a la decepción con Jimmy Carter, la postura cristiana dio a luz otra estrategia y organizaciones como la Moral Majority (Mayoría Moral) y Christian Voice (la Voz Cristiana) se formaron para darle una plataforma a las preocupaciones de los cristianos en Estados Unidos. Claramente tener un candidato presidencial que decía ser nacido de nuevo no fue suficiente. Nos dimos cuenta de que hay que estar atentos y asegurarnos de que los candidatos a los que vamos a apoyar y votar por ellos tengan puntos de vista compatibles con el punto de vista cristiano. Así que subió Ronald Reagan a la presidencia y los conservadores surgieron como la mayoría en el Congreso.

Los medios de comunicación seculares rápidamente pusieron un obstáculo puesto que se dieron cuenta de esta fuerza creciente entre el campamento cristiano y ellos comenzaron su campaña feroz y venenosa para criticar a la derecha cristiana. La distorsión de la posición derechista en los medios de comunicación sólo ha aumentado en proporciones grandes hasta el día de hoy.

Por otro lado, los ataques también vinieron de los cristianos liberales que decían que una fusión de la religión y la política sería una combinación peligrosa, algo que pondría en peligro la base misma de la libertad de religión.

Con toda esta confusión, algunos suponen que Dios no está interesado en la política y todos debemos simplemente seguir nuestro camino feliz sin Él y convertirnos en una nación neutral/secular.

Sin embargo, ese no es el Dios que vemos en las Escrituras. El Dios de la Biblia se interesa si un gorrión cae al suelo, incluso ha contado los cabellos de nuestra cabeza, así que yo diría que absolutamente sabe lo que está pasando y que se  interesa por los asuntos de nuestra nación. Él incluso nos manda a orar por los que están autoridad (Romanos 13).

Un ejemplo que demuestra lo mucho que le interesa a Dios es cuando Sus antiguos profetas pronunciaban advertencias poderosas a los reyes de Israel y Judá cuando estos abusaban de su posición. Los profetas claramente les hacían saber a estos reyes que Dios estaba disgustado con ellos. Así que yo diría que Dios también se interesa por los que están en servicio público en Estados Unidos. Si a Él le importa, ¿no debería importarnos también?

Dios dice en Daniel 2:21, Él controla el curso de los sucesos del mundo; él quita reyes y pone otros reyes”.

Proverbios 21:1, “El corazón del rey es como un arroyo dirigido por el Señor, quien lo guía por donde él quiere”.

¿Está participando Dios en nuestros asuntos nacionales y en nuestro proceso electoral? De acuerdo con estos versículos que acabamos de leer, Él ciertamente está involucrado. Tiene todo el sentido. El Dios que escudriña los corazones de los hombres, ¿acaso no escudriñará el corazón de una nación?

Isaías 44:24-25, “Esto dice el Señor, tu Redentor y Creador: Yo soy el Señor, que hizo todas las cosas; yo solo extendí los cielos. ¿Quién estaba conmigo cuando hice la tierra? Expongo a los falsos profetas como mentirosos y dejo en ridículo a los adivinos; hago que los sabios den malos consejos, y así demuestro que son unos necios”.

Dios tiene el control divino por encima de todo – Él sigue siendo el Señor sobre toda su creación.

Así que, si Dios está interesado en los asuntos nacionales ¿tendrá una opinión sobre lo que está pasando en la política estadounidense? ¿Habla la Biblia acerca de esto?

Ciertamente puedes encontrar mucho en la Palabra de Dios que nos hable acerca del gobierno y la ciudadanía. La Palabra de Dios es un tesoro de sabiduría sobre la economía, el poder militar, la guerra y la paz, las relaciones internacionales, la reforma social, el bienestar social, el crimen y el castigo, la pena de muerte, la iglesia y el estado y cualquier tema que podamos imaginar.

No me malinterpreten, la Biblia no es un libro sobre la política, pero es un libro sobre el buen gobierno que se implementa tanto en la tierra como en el cielo. ¡Es muy precisa con respecto a lo que funciona y lo que no funciona! Los que se niegan a predicar sobre estas cuestiones no están presentando del todo el consejo de Dios y están robándole a la gente.

Recordemos que no hay vacíos en el liderazgo, si los justos no ocupan esos lugares en el gobierno, los que no honran a Dios los van a ocupar.

Es bueno que los cristianos bíblicos nacidos de nuevo están entrando en la arena política. Recuerda: “Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra. Pero cuando los perversos están en el poder, el pueblo gime,” Proverbios 29:2.

 También es bueno que los cristianos se esfuercen por aprender acerca de los principios bíblicos gobierno, ya que funcionarán dondequiera que estos se apliquen. El pueblo de Dios está bajo muchas formas de gobierno en el mundo y  sin duda puede brillar y ser sal y luz dondequiera que esté. Los cristianos deben hacer sentir su influencia en todos los ámbitos. 

Esto no quiere decir que todas las formas de gobierno son igualmente correctas.  La verdad no puede contradecirse a sí misma.

¿Quién tiene razón y quién está equivocado? Los cristianos no deben sopesar los asuntos basados ​​en posiciones políticas, es preferible que se pregunten: “¿Qué dicen las Escrituras?”

No sólo hablemos la palabrería y los términos generales que escuchamos con demasiada frecuencia dentro de los círculos cristianos como por ejemplo, “puntos de vista morales”, la “posición cristiana”, o “La respuesta de Dios” en esto o aquello y muy poca atención a “¿Qué dice la Biblia?”

Recordemos que nuestra fuente de autoridad es y será siempre la Palabra de Dios, la Biblia.

Una posición política no es ni cristiana ni moral a menos que pueda ser apoyada, directa o indirectamente, con la Palabra de Dios. La cuestión de la ciudadanía para un cristiano debe ser examinada desde el punto de vista de Dios que se encuentra en la Biblia.

Espero que esta reflexión haya ayudado para aclarar preguntas que pudieras tener con respecto a este tema.

Permítele al Espíritu Santo que te guíe a través de tu enfoque estudioso con respecto a los asuntos que se tratan en las Sagradas Escrituras.

Nuevamente, el principio de este versículo no se puede enfatizar demasiado, “Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra. Pero cuando los perversos están en el poder, el pueblo gime”, Proverbios 29:2.

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