El impacto de la pornografía

Nena Arias | 4 febrero de 2015

Una rápida disminución de los valores morales se inició por una pendiente resbaladiza en los Estados Unidos de América desde el comienzo del siglo 20, pero en especial después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Un grito de «libertad» comenzó en efervescencia en la generación inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial. Lo que ahora llamamos libertad en realidad es algo que propaga la ruptura de la familia tradicional, y promueve el libertinaje y el desenfreno. El fundamento moral que había guiado a la sociedad hasta ese punto ahora estaba siendo erosionado. La censura para proteger a la sociedad de la televisión, el cine y las artes del sexo explícito, la aceptación de lenguaje profano y la violencia se suavizó y una descomposición de la cultura empezó a suceder con bastante rapidez. El divorcio y casamientos con múltiples matrimonios se hizo más aceptable al igual que el «amor libre», y ahora eso significa el sexo y los bebés fuera del matrimonio; se acepta como algo más permisible en la sociedad y han tomado el lugar de los estándares bíblicos que fueron el núcleo de nuestra cultura. La proliferación de una revolución de la música conocida como rock-n-roll y el uso de drogas ilegales ha traído muchos desafíos, especialmente para educar a los hijos. Lo que se consideraba destructivo y comportamiento vergonzoso ahora es aceptado como la libertad de expresión y la sociedad tiene que ser ahora más «tolerante».

Lo que se conocía como falsedades ahora se le llama la «verdad» de muchas personas. Lo que claramente era mentira ahora se acepta como verdad.

Con respecto a la pornografía hay mucho que aclarar. La perspectiva de quien escribe es en reconocer que el sexo es parte de quien somos, pero en nuestra sociedad moderna, lo sexual se ha desbordado y nos encontramos en una cultura demasiado sexualizada y en descompostura moral. El desenfreno sexual se nos ha metido como la humedad, por todos lados. Se cree que todo ahora debe tener atractivo sexual y provocar erotismo para que pegue, si no lo logra, no es aceptado. Algunos ejemplos de ellos son las modas, los comerciales para los automóviles, la pasta dental, la música, el baile, el cine, las revistas, y la lista continúa.

La verdad es que el ser humano tiene la dimensión sexual como parte de su diseño. En ningún momento se trata de imponer o promover una represión en esta área o decir que debe ser excluida, pero si debe manejarse de acuerdo a los limites que el Creador le dio y para lo que fue creado. El sexo es como la lumbre cuando se maneja bajo las condiciones aprobadas por Dios, dentro del matrimonio, es muy benéfico, pero cuando se maneja de manera irresponsable y al antojo es muy dañino, y arrasa con el valor y respeto de la persona.

Independientemente de lo que digan los defensores y los que lucran con ella, la pornografía es nociva. La pornografía contamina todo lo que toca. Distorsiona la mente, las emociones, los valores y el comportamiento. En el matrimonio trae a terceras personas a la recámara y a la intimidad que debe ser entre dos personas del sexo opuesto con compromiso serio y firme el uno para con el otro. La pornografía crea insatisfacción con el cónyuge y puede dar a luz al divorcio. En la persona soltera de cualquier edad, le despierta deseos sexuales que buscarán desahogo a como dé lugar.  

Veamos algunos mitos con respecto a la pornografía. 

Mito #1 – “La obscenidad es cuestión de enfoque, no se puede definir”

Hecho: la obscenidad ya ha sido definida. La Corte Suprema de Justicia de la Nación, en el caso Millar vs. California estableció un filtro de tres aspectos para determinar la obscenidad:

  • Material gráfico que está obsesionado con el sexo y la violencia sexual.
  • Material que es obviamente ofensivo.
  • Material que carece de contenido serio y respetuoso.

Bajo esta definición, la mayoría de los casos que van ante las cortes se declaran culpables del delito de la obscenidad o reciben el veredicto de haber violado estas leyes. 

Mito #2 – “La Primera Enmienda de la Constitución protege la obscenidad y la pornografía” 

Hecho: La Corte Suprema en el caso de Roth vs. Estados Unidos, estableció que la obscenidad está “fuera de la protección de la expresión y lo impreso”. La Primera Enmienda no protege la difamación, el perjurio, ni la falsa propaganda, no protege la obscenidad ni la pornografía.

Mito #3 – “La pornografía no daña a nadie”

Hecho: El daño incalculable es evidente en las adicciones y el comportamiento compulsivo en los que participan de la pornografía, en especial, los hombres; la parte que juega en la propagación y transmisión de las enfermedades venéreas; de la manera que forma actitudes y valores torcidos; y su relación a la violencia sexual e inclusive que puede llevar al homicidio. 

Un ejemplo del daño que causa la pornografía es el testimonio de Mark Johns, un violador convicto, quien dijo lo siguiente, “No hay un día en el que no me pesa haberme involucrado con la pornografía que eventualmente me hice adicto a tal grado de no poder funcionar como un adulto normal”.

En 1985, la FBI entrevistó a 36 asesinos de crímenes sexuales en serie. Encontraron que el 81% admitieron que eran adictos a la pornografía.

El criminal más notorio aquí en EE.UU., Ted Bundy, fue convicto de 30 casos conocidos de violación sexual violenta y asesinato. La noche antes de ser ejecutado, dio una entrevista televisiva con el Dr. James Dobson. Durante la entrevista, Bundy hizo referencias repetidas de la raíz que su comportamiento tuvo inicio con la pornografía que lo embarcó en sus crímenes de violencia sexual. Dijo que su consumo de la pornografía violenta había “moldeado” su carácter violento y que lo había llevado al comportamiento violento que era “demasiado terrible para describir”. El dijo que la violencia en los medios de comunicación, en particular “el sexo violento” encausaba a los niños varones “en el camino hacia ser otros Ted Bundy”. En esa misma entrevista, a una hora de distancia de su ejecución, Bundy dijo lo siguiente:

“Ustedes me van a matar, y eso protegerá a la sociedad de mi persona. Pero, allá afuera hay muchas más personas que son adictas a la pornografía, y no se está haciendo nada al respecto”.

La confesión de Bundy fue hace 30 años y la producción de la pornografía solo ha incrementado, especialmente con el internet. ¿Cómo crees que estará la sociedad ahora con millones de páginas pornográficas que son tan fácilmente accesibles en el internet?

Es importante notar que en las comunidades donde se han clausurado las tiendas de artefactos sexuales y pornografía, el crimen de violaciones sexuales ha disminuido en algunos casos hasta el 83%.

Mito #4 – “No se puede legislar la moralidad”

Hecho: Toda legislatura tiene una convicción moral. Las leyes que prohíben el asesinato y el robo se basan en que este comportamiento esta moralmente equivocado y por lo tanto son dañinos para el bien común.

Mito #5 – “Si no te gusta, no la compres”

Hecho: Los tiempos han cambiado que aun en el supermercado, esperando pagar por tus compras, aun ahí está la pornografía “suave” que contamina y corrompe a la vista de todos, incluyendo a los niños. La persona que participa de la pornografía no es la única que es dañada. También daña a la familia y a los niños.

La pornografía como industria

La pornografía ya no se considera comportamiento vergonzoso por muchos. Se ha hecho tan aceptable que muchas artistas, inclusive amas de casa, se dejan fotografiar desnudas ya sea para las revistas o para uso personal. Es impresionante cuantas estudiantes universitarias así es como pagan sus estudios, dejándose fotografiar desnudas o de hecho haciendo videos pornográficos. 

Los vendedores de pornografía en los años 1970’s operaban clandestinamente de las cajuelas de sus coches viejos y abollados para vender sus materiales en los callejones.

Ahora hay cadenas grandes tipo “Toys-R-Us” o tipo Wal-Mart.  Estas tiendas son tipo supermercados, bien iluminadas con música para atraer a todo tipo de personas, no sólo a los hombres solteros. Un alto porcentaje de mujeres también ya son adictas a la pornografía y, por ende, al sexo a causa de esta práctica (de acuerdo a la revista Forbes Magazine, 14 de junio de 1999).

La pornografía como curso en las universidades

En la publicación Weekly Standard, el 21 de septiembre de 1998 salió un anuncio informando que en varias universidades de Nueva York, California y en Connecticut se ofrecían cursos de “Estudios de pornografía”. Incluso, hasta requerían que los estudiantes produjeran su propia obra pornográfica.

¿Cuál es la solución a esta plaga en la sociedad? Es como todo, hay que promover leyes que erradiquen la pornografía, y educar al pueblo de lo nocivo que es esta práctica que se reflejará en varias generaciones. Por supuesto, hay que animar a que todos tengamos comportamiento más responsable de nuestras acciones.

En encuestas realizadas por: Wirthlin Worldwide Polls conducidas por la organización Morality in Media, en febrero de 1998, encontraron lo siguiente con respecto y lo que creen los ciudadanos de Estados Unidos con respecto a la pornografía: 

  • El 80% cree que las leyes federales en contra de la pornografía se deben hacer respetar vigorosamente.
  • La mayoría de los hombres (66%) y las mujeres (69%) independientemente de su edad, quieren que el gobierno cumpla en implementar el rigor de las leyes en existencia.
  • El 59% del pueblo quiere que se sigan extendiendo las prohibiciones para filtrar la obscenidad de  6 a.m. hasta media noche en ves de sólo hasta las 10 p.m. como lo es hasta ahora.
  • El 59% quiere presionar al Federal Communications Commission (FCC) para que vigile con mayor eficacia las leyes que controlan la indecencia. 

Aun la luz más pequeña disipa la obscuridad, hagamos nuestra parte.

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