¿Eres un guerrero o una víctima?

Nena Arias | 25 de septiembre de 2023

“En todas estas cosas somos más que vencedores
por medio de aquel que nos amó.”
(Romanos 8:37)

Los verdaderos desafíos de la vida nos llegan a todos a diario. Estamos teniendo que tomar decisiones que nos fortalecerán o nos derribarán. O crecemos y maduramos o nos acobardamos de miedo. Seguir la corriente como todos los demás sin comprender realmente de qué se trata realmente la vida es un camino muy peligroso y, en última instancia, nos llevará a la destrucción. O nos convertimos en guerreros o en víctimas. O peleamos o nos dejamos ser pisoteados. Ésa es la elección que enfrentamos. Nuestras elecciones determinan quiénes somos y en quiénes seremos. Este es el desafío que Josué de la Biblia puso ante la nación de Israel cuando les dijo: “escojan hoy a quién quieren servir, …Por mi parte, mi casa y yo serviremos al Señor” (Josué 24:14-15).

En este mundo, la realidad es que todos tenemos un enemigo invisible que busca destruirnos de cualquier forma que pueda. No se detendrá ante nada. Incluso utilizará a las personas y las cosas que consideramos más valiosas para lograr su objetivo. Este enemigo no tiene ningún grado de piedad e incluso esperará hasta el momento más oportuno para atacar. Muchas veces, su proceso lleva mucho tiempo, pero puedes estar seguro de que siempre está al acecho e incluso se moverá muy lentamente para atacar. Evita ser detectado y es implacable. Me refiero nada menos que al enemigo que le declaró la guerra a Dios y a toda su creación, lo que nos incluye a nosotros si nos hemos declarado del lado de Dios. Él es Satanás y su reino de oscuridad. Es tan sutil que incluso ha convencido a muchas personas de que es un mito, por lo que ni siquiera buscarán que él esté detrás de todas las adversidades que nos arroja y de cómo se aprovecha de nuestras debilidades. Romanos 8:36 dice: “Como está escrito: Por causa de ti siempre nos llevan a la muerte, Somos contados como ovejas de matadero”.

Pero la otra cara de la moneda es que Dios es más poderoso, más sabio y nunca duerme ni se cansa y siempre está cuidando de nosotros y hace toda provisión en lo que promete: “En todas estas cosas somos más que vencedores en aquel que nos amó” (Romanos 8:37). Esto significa que cuando Jesús derrotó a Satanás, también comparte esa victoria con todos nosotros, sus verdaderos hijos. Todos los humanos son creados por Dios, pero sólo aquellos que caminan en obediencia a su voluntad son sus verdaderos hijos. Nótese que no dije aquellos que dicen ser cristianos sino aquellos que viven en obediencia al Señor son los verdaderos hijos de Dios.

Solo obtendremos la victoria total si acatamos el conocimiento de Dios.

“Mi pueblo ha sido destruido porque le faltó conocimiento. Puesto que tú desechaste el conocimiento, yo te desecharé”.
(Oseas 4:6)

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