Autumn Leva, Vicepresidenta de Estrategia | 6 de marzo de 2018
(Family Policy Alliance) – Soy una abogada. Confieso que la matemática nunca ha sido mi fuerte, y me figuro que la escuela de leyes me mantuvo a salvo de ella. Sin embargo yo sí asimilé los conceptos básicos como mayor que, menor que y más como lo contrario de menos.
Por supuesto, todos podemos estar de acuerdo con la matemática básica que respalda las siguientes declaraciones:
Para los más de 100,000 niños en espera de adopción en los Estados Unidos, que haya más agencias de adopción que ayuden a colocarlos significa una mayor oportunidad de encontrar un hogar permanente.
Para las incontables mamas que se debaten entre dar su niño en adopción o no, más agencias de adopción para escoger significa mayores posibilidades tendrá de encontrar una que la ayude con compasión en esta difícil decisión, se mantenga en contacto con ella después y esté en sintonía con sus valores, creencias y esperanzas para su niño.
Para los niños que son los más difíciles de colocar — los que han sido severamente abusados, los muchachos más grandecitos y los que tienen necesidades especiales— más agencias de adopción que ayuden a colocarlos significa una mayor posibilidad de encontrar una familia.
Tristemente, la extrema izquierda parece que no está de acuerdo con esta matemática básica — o, si lo están, no parece importarles.
Una de sus más recientes estrategias es un intento de cerrar las agencias de adopción basadas en la fe. El resultado es realmente un juego de números peligroso, pero las víctimas serán en un final los 100 000 niños en espera de ser adoptados y las madres naturales que están buscando una agencia de adopción que satisfaga sus necesidades.
La izquierda está enfilándose contra las agencias de adopción basadas en la fe porque ellas (no debe sorprendernos) tienden a operar su ministerio de adopción de acuerdo con su fe. En realidad, es su fe la que las inspira a servir a los niños y madres con necesidades y trabajar para una agencia privada, de fe, ganando usualmente menos que sus equivalentes estatales, para empezar. Las agencias basadas en la fe por lo común colocan a los niños en hogares donde su fe les dice que los niños progresan más — en hogares con un padre y una madre casados. Las madres por lo general seleccionan agencias de fe para que trabajen con ellas porque desean que su niño sea colocado en un hogar que esté en correspondencia con su fe, o porque la agencia fue la única que se tomó el tiempo de escucharlas realmente y ayudarlas en un momento difícil.
La izquierda cree que a esas agencias no debe permitírseles operar según su fe. En lugar de ello, deberían colocar a los niños con parejas del mismo sexo o incluso con individuos transexuales, con independencia de lo que pueda ser mejor para el niño. Los deseos de la madre natural o las creencias religiosas de la agencia. Por tanto, están intentando que se aprueben leyes o regulaciones en los estados que obligarían a las agencias basadas en la fe a cerrar o violar su fe.
Varios estados ya han obrado para aprobar leyes que protejan específicamente a las agencias de adopción basadas en la fe. Aquí se incluyen Alabama, Michigan, Dakota del Sur y Tejas. Georgia y Kansas están discutiendo proyectos de leyes similares este año.
Un proyecto de ley titulado «Ley de Inclusión de los Proveedores de Cuidados Infantiles» (H.R. 1881, S. 811) ya ha sido introducida al nivel federal por el representante Kelly (Pennsylvania) y el senador Enzi (Wyoming) para proteger las agencias basadas en la fe.
La Family Policy Alliance [Alianza para la Política de Familia] seguirá trabajando con vistas a que cada estado proteja a sus proveedores de adopción basados en la fe, y esperamos que usted se nos una.
Con más de 100,000 niños en espera de ser adoptados en los Estados Unidos, cada estado tiene un promedio de 2,000 niños esperando por una familia permanente.
Si la izquierda tiene éxito con su táctica más reciente, los resultados serán una sencilla matemática:
- Aún más niños en la lista de espera para hallar hogares permanentes.
- Mucho menos posibilidades de que una madre natural encuentre una agencia que satisfaga sus necesidades.
- Mucho menos oportunidades para que los niños difíciles de colocar encuentren familias, especialmente porque las agencias basadas en la fe a menudo se especializan en la colocación de esos niños.
Si la izquierda tiene éxito y cierran los centros de adopción basados en la fe, la realidad es que los hombres y mujeres que tienen un sentir por servir a esos niños y madres con necesidades hallarán otra forma de hacerlo por medio de su iglesia o comunidad.
En un intento por «castigar» a los proveedores basados en la fe por sus creencias, la izquierda terminará por castigar a los numerosos niños y madres que están necesitados — en su estado y en todos los estados.
Es un juego de números, pero se hace literalmente a costa de los huérfanos que se nos ha encargado atender como creyentes.