Nena Arias | 4 de septiembre de 2023
“Pues no recibieron el espíritu de esclavitud para estar otra vez bajo el temor sino que recibieron el espíritu de adopción como hijos, en el cual clamamos: «¡Abba, Padre!»”.
(Romanos 8:15)
¿Por qué la cultura de nuestra nación está redefiniendo todo lo que es vital y poniendo nuestras vidas patas arriba? La excusa que se da es para que los pocos que están pervertidos o confundidos acerca de sí mismos y su visión del mundo no se ofendan y se les permita vivir sus vidas torcidas entre nosotros sin que nadie los juzgue.
Esta locura incluso está provocando que personas que han trabajado duro para formar una carrera honesta y vivir pierdan sus trabajos simplemente porque pronunciaron mal el nombre difícil de pronunciar de alguien o usaron los pronombres “incorrectos” que algunos han elegido para identificarlos y que no concuerdan con su género biológico. Se dice que algo tan pequeño como esto puede traumatizar a una persona hasta el punto de no poder alcanzar el éxito en la vida.
¿Siguen siendo estos los Estados Unidos de América donde hemos formado nuestros valores de acuerdo con cómo nuestro Creador establece todas las cosas en la vida? La mayoría de nosotros estaremos de acuerdo en que Estados Unidos se está volviendo rápidamente irreconocible y no nos gusta.
Los colegios y universidades es donde los estudiantes iban a aprender a través de una educación real y donde estaban expuestos a un mundo de ideas para que pudieran saber cómo formar una cosmovisión firme, con ideas aprobadas y verdaderas que los guiara a lo largo de su vida con éxito. Pero ahora, esas instituciones están llenas de personalidades sesgadas que no pueden afrontar la realidad y tienen que huir a un “espacio seguro” cuando se sienten desafiados intelectual y emocionalmente.
¿Qué podemos decir sobre toda esta confusión de género que ahora exige el uso de pronombres de género elegidos por la persona para que nadie se ofenda? ¿Qué será lo siguiente? ¿Nos dirigimos a una persona diciéndole “oye tú”?
No es ningún secreto que la mayoría de las instituciones de educación superior están dominadas por la ideología de izquierda. Odian el pensamiento crítico y aborrecen cualquier tipo de opinión contraria; no quieren que los estudiantes los expongan presentando puntos de vista opuestos. Se oponen firmemente al libre mercado y buscan implementar el comunismo a toda costa. Se ciegan ante los beneficios de un gobierno más pequeño y de impuestos más bajos que producen mayores ingresos.
¿Qué tamaño debería tener el gobierno? Parece que aquellos con ideología de izquierda no pueden concebir que cuanto más grande es el gobierno, más libertades perdemos. Invitamos a nuestra propia esclavitud al exigir un gobierno más grande. Esto pierde el significado real de ser estadounidense. La historia enseña que el camino del gobierno más amplio siempre ha sido oprimir a sus ciudadanos. Si siguen ese camino, los estadounidenses no serán mágicamente la excepción.
En este punto, la izquierda ha monopolizado la cuestión racial de negros contra blancos, y eso no está mejorando sino empeorando las cosas, como somos testigos constantemente. Las cosas están tan fuera de control y son tan ridículas que incluso si un policía negro dispara a otra persona negra, es declarado racista. ¿Cómo tiene eso algún sentido?
¿Una nación racista elige y reelige a un hombre negro para el cargo más alto de la nación? ¿Debemos realmente creer que Estados Unidos es racista?
Muchas verdades y conceptos importantes y significativos han sido invertidos y totalmente ignorados. ¿Podemos imaginar a la izquierda dominante permitiendo que las escuelas públicas y las instituciones de educación superior organicen debates maduros en los que se desafíe el pensamiento crítico para definir el origen del mal y del bien, y el valor de los Diez Mandamientos? Esto solía suceder en la verdadera nación de Estados Unidos. Qué tal esta: ¿la ciencia realmente desacredita la existencia de Dios o lo refuta? ¿De dónde sacó la ideología de izquierda la idea de que el asesinato, el robo o el falso testimonio deben ser castigados y que otros conceptos morales son erróneos? ¿Por qué no permitir que estudiantes de todos los niveles escuchen y hagan preguntas en un debate sobre ateísmo versus teísmo? ¿Te imaginas lo que pasaría si pudieran usar su sentido común para racionalizar las respuestas? No hace falta mucha ciencia para resolver estas cosas.
Lamentablemente, todo esto es el resultado de la ideología marxista-leninista de corrección política que ha estado transformando fundamentalmente esta nación durante más de 100 años, y más aún, a un ritmo vertiginoso en los últimos 70 años. Aunque su ideología ha demostrado ser una locura, piensan que algún día lo harán bien, por lo que continúan haciendo las mismas cosas una y otra vez con los mismos resultados fallidos. Ésa es precisamente la definición de “locura”.
La mente no es autónoma; o se somete a las ideas reveladas de Dios o a las ideas de humanos locos, eso es historia y eso es un hecho. Ninguna generación pasada fue capaz de manipularlo con éxito, y ninguna generación actual jamás logrará jugar a ser Dios, sin importar cuánto y durante mucho tiempo lo intenten.
La filosofía moderna ha ridiculizado la moral y la fe bíblica. La otra cara de la moneda revela un resurgimiento de cristianos bíblicos valientes y comprometidos. Estos creyentes comprometidos están dispuestos a poner todo en juego para marcar la diferencia. Más de esto traerá consigo la próxima Reforma que tanto necesitamos. Sólo la verdad de Dios que impacte todas las áreas de la cultura nos llevará en la dirección correcta. Esto impactará al mundo. Por cierto, esto no es una ilusión; se llama la realidad de la historia que se mueve en un patrón lineal guiado por Dios para cumplir su voluntad aquí en la tierra como en el cielo.
El Espíritu Santo que guió a Jesús en su vida pública terrenal y en su resurrección, y que está en cada persona nacida de nuevo en Cristo, continúa su obra hasta el día de hoy en cada uno de nosotros.
Sacudámonos una vez más del espíritu de esclavitud en Estados Unidos.
Comprometámonos a hacer lo que sea necesario para mostrar a nuestra generación, y a las generaciones futuras, el camino hacia la verdad y la vida que Jesucristo nos trajo.