La sociedad de Frankenstein

Ramon Arias | 22 de enero de 2013

En 1818, la novela de ciencia ficción Frankenstein escrita por Mary Shelley fue publicada por primera vez, y se convirtió en todo un éxito. Es muy probable que hayas oído hablar de Frankenstein, pero por si acaso no estás familiarizado con el famoso drama permíteme resumir en breve.  Se trata de la vida y la visión de un estudiante de medicina.  Su visión era crear su propio ser humano.  El estudiante reúne las partes del cuerpo de los cadáveres exhumados; las cose juntas y de alguna forma le da vida a su cadáver ensamblado.  Después de este logro, nada sale bien ni para el científico obsesionado ni para su monstruo creado. 

Quizás digas, «gracias a Dios que es sólo una novela de ciencia-ficción.»  Les tengo malas noticias.  Desde hace miles de años el mundo ha estado plagado con la misma obsesión de Victor Frankenstein, es decir, la creación del hombre perfecto y una sociedad perfecta. Y, cada vez todos los intentos han sido fracasos totales causando la destrucción de miles de millones de vidas. 

Sin ir muy lejos en la historia, es suficiente con recordar el siglo más destructivo en la historia del mundo, específicamente, el Siglo XX.  El monstruo de Frankenstein hace su aparición en los diferentes escenarios de la vida social.  Quizás piensan que estoy exagerando, pero no hay otra manera de llamarle a todas las atrocidades que el hombre le ha hecho a sus semejantes. 

Mentes torcidas sólo pueden producir resultados torcidos.  Vladimir Lenin creyó en las monstruosas ideas de Karl Marx y lanzó su ingeniería social filosófica en Rusia, con resultados catastróficos.  Ese fue el legado heredado por el monstruo que le siguió, Joseph Stalin, quien masacró a más de 20 millones de sus compatriotas con la obsesión de crear una sociedad perfecta regulada por un gobierno central poderoso.  Stalin tenía la competencia de otro monstruo con el nombre de Adolf Hitler, un desconocido que subió la escalera política con ideas no muy diferentes a las de Stalin.  Hitler visualizó la creación de la raza aria y el pueblo alemán le creyó.  Durante este proceso, entre 1933 y 1945, el poderoso gobierno central nazi mató a un poco más de 11 millones de personas, sin contar los millones de personas que perdieron la vida como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial.  Se podría enumerar a todos los monstruos poderosos de gobiernos centrales que han devastado a sus naciones y aún así no creerían lo que está sucediendo delante de sus propios ojos hasta que sea demasiado tarde.  Librarse de ese control es demasiado costoso. 

Las ideas socialistas de planificación centralizada creen que el hombre es todo lo que hay en este mundo y en el universo.  Por lo tanto, el universo gira alrededor del hombre y con la ayuda del liderazgo y control político de los Victor Frankensteins del mundo pueden transformar fundamentalmente a la sociedad y satisfacer las expectativas de la gente sobre el cambio que han estado esperando. 

Los Frankensteins del mundo honestamente creen que el hombre es el dueño de todo, por lo tanto, todas las decisiones dependen de él.  Ellos creen que esta es la razón por la que la gente necesita un maestro que los guíe y perfeccione.  Los resultados de sus ideas hablan por sí mismos, y, triste es decirlo, han manipulado al mundo desde hace demasiado tiempo. Un tirano puede masacrar y cometer genocidio a pesar de que existen leyes para castigar estos crímenes.  Sin embargo, ellos no se ven dentro de esta misma clasificación.  Son, después de todo, los creadores de ese segmento de la sociedad que necesita de su Frankenstein. 

Durante más de 100 años los Estados Unidos ha sido gobernados por la visión del mundo de los que hace mucho tiempo murieron.  Los Estados Unidos y el resto del mundo, se encuentra en muy mal estado como consecuencia de las ideas de aquellos que tuvieron el conocimiento erróneo de una fuente equivocada pero han forjado a generaciones.  Les voy a dar los nombres de algunas de las personas de diferentes trasfondos, pero con las mismas ideas equivocadas acerca de los hombres y la sociedad. Tú  va a tener que hacer tu propia tarea en la búsqueda de la verdad acerca de estas personas y su influencia en el mundo, sin embargo, Brannon Howse escribió una sinopsis de cada una de ellas: Alice Bailey, Schucman Helen, Wellhausen Julius, Soren Kierkegaard, Federico Nietzsche, John Dewey, la escuela de Frankfurt, Betty Friedan, James William, Alfred Kinsey, Huxley Aldus, Benjamin Bloom, BF Skinner, Charles Darwin, Karl Marx, John Maynard Keynes, Christopher Columbus Langdell, Saul Alinsky, Sigmund Freud, Margaret Sanger y Roger Baldwin. 

La lista es mucho más larga de lo que Howse trata, pero les da una idea para entender la mentalidad de Frankenstein que ahora domina el paisaje social de esta anteriormente gran nación.  Afirmo esto no de pesimismo, sino con una evaluación realista de los hechos que se siguen acumulando día tras día. 

Por si acaso piensan que exagero al señalar esta sociedad Frankenstein consideren que el 22 de enero 2013 nuestro país llega al cuadragésimo aniversario del asesinato de más de 55 millones de bebés no nacidos y sigue el conteo.  Hemos matado a nuestra mejor esperanza para el futuro. 

Consideren el tipo de personas que las escuelas públicas están produciendo.  La inmoralidad está a la orden del día y está dominando a la sociedad.  El crecimiento del gobierno central se ha expandido grandes pasos día a día. Si creen que los últimos cuatro años fueron malos, prepárense, se va a poner mucho peor porque los Frankensteins de la política están en una buena racha.  En su mayoría, ni siquiera se puede contar con la iglesia para que esta sea sal y luz, ya que está muy ocupada enseñando y alimentando comida chatarra espiritual.  Ella también ha estado dominada por la mentalidad de Frankenstein.  Todo esto es el resultado de hombres que quieren crear hombres a su propia imagen y el rechazo de la verdad más fundamental, que hemos sido creados de una manera maravillosa para servirnos unos a otros con un propósito más elevado. 

El necio sigue diciendo que no hay Dios, que Jesús era un simple mortal y todo aquel que sigue sus doctrinas es un tonto.  Ellos siguen enseñando que la Biblia es un libro de cuentos de hadas y sólo los ingenuos pueden creer lo que está escrito en sus páginas.  El rey David dedicó un salmo especial a los necios en contraste con aquellos que se han comprometido a vivir en la verdad inmutable del Dios eterno: 

“Dice el necio en su corazón: ‘No hay Dios.’ Están corrompidos, sus obras son detestables; ¡no hay uno solo que haga lo bueno! Desde el cielo el Señor contempla a los mortales, para ver si hay alguien que sea sensato y busque a Dios. Pero todos se han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo! ¿Acaso no entienden todos los que hacen lo malo, los que devoran a mi pueblo como si fuera pan? ¡Jamás invocan al Señor! Allí los tienen, sobrecogidos de miedo, pero Dios está con los que son justos. Ustedes frustran los planes de los pobres, pero el Señor los protege” (Salmos 14). 

Los Victor Frankensteins nunca serán capaces de crear al hombre perfecto ni mucho menos la sociedad perfecta puesto que su resultado sería siempre el mismo, una sociedad Frankenstein.  Dios es el Creador de la raza humana y Jesucristo es el primogénito de la nueva creación.  En 1620, Estados Unidos comenzó en la dirección correcta para formar la nueva sociedad de Dios, pero ha perdido su camino.  Sin embargo, no es imposible reconstruir de acuerdo al propósito de Dios para esta nación y el resto del mundo. 

Realmente depende de nosotros qué tipo de sociedad queremos seguir siendo, ya sea una sociedad Frankenstein o una sociedad bajo Dios.

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