Una nación bajo la impiedad

Michelle Malkin | 14 de noviembre de 2014

Fraude. Intimidación. Cybersexting (mensajes de texto con temas sexuales o pornográficos). Novatadas. Abuso sexual. Suicidio. Abuso de drogas. Asesinato. Al echar un vistazo a los titulares de los últimos escándalos en escuelas de Estados Unidos, resulta bastante claro que el problema no es que hay demasiado de Dios en la vida de los estudiantes.

El problema es que no hay suficiente de Él.

Con el fallo de los cinturones de seguridad moral y la erosión de las barreras morales de protección, muchos niños se han vuelto hacia un panteón de dioses falsos, muletas y paliativos. Están obsesionados con «Slender Man» («El Hombre Delgado») y «The Vampire Diaries» («Los Diarios del Vampiro»). El cabello del Alex de Target y los tatuajes de Rihanna. Costosas zapatillas de baloncesto y estrellas de la tele-realidad vestidas de manera inapropiada. Juegos de asfixia y juegos de YouTube. Chismes y encuentros casuales. Facebook, Instagram, Snapchat.

Todo es cuestión de selfies (autofotos) más que de auto-control, de líneas borrosas más que de líneas brillantes.

En una cultura metastásica juvenil de falta de alma y de desarraigo, la idea de adolescentes de secundaria voluntariamente usando su tiempo libre para orar y cantar himnos, no es sólo un soplo de aire fresco. Es la salvación.

Sin embargo, dejemos a los secularistas correr descontroladamente para castigar a los jóvenes fieles seguidores de Cristo.

La semana pasada, la Alianza Defensora de la Libertad presentó una demanda contra Pine Creek High School, aquí en mi ciudad adoptiva de Colorado Springs. Chase Windebank, un estudiante de último año en la escuela del Distrito 20, había estado convocando un grupo de oración informal durante los últimos tres años «en una zona tranquila para cantar canciones religiosas cristianas, orar, y para discutir sobre temas de actualidad desde una perspectiva religiosa».

Windebank y sus amigos no estaban interrumpiendo el tiempo de clases. Ellos estaban compartiendo su fe cristiana durante un tiempo libre ganado por estudiantes de alto rendimiento. Otros niños utilizaron el tiempo para jugar en sus teléfonos, merendar, coger aire fresco en el exterior, o programar reuniones para una amplia variedad de clubes escolares oficiales y no oficiales.

Un profesor de coro de Pine Creek le había dado permiso a Windebank y a sus hermanos en la fe para que se reunieran en un salón de ensayo de música vacío. Nunca se habían producido quejas de otros estudiantes o profesores. Durante tres años, el grupo se reunió sin ningún problema, de acuerdo con la denuncia de la ADF. Pero a finales de septiembre, Windebank fue llamado a la oficina del subdirector y se le ordenó dejar de orar a causa de «la separación entre la Iglesia y el Estado».

La escuela señaló al joven que practicaba actividades inocuas de fe y prohibió a los miembros de su grupo discutir temas de actualidad diarios desde una perspectiva religiosa durante un período libre, en un lugar de encuentro discreto.

Como Todd Starnes de Fox News, que publicó la historia de la demanda la semana pasada, lamentó: «Los administradores de la escuela pública y sus abogados han tenido éxito en la represión y la opresión de la voz cristiana en Pine Creek High School».

Desafía el sentido común que en Colorado Springs, de tendencia conservadora, hogar de una comunidad de fe vibrante y de organizaciones evangélicas destacadas, los estudiantes sean amonestados y se les prive de los derechos constitucionales básicos. Como denunció una carta de los padres locales al distrito escolar: «¿En qué beneficia a una escuela limitar la capacidad de un estudiante de orar con sus amigos, de estar en comunión con sus amigos, o hablar de los acontecimientos diarios desde una perspectiva cristiana? Resulta obvio que el Distrito Escolar 20 está tomando libertad de la perspectiva religiosa, no una libertad de perspectiva religiosa».

Piense en esto: Si los estudiantes de secundaria se hubieran reunido en la cafetería para escuchar el éxito pop No. 1 de la revista Billboard «Habits (Stay High)»  – «Te has ido y yo tengo que permanecer drogada / todo el tiempo / para mantenerte fuera de mi mente» – los funcionarios escolares no hubieran tenido ningún problema.

Si hubieran estado descansando en un patio para hacer bromas sobre los últimos videos de peleas de muchachas o para hacer chistes fuera de tono sobre los últimos memes publicados en Vine, no hubiera habido problema.

¿Si hubieran discutido el último episodio de «Walking Dead» o hubieran dormido en la biblioteca? Todo bien. ¿Pero cantar «Sublime Gracia» y estudiar las Escrituras? ¡Esta subversión debe ser detenida!

¿Cómo llegamos a este punto? ¿Y en Colorado Springs, de todos los lugares – no Berkeley o Boulder o Boston? Culpe a la cobardía, la ignorancia y los burócratas políticamente correctos prometiendo lealtad a una nación, bajo la impiedad, sin libertad religiosa y el ocultismo del secularismo extremo para todos.

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