Nena Arias | 11 de diciembre de 2023
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna”.
(Juan 3:16)
Cada año, durante la temporada navideña, la mayoría de las personas tienen en mente el dar y recibir regalos, independientemente de las tradiciones que quieran conservar; dar es parte de la celebración de la mayoría. Y no es de extrañar porque, en primer lugar, de eso se trata la celebración: de que Dios nos dio el regalo de vida a través de su Hijo Jesucristo.
El versículo bíblico anterior de Juan 3:16 es el versículo más conocido de toda la Biblia, pero ¿qué significa realmente para las personas que pueden incluso recitarlo de memoria sin mucho esfuerzo? Si continuaras con una pregunta y les preguntaras qué significa, obtendrías una variedad de respuestas, incluyendo que debe haber algún malentendido porque seguramente Jesús no es el único camino a la salvación, afirman algunos.
Esto muestra claramente que muchas personas que están familiarizadas con este versículo no conocen a Dios, el Padre ni a Su Hijo a quien envió al mundo. Estas personas están a nuestro alrededor y muchos de ellos incluso se identifican como cristianos. Han oído hablar de Dios y conocen algunos versículos de la Biblia. Es posible que incluso hayan asistido a la iglesia toda su vida. Cada año, en Navidad, les gusta decorar un árbol y sus casas con adornos de la temporada. Estas decoraciones pueden incluso incluir un belén. Muchos se unirán para cantar villancicos conocidos como “Al mundo paz” o “Noche de paz”. En otras palabras, pueden seguir todas las tradiciones y no ser realmente conscientes de lo que están celebrando con todas esas tradiciones. La presencia de Dios no es una realidad en su vida diaria. Realmente no conocen al Salvador que vino a nosotros como un bebé en un pesebre ni el gozo de una relación personal con Él. Pero no se lo tomes en su contra.
Qué gran oportunidad para cada uno de nosotros que hemos experimentado la realidad del Salvador de compartir el verdadero motivo de esta temporada desde nuestra experiencia personal y lo que todo significa para nosotros. Miremos más allá de lo superficial y pidamos al Señor que nos ayude a ver y mostrar verdaderamente a estas personas que Jesús puede ser conocido y experimentado en una relación real.
y hacerlo su Salvador y Señor.
¡Qué increíble oportunidad! No lo dejes pasar.