Nena Arias | 7 de febrero de 2022
“Miren que nadie los lleve cautivos por medio de filosofías y vanas sutilezas, conforme a la tradición de hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no conforme a Cristo”.
(Colosenses 2:8)
“Lo que crees sobre quién eres, de dónde vienes, afecta toda tu visión del mundo”.
~Ken Ham~
¿Estás predispuesto a mirar el mundo a través de lentes color de rosa o estás obteniendo una visión realista?
¿Qué es una visión de lentes de color de rosa? Si miras a una persona o situación a través de lentes color de rosa o lentes teñidos de rosa, solo ves sus puntos buenos y, por lo tanto, tu visión de ellos no es realista, es decir, no real, improbable, romántico, soñador, medio cocido, o poco práctico. Estás eligiendo vivir en una ilusión, y cuando la realidad se asiente, porque lo hará, te espera una gran decepción y quizás un daño significativo en toda tu forma de vida.
¿Estás mal en ser optimista exclusivamente? Sí, porque un optimista es una persona que nunca ha tenido mucha experiencia. Si basas tu optimismo solo en ilusiones y no en experiencias de la vida real, hechos y lecciones de la historia que van en contra de sus ilusiones, estás utilizando una visión ilusoria. Una cosa es ser optimista y otra muy distinta es ser una persona de fe que se asienta sobre una base sólida. El único fundamento sólido verdaderamente probado es Dios y su verdad y sabiduría. Todo lo demás seguramente fallará, aunque puede llevar tiempo manifestar ese fracaso.
Basar nuestra creencia en Dios y su sabiduría superior sobre todo en la vida nos da no solo la capacidad de ver la realidad sino también hacia dónde puede conducirnos en el futuro. Así es, Dios también revela el futuro de las cosas, lo que nos permite saber si realmente queremos ir por cierto camino o no. Hebreos 11:1-3 dice, “La fe es la constancia de las cosas que se esperan, la comprobación de los hechos que no se ven. Por ella recibieron buen testimonio los antiguos. Por la fe comprendemos que el universo fue constituido por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”.
Todos nosotros vemos el mundo a través de un lente. Todos hemos construido un lente personal. Si basamos este lente en la verdad, nos ayudará a reconocer los peligros, las amenazas, las inexactitudes, las oportunidades y los principios confiables o no. ¿Quién te está guiando en la construcción de tu lente del mundo?
Podemos confiar plenamente en Dios en este asunto porque es imposible que él mienta o se equivoque en algo. Nada ni nadie, excepto Dios, puede hacer eso. Por lo tanto, comprender los componentes de una cosmovisión (lentes para ver el mundo) a través de los ojos de Dios y luego comprender esa cosmovisión es fundamental para vivir con éxito en el mundo en el que vives.
¿A través de qué lente estás mirando el mundo? ¿Es uno que se guía solo por tus prejuicios y preferencias o lo estás basando en lo que Dios valora y nos enseña a valorar y a seguir?
La decisión es tuya.