Nena Arias | 19 de febrero de 2018
Jesús les dijo a sus discípulos: “Y el que no tiene espada, venda su manto y compre una”. Lucas 22:36 «Es imposible gobernar correctamente una nación sin Dios y la Biblia». ~ George WashingtonAnte los desafíos de la vida, ¿a dónde vamos para saber qué es lo correcto? Sigue leyendo hasta el final para encontrar el equilibrio y la sabiduría en lo que Jesús dijo a sus discípulos en el versículo anterior.
Frente a una matanza masiva, la izquierda no pierde tiempo en aumentar el volumen de su mantra de control de armas cuando en realidad lo opuesto es la solución. Los ciudadanos respetuosos de la ley con la capacidad de defenderse frente al peligro definitivamente desalientan a los perpetradores malvados y salvan vidas. De eso se trata la Segunda Enmienda.
Más control de armas solo hace que todos los ciudadanos se conviertan en blancos fáciles y en víctimas fáciles para los que deciden disparar indiscriminadamente. Más libertad para que la ciudadanía responsable esté armada en todos los lugares sin restricciones definitivamente disuadiría a los tiradores criminales de cometer estas masacres contra personas inocentes e indefensas. Definitivamente, los maestros en las escuelas deberían ser capaces de defender a los estudiantes en lugar de simplemente tratar de ocultarlos o protegerlos con su cuerpo y recibir los tiros ellos mismos.
Armar a los maestros y poner fin a las zonas libres de armas en las escuelas es un paso en la dirección correcta y el alguacil de la Florida, Grady Judd, del condado de Polk, está de acuerdo conmigo. Después del tiroteo masivo en una escuela secundaria del sur de la Florida donde diecisiete personas perdieron la vida, el alguacil Judd ideó un plan para armar maestros y poner fin a las zonas libres de armas en las escuelas; quiere que el programa se implemente en todo el país y estoy completamente de acuerdo con él. Él dice: «Tiene que haber una línea de defensa. No es algo que queremos hacer, es algo que tenemos que hacer». El plan es simple: armar a los maestros con armas ocultas y entrenarlos para defender efectivamente a los estudiantes en caso de que surja la necesidad. El programa ya se puso en práctica en Southeastern University en Lakeland, Florida, que se encuentra en la jurisdicción de Judd. La solución para terminar con la pérdida de vidas inocentes no es complicada.
¿Qué dice la Biblia sobre la autodefensa? Hay un equilibrio en la Palabra de Dios cuando se trata del uso de la fuerza. En Lucas 22:36, Jesús les dijo a sus discípulos «… el que no tiene espada, venda su manto y compre una». Jesús sabía que ahora era el momento en que sus seguidores serían amenazados, y les comunicó de su derecho a la defensa propia. Poco tiempo después, Jesús es arrestado, y Pedro toma una espada y le corta la oreja a un sirviente. Jesús reprende a Pedro por ese acto (versículos 49-51). ¿Por qué? En su celo por defender al Señor, Pedro estaba estorbando la voluntad de Dios. Jesús les había dicho a sus discípulos en múltiples ocasiones que debía ser arrestado, llevado a juicio y morir (por ejemplo en, Mateo 17:22-23). En otras palabras, Pedro actuó imprudentemente en esa situación. Cuando se trata de usar la fuerza, debemos tener sabiduría sobre cuándo luchar y cuándo no.
La sabiduría en la Palabra de Dios para cualquier situación es perfecta. Éxodo 22 da algunas indicaciones sobre la actitud de Dios hacia la autodefensa: «Si un ladrón es hallado forzando una casa, y es herido y muere, no hay castigo. Pero si sucede después de salido el sol, sí, hay castigo» (Éxodo 22: 2-3). Dos principios básicos que se enseñan en este texto son el derecho a poseer propiedad privada y el derecho a defender esa propiedad. El ejercicio pleno del derecho a la legítima defensa, sin embargo, dependía de la situación. Nadie debería ser demasiado rápido para usar la fuerza letal contra otra persona, incluso si alguien quiere hacerle daño.
Pero la izquierda y sus expertos nunca pierden la oportunidad de impulsar su agenda liberal e inmediatamente hacer declaraciones generales, esto es lo que hacen mejor, enfocando la culpa de la matanza indiscriminada a las armas de fuego y pegan el grito para que se haga un control de armas más estricto. Pero la verdad es que no necesitamos más leyes sobre armas solo se necesita la aplicación de las que ya tenemos. Cuantas más leyes restrictivas tenemos contra las armas de fuego, más se atan las manos de ciudadanos responsables para defenderse y más vidas se pierden innecesariamente.
Aquellos que abrazan la cosmovisión izquierdista se burlan continuamente de aquellos que quieren aferrarse a sus Biblias y sus armas, pero los desafiamos a poner en práctica la sabiduría de Dios y veamos qué ofrece los mejores resultados para mantener una sociedad ordenada.
«Es imposible gobernar correctamente una nación sin Dios y la Biblia». ~ George Washington