Dice el Cuerpo de Marines: La preparación espiritual es un componente imprescindible del servicio militar

Travis Weber | 26 Noviembre de  2016

(barbwire.com) –  Recientemente el Cuerpo de Infantería de Marina anunció que estaba planeando desarrollar un programa de «entrenamiento de preparación spiritual» con el fin de «lograr el tipo de resistencia mental necesaria para la guerra», de acuerdo con el capellán contralmirante Brent Scott.

Este es un evento positivo, y es bueno ver que las fuerzas armadas reconocen formalmente una verdad muy básica acerca de la persona humana: somos más que apenas una colección de músculos, huesos y tejidos.

Después de largo tiempo en el Medio Oriente, Scott dice que él «ha visto que una buena parte de la resistencia que vio no es atribuible necesariamente a algo que uno pueda hacer en un gimnasio. Hay mucho que tiene que ver con el corazón y el alma del individuo». Hace falta un entrenamiento para desarrollar este componente espiritual de  nuestra humanidad en lo que se refiere al servicio militar. Será un éxito, señala Scott, «si los marines comienzan a hablar de la preparación espiritual y de mantener la salud espiritual tan abiertamente como discuten la preparación física y el entrenamiento físico».

«Una orientación moral no se produce solamente por tener una base de fe; no es  suficiente tomar una decisión basada en lo que es legalmente correcto o incorrecto» -dice Scott-, «los capellanes ayudarán a los marines a descubrir por sí solos esa orientación, ese centro de gravedad que es producido por su crianza, las experiencias personales y las enseñanzas religiosas».

El mensaje sobre el asunto, del Comandante del Cuerpo de Infantería de Marina, dice como sigue:

  1. La preparación es parte vital del ser un marine de los Estados Unidos. Aunque todos entendemos la importancia de estar físicamente aptos, también es importante recordar los otros tres aspectos de la aptitud general: espiritual, mental y social. Todos estos aspectos son esenciales para el bienestar de cada Infante de Marina y de cada Marinero, y de nuestro Cuerpo como un todo.
  2. Como somos la fuerza de intervención de los Estados Unidos, debemos estar preparados para responder al llamado de nuestra nación en cuestión de momentos. Una buena parte de esa aptitud es nuestra capacidad de resistencia. Independientemente de la batalla que acabamos de librar tenemos que estar listos para nuestro éxito siguiente. Los estudios indican que la preparación espiritual juega un papel clave en la resistencia, en nuestra capacidad de crecer, desarrollar, recuperar, sanar y adaptarnos. Independientemente de nuestra filosofía ni creencias individuales, el bienestar espiritual nos convierte en mejores guerreros y en personas de carácter, capaces de tomar buenas decisiones en el servicio y fuera de él.
  3. A partir de octubre, el Cuerpo de Infantería de Marina hará énfasis en todos los componentes de la preparación, en particular en los aspectos físico y espiritual. Durante este tiempo, le pido a cada uno de ustedes que reflexione en lo que ustedes y los Infantes de Marina y Marineros que dirigen están haciendo para alcanzar y mantener un nivel óptimo de fortaleza y resistencia. Sus líderes y capellanes a todos los niveles están listos para ayudarles en esta tarea. Al prestar atención a su preparación espiritual con el mismo rigor que se le da a la física, social y mental, los Infantes de Marina y Marineros podrán ser y continuar siendo los guerreros honorables y los ciudadanos modelos que espera nuestra nación.

Muy bien dicho. Esta observación de la importancia que tiene la preparación espiritual para nuestros militares continúa una larga tradición de reconocimiento a la importancia de la fe en nuestras fuerzas armadas. En los inicios de la historia de nuestro país, George Washington reconoció la necesidad de tener capellanes en las fuerzas armadas (y también que fueran de distintas confesiones). Hoy, el ex miembro de los Rangers del Ejército Jeff Struecker describe cómo su fortaleza espiritual lo ayudó en medio de los momentos intensos y dramáticos de la Batalla de Mogadiscio, Somalia: «Yo tenía una fe cristiana muy fuerte antes de unirme al Ejército. La misma me dio esa sensación abrumadora de paz cuando la mayoría de la gente alrededor mío se hallaba presa del pánico. Al día siguiente, muchos me preguntaron cómo me había mantenido sereno. Dios me guió. Me hice capellán del Ejército. Fue un resultado directo del día posterior a aquella batalla de Mogadiscio».

Adicionalmente, la espiritualidad es un componente  crucial de la medicina y el bienestar [1] y no se puede separar del proceso de sanación por el que pasan nuestros veteranos y militares después que regresan de la guerra.

Mientras seguimos enfrentándonos a situaciones en que la religión es eliminada de las fuerzas armadas, bien sea retirando las Biblias de la vista del público en las instalaciones militares, o mediante la censura de las citas religiosas por parte de los comandantes, la acción del Cuerpo de Infantería de Marina nos recuerda los efectos potencialmente devastadores que conlleva eliminar el aspecto espiritual del servicio militar.

Es innegable que el componente espiritual de la naturaleza humana juega un papel importante en el asunto de la guerra. Debe ser tratado, y nos estamos olvidando de él a costa de un gran riesgo para nosotros. Por esas y otras razones, el anuncio del Cuerpo de Infantería de Marina reconociendo su importancia es muy bien recibido.

[1] Ver David A. Lichter (D. Min.), «Studies Show Spiritual Care Linked to Better Health Outcomes», Literature Review, Asociación Católica de la Salud de los Estados Unidos (Marzo-abril de 2013); y, por ejemplo, Christina M. Puchalski (M.D.), «The Role of Spirituality in Health Care» Proc (Centro Médico de la Universidad Baylor), 2001 Oct; 14(4): pp. 352-357; Christina M. Puchalski (M.D.), «Improving the Spiritual Dimension of Whole Person Care: Reaching National and International Consensus», J Palliat Med, 2014 June 1; 17(6): pp. 642-656 (doi: 10.1089/jpm.2014.9427). Puchalski (2001), n.2, señala: «La Comisión Conjunta de Acreditación de las Organizaciones de Cuidados Médicos tiene una política que dice: “Para muchos pacientes, el cuidado pastoral y otros servicios espirituales son parte integral de la salud y la vida cotidiana. El hospital está en condiciones de proveer cuidados pastorales y otros servicios espirituales para los pacientes que lo soliciten”» (26).

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