Nena Arias | 27 de noviembre de 2023
“Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía sino de poder,
de amor y de dominio propio.”
(2 Timoteo 1:7)
A medida que el marxismo continúa aumentando y tenemos un presidente tan incompetente y enfermizo como Joe Biden, estamos experimentando los efectos de su insuficiencia como presidente de la nación en la actualidad. Es fácil sentir el temor y la incertidumbre que se cierne sobre nuestras cabezas de forma tan amenazadora. Me atrevo a decir que Estados Unidos nunca había estado en una posición así desde nuestra fundación, incluso cuando un presidente incompetente estaba en el cargo, porque la acumulación de malas decisiones no había aumentado como lo ha hecho ahora en mi opinión.
Millones de personas temen por su futuro debido a esta visión del mundo marxista y a lo que ha sucedido en todos los lugares en los que se ha implementado. Las personas que están prestando atención y saben un poco sobre la historia mundial simplemente no saben lo que les deparará el futuro. ¿Están justificados sus miedos e incertidumbre?
En el fondo, creo que la gente todavía cree en valores conservadores incondicionales porque quieren los resultados que producen, pero no tienen la visión del mundo que los produce. Es debido a esa visión del mundo que siguen votando por las personas equivocadas para los cargos de gobierno, pero esperan resultados diferentes. De alguna manera creen erróneamente que la cosmovisión marxista será el mejor plan para lograr la igualdad económica. De alguna manera creen que un gobierno grande es la solución a los problemas de la nación. Sin embargo, esa ideología es totalmente opuesta al verdadero sueño estadounidense. La falta de discernimiento hace que la gente no vote por los valores tradicionales estadounidenses originales.
Como verdaderos cristianos y ciudadanos leales a esta nación, tenemos una gran oportunidad en cada elección para recordar a todos que la búsqueda de riquezas contraria al plan divino de Dios es una pesadilla.
El apóstol Pablo en su primera carta a Timoteo le recordó que no debía perder la verdadera perspectiva de Dios sobre esto y cómo mantenerse encaminado:
“A los ricos en este mundo enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos. Enséñales que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos y prontos a compartir, acumulando para sí el tesoro de un buen fundamento para el futuro, para que puedan echar mano de lo que en verdad es vida. O Timoteo, guarda lo que te ha encomendado, y evita las palabrerías vacías y profanas, y las objeciones de lo que falsamente se llama ciencia, la cual profesándola algunos, se han desviado de la fe. La gracia sea contigo” (1 Timoteo 6:17-21).
El temor y la incertidumbre no deben ser parte de la vida del pueblo de Dios. Se nos ha advertido lo que sucede cuando ponemos nuestra confianza en el hombre; también sobre los beneficios de poner nuestra confianza en Dios:
“Así dice el señor: Maldito el hombre que en el hombre confía, y hace de la carne su fortaleza, y del Señor se aparta su corazón. Será como arbusto en el yermo y no verá el bien cuando venga; habitará en pedregales en el desierto, tierras al alza, sin habitantes. Bendito es el hombre que confía en el Señor, cuya confianza es el Señor. Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente; no temerá cuando venga el calor, y sus hojas estarán verdes; en el año de sequía no se angustiara ni cesará de dar fruto” (Jeremías 17:5-8).
Aunque se avecinan tiempos difíciles, veo una gran oportunidad para que la gente de Dios deje de buscar mesías políticos y acepte el llamado y la responsabilidad, ante Dios, de construir la cultura sobre Su Verdad revelada. Ésas son las buenas noticias del Reino que libera a la gente del pecado, el temor, la incertidumbre y de la falsa expectativa generada por la perspectiva humanista.
Ha llegado el tiempo de que los verdaderos cristianos comprendan la importancia de reemplazar su fe pequeña con la visión de Dios y de Su Reino aquí y ahora, no en un futuro distante. Debemos ser serios estudiantes del consejo completo revelado en la Palabra, en el Antiguo y en el Nuevo Testamento para liberarnos del temor y la incertidumbre.
“Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto equipo Pablo para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17).
El mundo pertenece a nuestro Dios y no al diablo y sus seguidores. El mismo aliento que Dios le dio a Josué, nos lo da a nosotros: “No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas” (Josué 1:9). Dios espera que su iglesia recupere el control de la Tierra, podemos hacerlo obedeciendo los mandamientos de Dios y proclamando que este mundo pertenece a nuestro Dios y a nuestro Rey Jesús.
Nuestro Padre celestial tiene la última palabra sobre todo lo que sucede aquí en la tierra. Por lo tanto, no tenemos absolutamente nada por qué tener miedo e incertidumbre, incluso si lo que está sucediendo parece abrumador y aterrador en lo natural. Si realmente sabemos y confiamos en que Dios tiene el control, no tenemos nada que temer. El espíritu de temor no viene de Dios por lo tanto no hay que acobardarse.