Tiemblo por mi Patria

Nena Arias | 3 de julio de 2023

“Dios que nos dio la vida nos dio la libertad. ¿Y pueden considerarse seguras las libertades de una nación cuando hemos eliminado su única base firme, una convicción en la mente de la gente de que estas libertades son un regalo de Dios? ¿Que no deben ser violados sino con Su ira? En efecto, tiemblo por mi patria cuando reflexiono que Dios es justo; que su justicia no puede dormir eternamente;
Que una revolución de la rueda de la fortuna, un cambio de situación está entre los posibles eventos; ¡que se vuelva probable por influencia sobrenatural! El Todopoderoso no tiene ningún atributo que pueda ponerse del lado de nosotros en ese caso”. ~ Thomas Jefferson

Si alguna vez has ido a Washington D.C. y has visitado el monumento dedicado a Thomas Jefferson, probablemente hayas leído el extracto citado anteriormente que Jefferson escribió en 1781.

Siendo conscientes de la condición de la nación en la actualidad, solo podemos decir: “Dios mío, qué ciega está nuestra sociedad frente a las palabras proféticas de Jefferson. Debemos abrir los ojos antes de que sea demasiado tarde”.

Sin duda, la sociedad estadounidense ha cambiado radicalmente para peor, podemos ver claramente que la espiral descendente y el deterioro solo continúan aumentando su impulso, incluso arrastrando a gran parte de la iglesia cristiana en su barrido.

Este año, como todos los años, las celebraciones del 4 de julio se llevarán a cabo en todo el país, culminando en la noche con impresionantes juegos pirotécnicos. Incluso en las embajadas y consulados de los EE. UU. en países extranjeros donde los intereses nacionales están representados y dondequiera que se encuentren los estadounidenses; trabajando, estudiando o de vacaciones, habrá celebraciones del 4 de julio. Después de la Navidad, es una de las celebraciones más importantes en la historia de nuestra nación.

El Día de la Independencia es un día especial en el que la mayoría de los estadounidenses demuestran su patriotismo de una forma u otra. Por supuesto, siempre habrá quienes señalarán su descontento con el país y esta celebración. El espíritu de patriotismo es una expresión saludable y debe promoverse para recordar la visión, el valor y el sacrificio de quienes dieron forma a esta nueva nación.

Los de mentalidad liberal, o como ahora prefieren peligrosamente ser llamados “progresistas”, usan a Jefferson como su santo patrón para hacer referencia a que la cosmovisión y la perspectiva de este hombre importante en el nacimiento de esta nación, no era cristiano sino humanista, como ellos. La cita anterior no solo desacredita esta afirmación, sino que muchos escritos de Jefferson revelan su perspectiva de la existencia del Creador, la importancia de Su intervención divina en el diseño y la formación de este país y la importancia de Su presencia continua en la estabilidad y el progreso de esta nación.

Estados Unidos es una nación dividida en dos perspectivas opuestas de la vida y el mundo. Por un lado, está la nación que quiere retener y construir sobre la rica herencia que la convirtió en la nación más poderosa de la historia humana; el otro Estados Unidos son los humanistas seculares que consistente y persistentemente han estado destruyendo los cimientos de este país. Lamentablemente, estos maestros seculares-humanistas y sus discípulos, en el siglo XXI, han recibido un mayor empuje con su fuerza destructiva.

A nuestro escenario nacional se suma el descontrolado problema de los inmigrantes ilegales que más que nada es una invasión que vienen sin saber cuál es el verdadero fundamento de este país y qué le dio su grandeza. Solo reciben la perspectiva distorsionada de Estados Unidos a través de los ojos de los “progresistas”.

Entonces, si Jefferson dijo hace más de doscientos años que “temblaba por su país” cuando consideró su condición entonces, ¿imagina lo que diría hoy?

La única respuesta para salvar a Estados Unidos es un cristianismo bíblico unido que lo estaba salvando entonces. El cristianismo bíblico debe estar a la vanguardia para salvar a nuestro país hoy, si es que tiene una oportunidad. Y si tiene esperanza, porque con Dios todo es posible. Debemos creer y actuar sobre ese hecho.

“Si el SEÑOR no edifica la casa en vano trabajan los que la edifican. Si el SEÑOR no guarda la ciudad
en vano vigila el guardia. En vano se levantan de madrugada y van tarde a reposar comiendo el pan con dolor.”
(Salmo 127:1-2)

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